Que vuelvan los hinchas visitantes. Sería la mejor noticia para Central. Porque cuando se aleja de Arroyito, del apoyo de su gente, hace agua por todos lados. La excursión a Santa Fe no fue la excepción a la regla y cayó 2-1 ante Colón, en un partido que el local vivió como una final y tuvo todos los condimentos que sostienen eso mismo: mucha lucha, un penal de Quintana, Komar expulsado, gol en contra anulado, muchas bajas y el VAR protagonista.
La contraposición de necesidades, uno en la pelea por no descender y el otro para seguir abrazando la zona de copas, influyó en un tramo inicial de fricción y poco juego, pero con un Central colado en campo rival, con Ignacio Malcorra y Jaminton Campaz activos, asociados y siendo eje de las primeras arremetidas.
Colón lucía dormido, salvo por la inteligencia y la visión de juego de Rubén Botta que mostraba algunos destellos de aquel brillo que supo tener en Tigre y lo catapultó a Europa. El sabalero emparejó la balanza y estuvo cerca de abrir el marcador a los 17’, cuando Santiago Pierotti se escapó a la espalda de Coyote Rodríguez, mandó un pase rasante a Wanchope Ábila, pero el cierre de Mallo y con Jorge Broun muy atento, ahogaron el grito de gol. Una señal de alerta.
Central no apretaba en la salida rival, invitaba al sabalero a adelantarse y le dejaba mover la pelota a su gusto. Malcorra ya no la agarraba y la generación de juego estaba obstruida. No había peligrosidad contra el arco de Chicco, hasta que Damián Martínez se animó de afuera con un bombazo pero el travesaño se vistió de enemigo y le prohibió al canalla ponerse arriba a los 30’.
#CopaDeLaLiga 2023 | Fecha 4 | resumen de Colón - Rosario Central
Se tornó un partido de situaciones aisladas, pero Central entendió que el negocio estaba en apretar en la salida al doble cinco del paraguayo Angel Cardozo y Favio Alvarez, que tenían todas las dudas juntas a la hora de trasladar la pelota. Cuando el primer tiempo estaba por ser historia, un centro de Botta terminó con Coyote Rodríguez metiéndola en contra, pero un offside (con chequeo de VAR mediante) de Abila le dio otra vida al paraguayo, que venía teniendo un partido de pesadilla. Fue la última y el árbitro Echavarría dijo basta.
El segundo tiempo no podía arrancar peor para Central. Escena dantesca y con una seguidilla de horrores y regalos. Agustín Toledo primero comete una falta, después se la regala a Abila, Komar corta abajo a Botta, la pelota le cae a Quintana y este se la entrega servida a Galván que no tiene más que colocarla para poner el 1-0 de Colón a los 48’. Un trabalenguas tan enredado como lo que hizo Central.
De lo relatado se puede rescatar que sirvió para despertar a Central de un cachetazo. Primero, una interesante combinación entre el ingresado Agustín Sández, Malcorra y Campaz casi termina en gol del Bicho si no fuera porque otra vez el travesaño apareció en escena. Pero fue un anticipo. A los 58’, tiro de esquina canalla, el 10 la mandó al área, Garcés despejó corto y le pegó a Pierotti en la espalda, la pelota quedó jugable y entre pifias apareció Damián Martínez para empujarla y clavar el 1-1 auriazul. Rápida respuesta.
Cuando Central estaba en su mejor momento, como siempre, se complicó solito. Pierotti se fue sólo ante Broun, definió por arriba de Fatura, Komar la rozó con la mano y Echavarría lo expulsó (polémicamente), previo chequeo del VAR.
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El equipo de Russo acusó recibo, cedió terreno y el subibaja emocional empezó a jugar para el local que se envalentonó con el apoyo de sus hinchas. Central estaba para el mazazo. Y la casa terminó cayendo. En una pelota cruzada, Quintana manoteó levemente a Pierotti y Echavarría compró. Penal, Botta cambió por gol y Colón pasó arriba a los 83’.
Central iba con lo que podía, con un activo Cervera que había entrado para darle aire al ataque, con Quiñones tratando de ordenar un mediocampo descompensado, y con Campaz de punta de lanza. No le dio el aire ni las ideas. Por abajo iba a ser muy difícil en inferioridad numérica. La salvación, el milagro podía llegar sólo por arriba. Así se fue la última. Falta a Campaz, centro de Malcorra muy recto al arco y suerte echada. Para Colón fue una final y sin sobrarle nada la jugó como tal. Central jugó de a ratos y fue preso de sus errores ya normales de visitante. Dos caras que no terminan de ser una. Afuera se le siguen escapando los puntos y al final de cuentas puede pagarlo caro.