Tres policías y dos empleados municipales fueron condenados a penas de entre ocho y diez años de cárcel como coautores de un bizarro atraco a una carnicería de Empalme Graneros del que los asaltantes huyeron a los tiros perseguidos por vecinos. El golpe ocurrido en mayo de 2020, con ribetes rayanos en el absurdo, es recordado porque los ladrones no sólo utilizaron uniforme policial sino que además llegaron al local asaltado en un patrullero de una comisaría cercana conducido por quien entonces revistaba como segundo jefe de la seccional. Un golpe que demostró tener un importante trabajo de inteligencia previa que tampoco tuvo correlato con el magro botón con el cual se alzaron los ladrones: 20 mil pesos de la recaudación del local y cinco celulares sustraídos a empleados y clientes.
Dos años y medio después el pasado 5 de diciembre comenzó el juicio oral por el hecho y el viernes último los jueces Ismael Manfrin, Patricia Bilotta y Hebe Marcogliese dieron a conocer el veredicto. Los acusados fueron todos condenados como coautores el delito de “robo calificado por el uso de arma de fuego agravado por ser cometido en poblado y en banda”, pero hubo diferencias que en algunos casos impactaron en la pena.
Por ejemplo, a los policías se les sumó como agravante su condición de miembros de las fuerzas de seguridad obró como agravante. Así, fueron condenados a diez años de cárcel el subinspector Norberto Oscar “Turco” Diep Asep, de 43 años y entonces sumariante de la seccional 20ª; el entonces subjefe de la seccional 12ª Claudio Ramiro González, y un tercer policía de 35 años que en ese momento ya se encontraba en disponibilidad, Daniel Estaban Vivas. En este último caso se le agregó el delito de ostentación ilegítima de insignias o distintivos y una multa de 12.500 pesos. La fiscal de Investigación y Juicio Juliana González había requerido para los uniformados doce años de prisión.
Ese mismo delito de portar ilegalmente insignias policiales le achacaron a Leonardo Rubén Martínez, un ex camillero del Hospital Clemente Alvarez de 46 años que fue condenado a nueve años de prisión. En este caso al delito inicial le sumaron el de abuso de armas ya que en la huida realizó algunos disparos de arma de fuego. Sin embargo, Martínez deberá purgar doce años de condena ya que esta sentencia fue unificada con otra anterior del 5 de agosto de 2016 a tres años de prisión condicional por robo. A eso se le sumó una multa de 12.500 pesos (la fiscalía había pedido 10 años de cárcel y una unificación de pena de 13 años de cárcel.
Finalmente el empleado municipal Mauricio Daniel Coppini, de 42 años, fue condenado a ocho años y medio de cárcel, pena que incluye la tenencia ilegítima de un arma de fuego hallada en su poder en el allanamiento en el que lo detuvieron. La fiscalía había pedido para él 9 años y cuatro meses.
Poliladrones
La fiscal González reconstruyó durante el debate oral lo sucedido el 19 de mayo de 2020 en una carnicería de Provincias Unidas y Vélez Sársfield. Eran cerca de las 19.30 cuando Vivas y Martínez bajaron de un patrullero —una camioneta Chevrolet S 10— de la comisaría 12ª de barrio Ludueña conducido por el entonces subjefe de esa seccional, González, e ingresaron al local. Vestidos de negro como policías y con barbijos, los asaltantes esperaron su turno como los demás clientes e incluso alcanzaron a pedir un costillar para veinte personas.
>> Leer más: Pedirán 12 años de cárcel para tres policías por el bizarro asalto a una carnicería
Cuando llegó el turno de ser atendidos Vivas extrajo el arma que llevaba y anunció: “Están todos robados”. En tanto Martínez comenzó a llevar a empleados y clientes hacia una cámara frigorífica donde los hizo tirar al suelo previa sustracción de elementos de valor, salvo a la cajera, a quien le exigió que le diera “toda la plata”. Así, los ladrones se hicieron de 20 mil pesos, una cadena de oro y cinco teléfonos.
Los asaltantes salieron corriendo del local y se subieron a un VW Gol Power gris oscuro que los esperaba por Vélez Sarsfield. Una empleada salió detrás de ellos gritando que le habían robado, lo cual motivó a algunos vecinos que estaban en el lugar a intentar perseguirlos. Uno fue un hombre que iba con su esposa en una moto Honda, que los siguió por unas diez cuadras. Otros automovilistas se sumaron a la persecución pero los fueron perdiendo de vista.
La persecución se extendió por varias cuadras. En un momento los ladrones tomaron por Arévalo en contramano y al llegar al cruce de esa calle con Colombia Martínez efectuó desde el asiento trasero del Gol cinco disparos para disuadir a sus perseguidores.
Datos
Las imágenes captadas por las cámaras de la carnicería, sumados a testimonios sobre cuestiones extrañas que habían sucedido en torno al local antes del asalto, permitieron orientar la investigación. Una de las cuestiones más llamativas era la presencia del mismo móvil policial de la seccional 12ª merodeando la cuadra de la carnicería horas antes de que bajaran de ese vehículo los asaltantes.
Eran las 17.26 cuando las cámaras registraron al patrullero conducido el subcomisario González cuando dejaba al subinspector Diep Asep en la esquina de la carnicería. Este cruzó la calle y pasó caminando por el frente de la carnicería para encontrarse con Martínez y Coppini, quienes habían llegado al lugar en un VW Bora gris. Dos minutos después González se estacionó enfrente del local y otros cuatro minutos pasaron para que Martínez y Diep Asep subieran al vehículo.
Los tres permanecieron en el auto hasta que sobre las 17.48 se acercó Coppini y se subió al auto. Según la acusación los cuatro se quedaron mirando los movimientos del comercio que dos horas más tarde finalmente asaltarían.
>> Leer más: Dos hombres vestidos como policías asaltaron una carnicería
La chata policial volvió a ser captada por las cámaras a las 18.52 cuando, “González dejó a Coppini a unos metros del local”. Al parecer la misión consistió en que ingresara a la carnicería para analizar el lugar y la ubicación de las cámaras. “Si esto no es maneje de droga le van a meter caño a la carnicería”, oyeron decir a un vecino sobre los extraños movimientos previos.
Por esta razón el subcomisario González y el subinspector Diep Asep fueron acusados de haber participado de la planificación y organización del atraco, así como de haber aportado logística.
Allanamientos
Las imágenes y testimonios colectados condujeron a una veintena de allanamientos que se practicaron dos meses después en domicilios particulares y en las sedes de las comisarías 20ª y 12ª. Para entonces los sospechosos habían cambiado todos de líneas telefónicas, sus celulares no tenían mensajes anteriores al 20 de mayo _un día después del atraco_ y en la notebook de uno de ellos se había detectado una búsqueda en Google sobre un “robo carnicería Rosario”. Otro punto en común es que los sospechosos se habían estado comunicando entre sí durante los allanamientos.
Entre los indicios sobre el plan delictivo se señalaron lo Registros de GPS que quedaron registrados en la camioneta policial. También se estableció, mediante la investigación, que “no había trámites o procedimiento“ que lo ameritaran. Otras pericias permitieron identificar a los ladrones: Vivas como quien encañonó a los presentes y a la cajera y Martínez como quien llevó a las víctimas a la cámara frigorífica en el fondo del local.