Buenos Aires.— Un chofer de 45 años fue asesinado de nueve balazos cuando,
la noche del miércoles, intentó proteger a sus hijos y evitar que le robaran el auto. Ocurrió en la
localidad bonaerense de Valentín Alsina y los vecinos de la víctima retuvieron a un chico de 14
años que luego fue entregado a la policía. No conforme con ello, poco más tarde la gente agredió
física y verbalmente a un fiscal y a un funcionario municipal que llegaron al lugar del crimen. En
tanto, anoche una masiva marcha de familiares, compañeros de trabajo y vecinos de la víctima,
reclamó justicia y seguridad.
Daniel Capristo, padre de tres hijos y chofer del correo privado Andreani, fue
asesinado a las 21 del miércoles frente a su vivienda de Valentín Alsina. Su hijo Facundo, de 24
años, recordó que todo empezó cuando él llegaba a su casa en un Fiat Palio y acompañado por su
pequeño hermano, de 5 años. Entonces un adolescente le apuntó con un revólver y le exigió las
llaves del vehículo. "Yo se las di, pero le pedí que me dejara sacar al nene que estaba en el
asiento de atrás", recordó. Así, pudo rescatar al pequeño y esconderse ambos detrás de otro
auto.
En esas circunstancias, dijo Facundo, su papá se asomó a la calle porque sonó la
alarma del vehículo "y creyó que el nene estaba en el auto. Por eso fue directamente a abrir la
puerta, y el pibe le pegó nueve tiros: no quedó nada de mi papá".
Lo corrieron. Tras ello, el joven ladrón escapó a la carrera, pero algunos
vecinos lo persiguieron y atraparon a una cuadra del lugar para entregarlo a un patrullero de la
comisaría 3ª de Lanús que atinó a pasar por la zona.
Se trata de un chico de 14 años que tiene antecedentes de conflictos con la ley
penal y que anoche permanecía internado en un instituto bajo custodia.
En tanto, Capristo fue trasladado por los propios vecinos al hospital Eva Perón
de Lanús, donde llegó muerto como consecuencia de los disparos. Cuando se supo de su deceso, en el
barrio los vecinos se autoconvocaron indignados frente a la vivienda de la víctima para reclamar
mayores medidas de seguridad, algo que repitieron ayer en una plaza de Valentín Alsina en una
masiva marcha.
Agresión brutal. Minutos después llegó al lugar el fiscal del fuero de Menores
de Lomas de Zamora, Enrique Lázzari, para recabar la información necesaria para encauzar la
investigación. Pero fue agredido a golpes de puño y patadas por la gente que desbordó el vallado
policial que se había montado. Recién con la llegada de un patrullero con refuerzos, el fiscal pudo
ser rescatado a pesar de que el móvil terminó con sus vidrios destrozados y el funcionario
internado en un hospital.
Idéntica suerte que el fiscal corrió un funcionario de la Municipalidad de Lanús
que llegó a la casa de Capristo y debió retirarse con custodia policial.
"Ese delincuente mató a mi papá como a un perro. Yo vi como lo mataba, vi como
mi papá se moría", dijo Facundo Capristo, y agregó: "Papá era muy querido, era conocido en todo
(Valentín)Alsina, por eso les agradezco a los vecinos todo lo que hicieron para que el asesino no
escape". Aunque también lamentó que la gente le pegara a policías y al fiscal: "Ellos no tienen la
culpa, la tienen los que están más arriba" en la estructura del poder.
El joven también contó que "por el corralito de 2001 lo perdimos todo, pero
volvimos a empezar. Papá era un trabajador que vivía para nosotros. Después hablan de los derechos
humanos. ¿De qué derechos humanos me hablan? Nos están matando a todos y nadie hace nada", se
quejó. l (Télam/DyN)
Reacciones
Facundo Capristo, hijo del camionero asesinado, se preguntó "si hace falta que a
la presidenta le maten un hijo para que entienda que hay que bajar la edad de imputabilidad" de los
menores. En tanto, el padre de la víctima pidió la pena de muerte para el homicida y una prima
demandó que "lo mutilen de a poco porque la pena de muerte sería algo liviano".