Hoy será imputado en los Tribunales de San Lorenzo un hombre de 29 años detenido antenoche por la Policía Federal como sospechoso de haber participado del ataque del 12 de marzo en el que fue asesinado Juan Erminio Garcilazo y resultó herido el sindicalista Julio Galván, colaborador del interventor de la delegación La Plata de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), Carlos Vergara. El ataque ocurrió en el barrio Bella Vista de Puerto San Martín y, según expuso el fiscal Leandro Lucente cuando imputó hace un mes a dos rosarinos oriundos de barrio Tablada como ejecutores de "un crimen por encargo", el objetivo era Galván.
El miércoles por la noche la ministra de Seguridad de la Nación anunció la detención de Juan Manuel Enrique P. y lo calificó como "uno de los sicarios que mató a Juan Garcilazo". Este joven de 29 años, con residencia en barrio Tablada y contactos con la banda de "Los comegatos" del Bajo Ayolas, fue detenido el miércoles al anochecer mientras caminaba por San Martín y Juan Canals, en barrio Las Heras. Allegados al detenido indicaron que éste tenía urgencia por entregarse y buscaba un abogado que lo representara.
Según la fuente con la que se dialogue al detenido se llegó por diversos elementos. Fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron que "se lo relacionó con el caso por pericias telefónicas, pero se reserva para la audiencia el grado de participación que se le va a imputar", precisó un vocero, para afirmar: "Los autores materiales del hecho son los que ya están detenidos".
Por su parte, voceros del Ministerio de Seguridad de la Nación dijeron de Juan Manuel Enrique P. que fue "quien convocó y trasladó a los sicarios al lugar donde se cometió el asesinato". En tanto, una tercera fuente confió que al detenido se llegó tras "análisis digital forense de mensajes de texto". Y que el cuestionado haya sido quien manejaba el auto en el que llegaron los sicarios, y que luego los abandonó, o el encargado de esperarlos en una casa segura.
En todos los casos, el contexto bajo la lupa es una interna sindical vinculada con la intervención de la delegación La Plata de la Uocra, cuyo ex titular Juan "Pata" Medina está detenido en el marco de una investigación por corrupción. El vínculo con ese conflicto es que Galván es un estrecho colaborador de Vergara, el titular del gremio en Rosario y a cargo de la intervención de la seccional platense. Sin embargo, en su momento el sindicalista no se aventuró a trazar hipótesis respecto del ataque.
Por ello, para saber qué rol le cupo a Juan P. en esta historia habrá que esperar la imputación que realizará el fiscal Lucente, quien luego de la audiencia hablará con la prensa.
Kangoo rojo
El 12 de marzo pasado a la 1 de la mañana un Renault Kangoo rojo con tres personas se estacionó en inmediaciones de Uruguay y Chubut, en Puerto San Martín. A unos metros de allí, en Uruguay 2221, quien como todos los lunes desde hacía unos meses salía de viaje rumbo a la capital bonaerense donde trabajaba en la intervención de la Uocra.
Eran las 2.15 cuando dos hombres bajaron del Kangoo luego de advertir que la luz de la casa de Galván se encendía. Uno era Diego David M., de 35 años, domicilio en barrio Avellaneda Oeste de Rosario y tres condenas por robos. El otro Axel Emanuel S., de 23 años y domiciliado en Tablada.
Los rosarinos comenzaron a gritar: "Julio, Julio". Pero al llamado no sólo respondió Galván sino que también salió su cuñado, Juan Erminio Garcilazo, también afiliado a la Uocra, quien vivía en otra casa del mismo predio. Entonces se desató una lluvia de balazos en la que Garcilazo recibió al menos tres impactos y quedó agonizante. Galván recibió dos balazos, uno de los cuales le fracturó la pierna.
Tras una breve persecución, los agresores intentaron huir pero el ataque cesó cuando las armas que portaban —pistolas calibre 9 milímetros Browning y Taurus— se les trabaron. Un móvil del Comando Radioeléctrico que patrullaba el corredor seguro de camiones camino al puerto los detuvo.
Ejecutores
Noventa y seis horas más tarde los rosarinos se sentaron en el banquillo junto a sus abogados Mariano Scaglia y Hernán Tasada. El fiscal les imputó los delitos de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas por el uso de arma de fuego, uno consumado y otro en grado de tentativa, ambos por encargo, lo que podría acarrearle una condena de prisión perpetua. El juez Eduardo Filocco les dictó prisión preventiva hasta la audiencia preliminar al juicio.
Lucente sostuvo que la evolución del caso dependía de "las pericias de los celulares incautados a los detenidos y de las pericias balísticas". Además sostuvo que un hijo de Galván sufrió dos amenazas posteriores al ataque. En ese momento estableció que "aunque todas las hipótesis están sobre la mesa, la del robo es la única descartada".
puerto san martín. El atentado ocurrió el pasado 12 de marzo.