La Multisectorial contra la Violencia Institucional organizó para hoy el festival "Lo que el río no se llevó" y que tiene como principal objetivo reclamar justicia "a tres años de la desaparición forzada y el asesinato de Franco Casco y a dos años del asesinato de Alejandro Ponce", dos hechos emblemáticos que comprometen a la policía. El festival se realizará a partir de las 17 en Moreno y el río Paraná.
Desde la Multisectorial plantean que "la violencia policial es una de las deudas más importantes de la democracia y recrudece hoy en un contexto político, social y cultural que avala y habilita cada vez más estas prácticas represivas y violatorias de los Derechos Humanos". En ese sentido, el documento del organismo manifiesta que "hablar de violencia institucional es referirse a un fenómeno sistemático y focalizado contra jóvenes de sectores populares".
Los casos de Casco y Ponce tienen características similares en lo que hace al escenario: el río Paraná. El 7 de octubre de 2014 Franco Casco, un joven bonaerense de 20 años, fue detenido por policías de la comisaría 7ª cuando iba a la estación Rosario Norte para regresar a su Florencio Varela natal. Luego de ser trasladado a la seccional y de haber permanecido allí al menos unas horas su familia perdió su rastro y comenzó su búsqueda.
Desde la fuerza de seguridad se aseguró entonces que Franco había sido liberado y que su rastro se había perdido. Su cuerpo fue encontrado 21 días después en el río Paraná tras ser fondeado, según explicó el abogado querellante de la familia, Salvador Vera.
Por ese hecho el 2 de octubre el juez federal Carlos Vera Barros procesó y dictó la prisión preventiva de 11 policías como coautores de desaparición forzada agravada por la muerte de la víctima y a tres de ellos por la imposición de torturas. Además, otras 15 personas (la mayoría uniformados) fueron inculpados de partícipes secundarias.
Esta semana la querella criticó pericias odontológicas que se realizaron en la autopsia a Casco y que por extrañas cuestiones aparecieron recién días pasados, tres años después de la muerte del joven.
En tanto, Alejandro Ponce tenía 23 años y fue perseguido junto a su hermano por policías el 31 de octubre de 2015. Su hermano sobrevivió y contó que ambos se tiraron asustados al río Paraná, a la altura de calle Moreno, y luego quisieron volver a tierra. Él logró salir del agua pero Alejandro no sabía nadar. Aparentemente los policías le tiraron piedras y no lo ayudaron. Su hermano fue llevado a la comisaría 3ª y Alejandro apareció tres días después en el río. Hasta ahora nadie está imputado.
"Lo que el río no se llevó", acotan, es para recordar que "los cuerpos de Franco y Alejandro fueron devueltos por el Paraná luego de ser violentados por el accionar policial y para recordar que el río no se llevó sus historias y la lucha de sus familiares para pedir justicia".
El detenido conocía que la sustancia oculta en la valija que componía su equipaje no podía ser ingresada al país