El concejal y empresario rosarino Daniel Peressotti fue citado por un juez penal a declaración
indagatoria por amenazar y agredir a dos empleadas tras un robo de 40 mil pesos ocurrido el martes
en un local de su cadena de farmacias. Un día después de ese atraco, el edil recibió otra mala
noticia: otra farmacia de su red situada en la zona oeste fue asaltada por dos ladrones que se
llevaron 4.500 pesos sin exhibir un arma.
A raíz de la denuncia presentada el martes por dos trabajadoras que
dijeron haber sido amenazadas de muerte por el concejal tras un asalto al local de Tucumán al 1700,
el juez Correccional Edgardo Bistoletti citó a Peressotti a indagatoria, es decir que está
imputado, en un caso por amenazas y en otro por ese delito y el de lesiones leves.
La convocatoria del edil había sido requerida por el fiscal Esteban
Franichevich, quien pidió la medida al notar señales de “verosimilitud y credibilidad”
en la declaración de las víctimas y luego de recibir un informe médico que constató lesiones leves
en una de ellas.
El fiscal también pidió que sean identificados para que presten
testimonio los cerca de diez testigos del incidente, entre empleadas y familiares que se agolparon
en la puerta de la farmacia tras el atraco.
Si bien no trascendió aún qué día deberá comparecer el concejal, fuentes
judiciales señalaron que un representante legal de Peressotti ya contactó al juez que lleva
adelante el expediente. Con motivo de esa causa, en tanto, una organización civil juntó firmas para
reclamar la expulsión de Peressotti del Concejo y dos ediles pidieron que sea suspendido en sus
funciones (ver aparte).
El detonante. El robo al local de Tucumán 1714 se produjo el martes pasado cerca de las 20.
Ese día, tres hombres fueron a la caja y empuñando armas de fuego llevaron a las cinco empleadas al
fondo del local. Uno de ellos preguntó por la encargada, le puso el caño de un arma en la cabeza y
le pidió la plata.
Luego, dos de ellas denunciaron que fueron agredidas e insultadas por
Peressotti. Plantearon que el concejal gritó: “Tengo portación de arma y los voy a matar a
todos”, además de reprocharles pasividad en la secuencia del asalto. El padre de una de ellas
dijo que el concejal arrojó a una chica contra un mostrador y a otra “le dio una patada
mientras la insultaba a gritos”. La acusación fue desmentida por el concejal, que ahora
deberá dar explicaciones en la Justicia.
El segundo en dos días. Un día después, el miércoles alrededor de las 20.30, el segundo robo
que afecta a una farmacia de la red Peressotti en una semana ocurrió cuando cuatro empleadas
cerraban el local de Eva Perón al 6300 y se introdujeron dos hombres. Uno retuvo a las chicas en la
parte trasera del local mientras el otro vaciaba la caja registradora de 4.500 pesos, según reportó
la encargada.
El titular de la comisaría 14ª, comisario Ernesto Dagostino, dijo que
los maleantes eran dos hombres de 30 a 40 años que no exhibieron armas. “Habíamos accionado
la palanca para bajar la persiana, que estaba a la mitad, cuando entraron dos hombres con bolsos
cruzados y nos quedó la duda de si tenían o no armas adentro. Nos dijeron que no los miráramos y
nos quedáramos tranquilas”, contó a este diario Carolina, de 26 años y encargada del negocio.
Uno de ellos, canoso y de unos 40 años, condujo a la chica y a las otras
tres empleadas al fondo. Las controló, sin dejar de hablar, hasta que su socio terminó de vaciar la
caja.
“Nos decía que nos quedáramos tranquilas, que solamente se iban a
llevar la plata de la farmacia y que no querían nada nuestro. En un momento se calló y nosotras
supusimos que se había retirado. Se quedó todo en silencio y cuando nos asomamos ya se habían ido.
La caja registradora estaba vacía”, describió Carolina. De allí, contó, se habían llevado
unos 4.500 pesos. En el acta policial, no obstante, quedó registrado el robo de unos 3 mil pesos.
Las empleadas llamaron luego a un móvil del Comando Radioeléctrico que
rastreó sin éxito a los maleantes. El robo, el tercero en un año según la empleada, fue “muy
rápido”. Los ladrones se pusieron agresivos cuando una de las empleadas “guardó un
celular bajo el mostrador y creyeron que había tocado la alarma”.
En tanto, desde la seccional 14ª indicaron que la farmacia asaltada
había prescindido la semana pasada de los servicios de custodia privada por razones de costo,
aunque volvieron a contratar vigilancia a partir de ayer.