Un hombre fue detenido este jueves en Totoras como principal sospechoso de asesinar a Bruno Galetti, cuyo cuerpo apareció carbonizado dentro de un vehículo utilitario incinerado el pasado 15 de enero, dentro de un campo destinado a la plantación de maíz, ubicado a la vera de la ruta nacional 34, entre Luis Palacios y Lucio V. López. Por ese entonces, el abogado de la víctima había hablado de "un ajuste de cuentas", pero esa versión está siendo investigada por la fiscalía de Homicidios de San Lorenzo. Hay pruebas que indican que la víctima estuvo con su auto en la casa del presunto agresor en base a pericias, pero desde el entorno de la víctima desconocían una relación entre ambos.
El principal sospechoso es Mario Santiago D., de 37 años, quien fue apresado este jueves por la Agencia de Investigación Criminal (AIC), en colaboración con la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) en un domicilio de Fray Luis Beltrán al 1487, pese a que hasta hace muy poco vivía en Saavedra al 800, a escasas cuadras. Para sorpresa de la pesquisa "se mudo intempestivamente y sólo se llevó unas pequeñas cosas, entre ellas un sofá", cuyo examen realizado con luminol arrojó "resultados positivos", según precisó el fiscal Aquiles Balbis a La Capital.
El cuerpo de Bruno Galetti fue hallado carbonizado en el interior de la Fiat Fiorino consumidos por las llamas el pasado 15 de enero en el kilómetro 22 de la ruta nacional 34, entre las localidades de Luis Palacios y Lucio V. López. Hasta ese momento sólo había una búsqueda de paradero emanada por la Unidad Regional X con asiento en el departamento de Iriondo.
La secuencia del crimen
Para la pesquisa, el vehículo de Galetti llegó al lugar donde fue encontrado incinerado a las 4.40 del 15 de enero y la teoría más fuerte es que se activó al prenderse fuego. De hecho, a las 6 de ese mismo día el sistema de rastreo satelital ya estaba pretendiendo localizar el destino del vehículo.
Lo que se pudo reconstruir hasta el momento en base a pruebas y testimonios recolectados es que el vehículo de Galetti habría ingresado al domicilio del agresor y se detuvo por espacio de media hora. "Allí ocurren dos cosas: a las 3.30 el vehículo de Galetti se dirige hacia la puerta del presunto homicida donde al parecer ingresa durante varios minutos. Posteriormente, a las 4.05, el vehículo comienza a desplazarse y nunca más detiene su marcha hasta llegar al lugar donde aparece incinerado", precisó Balbis.
A su vez, precisó que el vehículo apagó el contacto a las 4.40 y que horas más tarde, el principal sospechoso fue divisado a la altura de Luis Palacios por personal policial mientras caminaba con dirección a Totoras. Al ser consultado por los efectivos, el sospechoso adujo que era camionero y que había tenido problemas con el vehículo. También esgrimió que se desempeñaba en el rubro, puesto que era una actividad a la que también se dedicaba su familia.
Sin embargo, fuentes de la investigación deslizaron que "se pudo constatar que hacía tres meses que no se desempeña como tal y tampoco se constató ningún tipo de avería de ningún camión en la zona".
Otro de los hechos que decidieron al fiscal a dictar la detención del sospechoso es que la víctima presentaba dos lesiones punzantes en el tórax. "Una de ellas le perforó el ventrículo derecho y tendría entidad para haberle causado la muerte", consignó Balbis.
Según fuentes policiales, había elementos estrechos que vinculaban al homicidio de Galetti, tanto por informes del geolocalizados de la Fiat Fiorino incinerada, declaraciones de testigos y el relevamiento de cámaras públicas y privadas. Lo curioso para la Fiscalía es que tanto para la familia como allegados a la víctima "no había evidencias de la relación que podrían haber mantenido entre ambos".
"La única investigación que tenemos sobre esta persona es que no está acreditada una relación estrecha, ya que la familia de la víctima desconoce la existencia y cualquier tipo de contacto de Galetti con el sospechoso", aclaró Balbis.
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El móvil del homicidio es un un misterio
Si bien el pasado 15 de enero el abogado de la víctima, Luis Rossini, había declarado en declaraciones radiales que el crimen había sido cometido "por un ajuste de cuentas", a la pesquisa no le consta esa versión por el momento. "No sabemos de dónde surge esa versión, pero por la modalidad en la que se cometió da cuenta que había un conflicto más grande", evaluó.
Lo que más le llamó la atención al fiscal es que el presunto homicida se mudó el pasado 25 de enero a las 22 y apenas se llevó escasas pertenencias, entre ellas un sofá y algunos teléfonos celulares junto a chips de telefonía. Se fue de Saavedra al 800 a Fray Luis Beltrán 1487 junto a su pareja e hijos de manera "intempestiva".
Además, la pericia llevada a cabo con luminol en sillón en cuestión y en el garage de la casa de calle Saavedra arrojó datos contundentes en cuando a los restos de sangre lavada, presumiblemente con una hidrolavadora. "Había rastros que indicaban que el sillón pudo haber sido lavado, y que el resultado de las mismas pruebas practicadas en el garage de ese domicilio fue categórica en cuanto a los restos de sangre", reveló el fiscal.
Por lo pronto, al principal sospechoso se le formó una causa por el delito de homicidio calificado, mientras que la audiencia imputativa sería realizada durante el transcurso del fin de semana. También se secuestró el sillón y una hidrolavadora entre otros objetos de interés para la causa.