El lunes 5 de mayo a las 3 de la tarde, un rayo violento cayó sobre Juan José Quintela, de 51 años. Era mecánico y fue a hacerle un favor a un primo en el barrio 7 de septiembre y fue acribillado de diez disparos. Fue en Ayala Gauna y Colombres. Juan Quintela, o "Kele", como lo conocían todos en el barrio "Parque Casas" donde vivió toda su vida, nunca vio ni de lejos un arma, ni consumió drogas; ni tuvo causas ni antecedentes penales por nada. Era amigo de todos y como dicen en el barrio "era un gran tipo y todavía no sabemos que pasó", pero el azar impulsó ese rayo maldito y Kele ni se dio cuenta de que lo mataban.
La crónica policial es fría:" Dos hombres fueron acribillados en Ayala Gauna y Colombres bis, en la zona noroeste de Rosario, a plena luz del día. Testigos del crimen indicaron que varios hombres atacaron a las dos personas y escaparon corriendo por calle El Paraíso donde se subieron a un vehículo”. Kele terminó tirado en el piso, al lado de un auto y quien lo acompañaba; Edgardo Ezequiel Gallardo de 42 años, falleció rumbo al hospital "Alberdi", él tampoco era del barrio 7 de septiembre.
¿Quiénes fueron los responsables?
Caminando por "el 7" los vecinos cuentan que los que dispararon eran "dos chicos, parece que menores de edad por el cuerpo, se acercaron con una metra; les tiraron y se fueron en un auto gris que los esperaba. Ese auto dio vueltas por el barrio toda la mañana, esperaban a alguien", varios vecinos vieron el auto y a los que dispararon.
Una versión extraoficial ubica a Edgardo Castillo, la otra víctima, como un testigo importante en un hecho de homicidio y quien esperaba turno para declarar por esa causa en el Centro de Justicia Fiscal en la semana en que lo mataron, pero esa versión fue negada terminantemente por la familia de Castillo. "Es una injuria, una infamia", sostuvieron desde el entorno familiar. La causa está en manos de la fiscal Marisol Fabro.
.La pregunta podría ser: ¿Por qué un mecánico recibe doce disparos? La respuesta la tiene su familia. Los Quintela son 10 hermanos; muchos hijos y sobrinos y nietos. El mismo Kele tenía seis hijos y cuatro nietos. “Somos muchos y muy unidos y en "Parque Casas" nos conocen de toda la vida. A Kele lo llamó un primo nuestro para que se fijara si el repuesto que le vendían para su auto servía y quien le vendía el repuesto era el otro muchacho al que mataron, pero parece que ese muchacho no era el dueño del auto, el dueño era otro hombre que después del homicidio se acercó y nada más, era como si no lo hubiera afectado la situación”, aseguró un familiar de Kele y añadió : "Y por eso estaba ahí mi hermano, haciéndole un favor a un primo nuestro. Fue a cumplir a esa hora _15.30_ porque él a las 16 entraba a trabajar”.
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Un hombre bueno
De Kele el barrio habla maravillas. “Era un tipo que si podía te hacía un favor siempre. Muy divertido y muy padre. Jugaba a la pelota con sus sobrinos y como todos en esa casa muy familiero”.Sus hermanos cuentan que no había terminado la secundaria "pero era un mecánico impecable, se crió entre autos y fue piloto de carrera en la categoría Fiat 600. Si se hubiera matado en una carrera o en algo así lo comprendíamos, pero asesinado a tiros es increíble. No encontramos respuestas”.
Una vez pasado el hecho los familiares no pudieron tomar contacto con los fiscales y ni siquiera les permitieron ver el cuerpo en la morgue. "Nos dijeron que era él por que mi primo, que estaba con él cuando lo mataron, le aseguró a la policía que era el Kele. Nosotros nos sentimos bastante maltratados como familiares. El lunes vamos a ir a Fiscalía a ver si nos dicen algo”, aseguró un familiar.
Las últimas horas de Kele fueron simples, como lo fue su vida. "Vino al negocio, tomó mates, estuvo con una de mis hermanas y con mi sobrino. Despúes lo llamó mi primo y le pidió ese favor, que fuera a ver un repuesto de un auto. Mi otro hermano le dijo que no fuera, pero nuestro primo lo vino a buscar y fueron al 7 de Septiembre”.
A las 16 del lunes el primo que había pedido a Kle el favor llamó a la familia. "Lo atendió mi hermana y él el dijo que le habían disparado, ella no le creyó, pensó que era una broma". Pero Kele estaba ahí, tirado debajo de un auto y con una expresión de asombro que la misma muerte no pudo ocultar de las fotos, las mimas que invadieron los grupos de las redes sociales barriales. Lo habían acribillado en un barrio muy lejos del que se crió y lo extraña: "Parque Casas". ∏