Uno de los juveniles que hizo debutar Adrián Taffarel fue Marcos Portillo. El volante de 21 años tuvo que remarla bastante para tener este presente. “Soy de Villa Banana” dice con mucho orgullo. “En mi barrio aprendí todo de la vida.” expresó con mucha madurez. Este año, en lo futbolístico fue el más importante de su vida. Le hizo un gol en reserva a Central, firmó su primer contrato profesional, convirtió el tanto del triunfo en la histórica final de 4ª división ante Racing que Newell’s ganó 1 a 0 con nueve jugadores y se estrenó en primera ante San Lorenzo en la última fecha del torneo.
¿Cuándo tocaste una pelota por primera vez?
No recuerdo una fecha exacta de cuando tuve mi primer contacto con la pelota. Porque si me pongo a mirar tengo fotos de bebé con una pelota y en el caminador lo mismo. Mi primer regalo y el juguete más lindo siempre la pelota.
¿En qué clubes jugaste antes de venir a Newell’s?
Siempre lo hice en clubes de barrio como Centro Municipal 19, Nuestra Señora de la Salud y Deportivo Rosario. Quizás me esté olvidando de alguno. Después en el baby lo hice en Tiro Federal donde me quedé hasta 2014. Luego, en 2015, estuve un año en Unión de Alvarez para tener otro tipo de competencia y a fines de ese año me vine a probar a Newell’s.
¿Qué recordás de aquella primera prueba?
Fue un poco gracioso la primera vez que fui. No tenía idea cuando eran las pruebas así que me fui un día cualquiera. Caí a entrenar con los botines, mi camiseta de Newell’s pero me mandaron de vuelta y me dieron la fecha para venir a probarme. Ese día había muchos chicos y el que estaba mirando la práctica era Hernán Llano. Hacía una evaluación una vez por vez y después de tres o cuatro veces que fui me dijeron que me iban a fichar en el club.
¿Qué sensaciones tuviste cuando te confirmaron que iba a ser jugador del club?
Si. Soy muy fanático de Newell’s. Es más tengo un tatuaje de la lepra. A esa última prueba me había llevado mi mamá y apenas me enteré que tenía que firmar para el club fui corriendo a abrazarla.
¿Cómo se compone tu familia y de qué barrio sos?
Mi mamá se llama Evangelina y mi papá Mariano. Tengo dos hermanos: Emanuel y Celeste. Tengo una hija que se llama Olivia Catalina que tiene un año y siete meses, y mi mujer se llama Celeste. Soy de Villa Banana. En mi barrio aprendí todo de la vida. Seguimos viviendo en el mismo barrio. El día de mañana no sé. Pero mis viejos seguramente se van a quedar acá en el barrio porque tienen todo acá, los conocen todos y supongo que no se van a querer ir.
En tu primer año en Newell’s, en 7ª AFA, lo tuviste a Taffarel como técnico.
Sí. La verdad que es algo que no se da mucho. Que mi primer entrenador en el club en inferiores sea el mismo que me haga debutar. A Taffa siempre lo voy a tener en mente porque fue el primero que confió en mi para jugar en primera.
¿Te adaptaste bien a la categoría 2000?
Al principio me costó porque ya era un grupo armado. Me fui metiendo más con los chicos de Rosario como Leo Achaval, Gastón Fernández y Luciano Cáceres que llegó de Tiro Federal conmigo. Luego de algunos partidos fui ganando confianza con todos y fue mucho más fácil.
¿Qué recuerdos te traen los clásicos?
Por suerte gané más de los que perdí. Un recuerdo imborrable fue el que jugamos en reserva este año que empatamos 1 a 1 y tuve la suerte de hacer gol. Lo viví con mucha intensidad porque además se jugó en el Coloso.
¿Qué clase de jugador sos?
La palabra justa es que soy un volante mixto. Porque soy un jugador que puede recuperar como a la vez jugar para adelante ya sea filtrando un pase o gambeteando. Y por ahí me está faltando tener un poco más de continuidad en el juego que es algo que estoy mejorando con entrenamientos en doble turno porque en primera esas lagunas se notan mucho.
¿Qué significó el título de 4ª de AFA y el gol?
Te soy sincero. No sentí ese campeonato tan propio porque jugué solamente los últimos 20 minutos de aquella final. Me alegra haber colaborado porque el resto de los chicos la peleó bastante. En el partido 11 contra 11 fuimos superiores. Cuando nos expulsan a los dos jugadores seguía teniendo fe porque sabía que una me iba a quedar porque Racing estaba atacando mucho y se desprotegía atrás.
¿Cuáles son tus objetivos para 2022?
Afianzarme en la primera de Newell’s y todavía me queda el sueño de poder jugar en el Coloso con gente y con el estadio lleno.