Asomaba como el último tren para no quedarse demasiado lejos de todos los objetivos trazados en la partida. Como esa chance postrera que el fútbol siempre sabe regalar sin reparar demasiado en los merecimientos. Cuando restan dos fechas para terminar la zona de grupos de la Copa de la Liga, a este Newell’s le pasó por delante una nueva oportunidad, en su casa y ante un rival angustiado por sus necesidades que había llegado a Rosario en puestos de descenso, y otra vez no le pudo sacar réditos. Por eso, la caída 1-0 ante Sarmiento en el Coloso, con gol de Kaprof para el verde se transformó en otro duro revés para un equipo que nunca encontró la dosis de regularidad necesaria para darle sustento a sus pretensiones, y para estar a la altura de las expectativas que generó en el inicio del ciclo que comanda Gabriel Heinze. Que ante los juninenses terminó en silbidos y cantos de hartazgo contra el técnico, como nunca antes.
Así, con otra performance de vuelo muy bajo, dio otro paso atrás en esta competencia en la que nunca se pudo calzar la vestimenta de competidor confiable. Este Newell’s quedó enturbiado y sometido por sus propias vacilaciones, por sus propias dudas, esas que nunca pudo sepultar dentro del campo de juego. Esas que siempre lo condicionaron y le jugaron en contra. Esas que lo nublaron ante un rival en zona de descenso.
Arrancó el partido con Newell’s intentando atacar y Panchito González tratando de sacar provecho de su picardía y su dinámica desde la derecha. En los primeros minutos era lo más incisivo de la lepra y se animaba a buscar a Sordo con pelotazos cruzados que desnudaban algunos huecos. Y May salia a buscar sus pelotas cuando no le llegaban claras. A los 11`, salió Sordo por lesión y le anularon un gol al local por posición adelantada de May. El dueño de casa empujaba con más coraje que ideas pero estaba mucho más cerca de quebrar la paridad de arranque. Balzi se ubicó en la misma zona de Sordo, por izquierda. Y a los 17’, volvió a rematar González y contuvo Devecchi. Panchito seguía siendo el que más insinuaba. Y el único que lo acompañaba era May. El resto lucía en otra frecuencia.
La gente se fastidiaba con algunos toques atrás de Sforza, con la falta de quite y de creación del medio, y con algunas dudas en salidas desde el fondo. La paciencia, claramente, era muy poca. A los 35’, Panchito volvió a mostrar su pimienta con un disparo cruzado que se fue cerca del palo derecho del uno del verde. Y May estuvo cerca también, a los 37`, con una avivada desde el piso. Un remate muy alto de Balzi fue el campanazo de cierre de una etapa muy chata. Newell’s necesitaba un gol para serenarse y en los 45’ iniciales no lo consiguió. Y esos nervios podían llegar a conspirar más adelante. Y así fue.
El complemento comenzó con el dueño de casa exponiendo esas urgencias. Y los nervios le ganaban la pulseada a todos. Eso se relejó en el pelotazo atrás de Glavinovich de larga distancia que casi termina en gol en contra. A los 2’, May estuvo cerca con un cabezazo que lamió el vertical derecho. Panchito se estacionó por izquierda, pero Newell’s seguía si poder tomar riendas del partido A los 10’, se empezaron a escuchar cantos de las tribunas “ponga huevos Newell’s , ponga huevos”. Aumentaba la tensión y el equipo de Heinze no encontraba claridad. A los 13’, Velázquez tuvo una de cabeza tras un córner, que se fue cerca del horizontal. La lepra tenía que acertar una y estaba ahí, merodeando. Pero siempre cerca de la imprecisión. Las entradas de Recalde y Méndez buscaron apuntalar una búsqueda acelerada que nunca se verificó en cancha. El clima del contexto empeoró todavía más, a los 21’ con el gol de Sarmiento, que llegó a través de una falla de la contención del local. Pared con Marinelli y una gran definición de Kaprof que clavó un golazo para la visita, que fue una daga para la lepra. Fue un golpazo, uno más de estos que viene sufriendo cada vez más seguido en el Parque. Es que este Newell’s perdió hasta su coraza de protección en el Coloso. Los ingresos de Pablo Pérez y Vangioni tampoco pudieron dar vuelta la historia. Y la gente, ante esta pobre puesta en escena, ente expresó toda su bronca cantando por primera vez “Andate Heinze …”, algo que nunca antes había ocurrido .
Así, Newell’s no pudo subirse al último vagón. Otra vez, el conjunto de Heinze volvió a atentar contra sus propias ambiciones. Esas que construye y tira abajo en cada paso, en cada compromiso. Difícilmente la Copa de la Liga le permita engancharse de nuevo a este viaje cada vez más tormentoso… Se reprochará mucho tantas ocasiones dilapidadas, por su gran culpa.
El #Verde logró un triunfo ante la #Lepra para salir del fondo | #Newells 0-1 #Sarmiento | Resumen