Un hombre de 45 años fue condenado a seis años de cárcel por haber abusado de una sobrina menor de edad en la localidad de Monte Vera, cerca de la ciudad de Santa Fe. Para preservar la intimidad de la víctima fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) lo identificaron por sus iniciales GRV, quien fue sentenciado por el juez Martín Torres en un juicio oral que terminó este jueves en los tribunales de la capital provincial.
Según comentaron las fiscales Jorgelina Mosser Ferro y Rosana Marcolín luego de conocido el veredicto, la investigación de los abusos se inició a fines de 2020 cuando la niña, que “por entonces tenía edad para asistir a jardín de infantes, pudo expresarle con señas a su madre sobre los padecimientos que había sufrido”. En ese sentido las acusadoras señalaron que no pudo establecerse la fecha en la que comenzaron los abusos porque la víctima era muy pequeña.
Mucha de la información colectada por las investigadores surgió de una entrevista que se le hizo a la víctima en Cámara Gesell. En ese marco, indicaron Mosser Ferro y Marcolín, “la niña pudo especificar que su tío le había dicho que mantuviera en secreto lo ocurrido, pero que ella se dio cuenta que la situación no era normal”.
“También —agregaron las fiscales— describió que se lo quiso expresar con palabras a su mamá, pero como no supo y ella no la entendía, apeló a comunicárselo con señas en su propio cuerpo”.
Si bien los ataques sexuales no fueron con acceso carnal, las funcionarias explicaron que en los informes realizados por peritos “se hace hincapié en el impacto psicológico y psíquico sufrido por la niña, y en los conflictos parentales, intrafamiliares y escolares que sobrevinieron a la develación de los abusos”. Las fiscales también señalaron que los hechos de abuso se cometieron en la vivienda donde el condenado vive con su madre, una casa lindera a la de la familia de la víctima.
“GRV —añadieron— se aprovechó de la vulnerabilidad de su sobrina, quien estaba a su cuidado, y transformó esa convivencia en el medio idóneo para influir en la nula posibilidad de defensa o resistencia de la menor”.
Mosser Ferro y Marcolín también remarcaron que “el acusado llegó en libertad al juicio” y agregaron que “solicitamos su prisión preventiva, y el juez hizo lugar a nuestro pedido”. Respecto de la condena impuesta por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante, las fiscales valoraron que “fue por la misma calificación penal que se había planteado en la audiencia preliminar y en los alegatos.