¿Te preocupó la molestia que sufriste y por la que debiste realizarte un estudio?
¿Te preocupó la molestia que sufriste y por la que debiste realizarte un estudio?
-Cuando no puedo entrenar me siento un poco inútil y a mí me gusta sentirme útil no sólo en el fútbol, sino en cualquier cosa. Me jode, pero son gajes del oficio, cosas que pueden pasar y a las que estamos expuestos.
-¿Cómo es un día de Lequi?
-Muy normal. Me levanto temprano para ir a entrenar, cosa que adoro y que no me puede faltar. Después vuelvo, estoy en casa con la familia, con los amigos, aunque desde que volví a Central es imposible despejarme del fútbol porque estoy todo el tiempo pensando en lo que tenemos que hacer el domingo, pero más allá de eso intento aislarme de la presión y centrarme en otras cosas. Igual, una vez que nació mi hija, todo lo demás que haga en mi vida pasó a ser secundario.
-¿Te considerás un tipo tolerante o sos de pocas pulgas, como suele decirse?
-Soy un tipo que entiende que no todo el mundo tiene la obligación de pensar como uno. Entiendo que se pueden tener distintas opiniones, que tengo que respetarlas pero no compartirlas. Cuando era más chico era menos tolerante, pero con los años entendí que vivir en sociedad requiere eso, ser más tolerante, saber de que todos podemos pensar distinto.
-¿Sentís que en este último tiempo en la sociedad se perdió la tolerancia hacia el otro y eso se ve mucho en política?
-Pasa que a nivel nacional hay una realidad y es que en los últimos años todo lo que no sea peronismo fue difícil dejarlo gobernar. Estoy con este gobierno, me gusta lo que está haciendo. Me fui en 2001, cuando Rosario parecía una ciudad fantasma y ahora vuelvo en 2011 y la noto totalmente cambiada. Más allá de que todos cometemos errores esta gente hizo cosas para salir adelante de una crisis importante, amén de errores que puedan cometer. Es un país muy difícil a nivel político. Un país con muchos intereses, muy corrupto y creo que este gobierno antes de que le pisen la cabeza, trata de pisársela a los demás.
-No hace falta preguntarte de que estás convencido del rumbo que tiene el país.
-A mí me gusta. Soy un tipo que cree que tiene que ayudar al que no tiene. No veo mal que el que más tiene pague más impuestos. Este país lamentablemente hasta hace poco fue gobernado por una corporación muy grande. Estatizar y generar políticas nacionales como se está viendo en Sudámerica es algo que me gusta.
-Con lo que decís es fácil saber a quién votaste en las últimas elecciones.
-Sí, es fácil. De todas formas en Rosario creo que el socialismo tampoco lo hizo tan mal, sobre todo desde el punto de vista de la salud. Creo que la ciudad podría estar aún más linda, pero voté un proyecto que desde mi punto de vista fue positivo para la Argentina.
-¿Qué te dejaron los años que viviste en Europa?
-Los argentinos somos muy egocéntricos. Entonces cuando llegamos a otro lado pensando que somos mejores y más vivos que todo el mundo. Lo que me dejó el paso por Europa es que hay muchas otras culturas más instruidas. Ahí vuelvo a lo que te decía antes en el tema de la tolerancia. El vivir afuera me enseñó a formarme como ciudadano. Discrepo también de muchas cosas porque mi país tiene otras bondades que en otras partes no hay. Allá se rigen mucho por leyes, pero para mi gusto son demasiadas. Lo que más rescato es saber que no somos los únicos ni los mejores.
-¿Leés y mirás muchas cosas de fútbol?
-Sí, porque me apasiona lo que hago. Sin perder de vista que no quiero sobrepasar el límite, pero lo que hago me encanta y creo que voy a estar siempre ligado a esto. Me gusta el fútbol, el ambiente, la presión y que exijan. Vivo y amo esto.
-¿Qué otras cosas te mueven más allá del fútbol?
-Soy un tipo muy tranquilo. Me gusta pasarla bien con mis amigos, aunque con una mano me sobran algunos dedos para contar a mis amigos, amigos. Disfruto estar tranquilo, comer un asado en casa. Soy un tipo que no me muevo mucho de mi casa.
-¿Hay mucha diferencia entre un jugador europeo y un argentino en cuanto a modos de vida, idiosincrasia o personalidad?
-Hay mucha diferencia. Al tipo que sale de Argentina por lo general le faltaron muchas cosas. Vengo de una clase media normal, pero hay otros que vienen de clases bajas y en España casi todos ya vienen acomodados, tienen sus estudios. Ahora volví y verlos vestidos y peinados como los vi no me gustó. Viven pensando en el dinero, en el auto nuevo. El que mantiene los pies sobre la tierra valora mucho más lo que tiene.
-¿Los periodistas son de preguntar cosas obvias y sin argumentos?
-Soy un tipo que respeta el trabajo del periodista y sé que es su laburo, por eso pocas veces me niego a dar una nota. Sí creo que a veces el rol de periodista se extralimita. Pienso que para dar una noticia hay que hablar sobre cosas firmes y no sobre supuestos y cuando eso pasa me molesta. Respeto el laburo y nosotros vivimos del periodismo. No podemos negar que hay jugadores que se venden porque el periodismo influye mucho. El periodismo te levanta o te baja cuando quiere, por eso no podemos negar que nosotros necesitamos del periodismo para progresar en nuestra carrera. El que no entiende eso está errado, el que pone cara de culo está errado. Sabemos que hay periodistas que tienen mala leche y otros que no, pero no por ese que tiene mala leche vamos a poner a todos en la misma bolsa. Nosotros necesitamos del periodista tanto como el periodista de nosotros.
-¿No creés que los jugadores son de contestar generalmente siempre las mismas cosas?
-Lo que pasa es que cuando hablás de fútbol es difícil porque se gira siempre sobre los mismos temas, por eso cuesta sacarse el casete. De todas formas ese casete muchas veces viene porque no se tiene el coeficiente intelectual para poder explayarse como a uno le gustaría. Esto tiene que ver con lo te decía antes sobre el lugar de donde vienen y a veces con pocas palabras intentan decirte algo que ni ellos quieren decir.
-¿Qué cosas te ponen mal, tanto en el fútbol como en la vida?
-Me ponen muy mal las injusticias. Soy un tipo muy derecho y conservo lo que es la palabra. Para mí la palabra vale mucho más que una firma y el tipo que no tiene palabra y me miente en la cara no me gusta. La persona falsa me molesta mucho, pese a que el ambiente en el que vivimos es muy hipócrita. Una sola vez no cumplí mi palabra y fue hace poco, cuando se la había dado al presidente de Las Palmas, pero me llamó Central y para mí Central era prioridad número uno. Fue la única vez que no cumplí mi palabra y hasta hoy le sigo pidiendo disculpas al tipo.
-¿La inseguridad es un mal tan grave como muchos dicen o es una sensación como algunos consideran?
-La inseguridad está, no se puede negar y hay gente que la sufre. Las precauciones las tomo y mi familia hace lo mismo. También siento que desde cierto sector se quiere agrandar mucho lo que sucede. De todas formas no niego que está ahí.
-¿Cuántos años de carrera creés que te quedan por delante?
-Hasta que me dé el físico. No soy un tipo que me ponga límites. Cuando considere que le estoy haciendo mal al equipo en el que esté será el momento de abandonar. Mientras tenga ganas voy a seguir, ojalá sea hasta los 40.
-Hablaste de que tenés pocos amigos. ¿El fútbol es un ambiente muy jodido para conseguirlos?
-En el fútbol es muy difícil porque hoy estás acá y mañana estás a 14 mil kilómetros. Mantengo un sola relación hasta el momento, que es con Pablo Contreras, y después algunos chicos con los que estuve en River. En mi vida en general tengo pocos amigos. Los mejores son mis hermanos y un amigo de la vida.
-¿Hubo algún jugador que de pibe hayas tenido como espejo?
-Sí. Me quedaron muchas cosas de Juan (Pizzi), del Chacho y de Yepes en River. No tanto a nivel futbolístico, sino a la hora de manejarse en un grupo. Siempre pensé que iba a llegar el momento de los 30 años y de tener que hablar. Eso sí, hablar poco y en los momentos determinados. Hablar por hablar no sirve.
-Hablando de hablar, no hablamos de Central.
-De Central hace cuatro meses que hablo todos los días, pero podemos hablar largo y tendido. Sabemos cuál es el objetivo y sueño con ese junio, con ese mayo... Ojalá sea en abril. Lo sueño desde hace siete meses.
-¿Estás convencido de que van a ascender?
-Estoy convencido desde que vine y el sueño no me lo quita nadie. Me imagino el Gigante repleto, dando la vuelta... Me imagino todo, aunque no sé cómo voy a reaccionar en ese momento.
-Tres razones por las que estás convencido de que lo van a lograr.
-Por el grupo primero, por el cuerpo técnico segundo y por el apoyo de la gente que tenemos. Son, en ese orden, tres cosas fundamentales para lograr el ascenso a la primera división.