Es diciembre. Es fin de año. Pero para Las Leonas es el principio. La vuelta a la competencia del más alto nivel después de un año no tan bueno y con nuevo entrenador. En el Estadio Mundialista de Rosario, hoy, a las 21 (TV Pública), Argentina debuta ante Gran Bretaña en el inicio de la Ronda Final de la Liga Mundial, instancia en la que compiten los mejores ocho equipos del mundo. “No sé si la Liga Mundial es una preparación hacia los Juegos Olímpicos de Río 2016, sí creo que es un inicio, todos la queremos ganar. Nosotros (este cuerpo técnico) empezamos hace poco y estamos encontrando cosas en el equipo, hay cosas nuevas. Jugamos para ganar y ojalá podamos hacerlo”, dijo el flamente DT Gabriel Minadeo, ayer en conferencia de prensa. A pesar del poco tiempo de trabajo (asumió en octubre), no les escapó a las exigencias que por naturaleza pesan sobre Las Leonas.
El 2015 no fue el mejor año para el equipo albiceleste. Por lesiones graves, resultados que no estaban en los planes, renuncias de jugadoras y también del entrenador Santiago Capurro, la temporada se hizo cuesta arriba. Además, el seleccionado atraviesa un recambio generacional, por lo que ningún torneo les resulta sencillo. Sin embargo, Rosario apareció en el horizonte como una nueva plataforma para recuperarse en tiempo y forma: para renovar las energías. El año pasado les sucedió algo similar. A pesar de haber ganado el bronce en el Mundial de Holanda, problemas extradeportivos fragmentaron al grupo y ocasionaron momentos tensos. Al final de 2014 (entonces con Capurro debutando en el banco) alinearon los planetas y se consagraron campeonas de Champions Trophy en Mendoza. La ocasión sirvió como cierre ideal para la brillante carrera de una hija dilecta de esta ciudad, Luciana Aymar (hoy dará una conferencia de prensa previa al partido de Argentina), la mejor jugadora de todos los tiempos.
Este presente viene con vientos similares, de aire fresco. Hay que oxigenar: “Desde que asumimos empezamos con una propuesta: las individualidades que tiene Argentina es una de las cosas a explotar, no las tiene casi ningún país. Entonces esto fue ir proponiendo cosas de menor a mayor. Jugamos siete amistosos y en todos hemos ganado distintas cosas. Lo bueno es que nos da confianza a todos, las chicas saben que lo pueden hacer, se dieron cuenta y estamos más que satisfechos, ojalá en el torneo se vea plasmado. Esto nos da para crecer pensando en los JJOO”, graficó Minadeo. El DT, quien ya tuvo su etapa al frente del equipo entre 2005 y 2008, habló de la presión que suele tener el seleccionado, pero sin desesperarse ante la falta de resultados: “He tenido un recorrido grande desde el año 2000 (como ayundante de Sergio Vigil) y siempre esa exigencia fue aumentando. Creo que vivimos en un país muy existista y una vez que sos primero, ser segundo o tercero parece que no fuera tan bueno. Esto hace que estas chicas o cuerpo técnico tengan una mochila que se te hace bastante pesada. No es fácil jugar en este equipo, que además es joven y que está hasta pensado para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”.
Sobre el rival de esta noche, Minadeo señaló: “Gran Bretaña creció mucho, viene de ganar el Europeo y el Preolímpico en Valencia. Es un equipo muy duro y es muy bueno lo que hacen, pero creo que la clave de Argentina es la paciencia que tenemos que tener con la bocha y como les dije a las chicas, la diferencia estará en las manos. Entonces no hay que desesperarse, más allá de planificar un montón de cosas”.
Rosario es un sitio especial para Las Leonas. En 2010 conocieron la gloria ecuménica al consagrarse en el mismísimo Estadio Mundialista. Desde entonces, hay un vínculo inquebrantable: “Siempre nos motiva jugar en casa con nuestra gente, se sienten mucho y particularmente me pasa que cada vez que el micro va llegando al estadio tengo recuerdos muy lindos, siempre”, se sinceró con una sonrisa inocultable la capitana Carla Rebecchi. La arquera Belén Succi, siguió en este sentido: “Siempre que venimos acá sentimos la localía. Algo tenemos nosotras, y es esa garra que siempre sacamos, como extra y la localía saca lo mejor de nosotras. Estamos trabajando demasiado bien y encaramos muy bien esta Liga Mundial”.
Parece que el temblor pasó para Las Leonas. Por eso se esperanzan con este presente. Rebecchi lo explicó bien: “Nos gusta estar en lo más alto. Obviamente que este año tuvimos resultados diferentes a los que estamos acostumbradas, pero se dieron muchos cambios y ahora nos sentimos mejor. El grupo pasó por un montón de cambios y finalmente llegamos en un buen momento. Desde mi lado trato de transmitir los valores que a mí me transmitieron y que son importantes para el equipo”.
Es hora de volver a empezar. Es hora de que Las Leonas vuelvan a salir a la cancha. Renovadas, unidas y en busca de su mejor versión. El de esta noche puede ser un buen primer paso.