Un muchacho de 26 años fue asesinado a balazos el mediodía de ayer en inmediaciones de Virasoro y Constitución, en la denominada villa San Francisquito, y hasta el cierre de esta edición se desconocía el autor y el móvil del hecho.
Un muchacho de 26 años fue asesinado a balazos el mediodía de ayer en inmediaciones de Virasoro y Constitución, en la denominada villa San Francisquito, y hasta el cierre de esta edición se desconocía el autor y el móvil del hecho.
Según fuentes policiales el ataque ocurrió alrededor de las 12.30 cuando Lucas Jesús Sánchez, afincado en Valparaíso al 2600, se encontraba en el humilde caserío que se levanta detrás del Mercado de Productores cuando por razones que se desconocen fue atacado a balazos cayendo malherido al piso.
En un auto particular, allegados a la víctima lo trasladaron al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez donde le diagnosticaron múltiples heridas de arma de fuego que le afectaron distintos órganos vitales por lo que fue derivado al quirófano. Sin embargo, a pesar del esfuerzo médico el joven falleció pasadas las 15.15.
En la investigación del hecho participaban anoche agentes de la comisaría 18ª, el Gabinete Criminalístico de la PDI y el fiscal Rafael Coria, quien dispuso que se remita el cuerpo al Instituto Médico Legal para la autopsia de rigor y se recaben los testimonios posibles en la zona donde se cometió el crimen. En ese orden se supo que en la zona de Virasoro y Constitución fueron secuestrados un revólver calibre 22 y una moto que sería de la víctima y que serán enviados a pericias.
Respecto de la víctima, fuentes policiales aseguraron ayer que "tenía antecedentes por robos calificados" y recordaron que en enero de 2010 fue acusado de ser uno de los ladrones que atacaron en Lavalle y Rueda a tres personas que circulaban a bordo de un Fiat Duna y que fueron amenazados con un arma de fuego para que detengan la marcha. Tras ello los despojaron de sus pertenencias pero un móvil del Comando Radioeléctrico que atinó a pasar por el lugar pudo apresar a dos de los maleantes, uno de los cuales era Sánchez, quien tenía en su poder un revólver calibre 32 con tres vainas servidas y tres balas intactas. El otro detenido era un menos de 17 años sólo identificado como Mauricio Ezequiel A.