Ni Reinaldo Lenis ni Héctor Canteros. Ahora la mirada está puesta en otros jugadores que figuran en la lista de opciones que tiene el entrenador Héctor Bidoglio. El quid de la cuestión en todo esto es que la dirigencia gastó toda la energía y, sobre todo, el tiempo en dos futbolistas —sobre todo en el colombiano— que al final no llegaron como refuerzos. Por supuesto que ante esta definición surgieron otros apellidos que fueron acercados al Parque, como Juan Manuel Martínez. El ex Boca viene de jugar en Agropecuario Argentino, pero en principio no interesaría. También surgió Kevin Ramírez, de Nacional de Uruguay.
Por el que más fuerza hizo Newell's fue por Lenis, cuya negociación se estiró por varias semanas. Y las voces oficiales indicaban que había muchas chances de que fuera jugador leproso, hasta que ayer el colombiano se decidió por recalar en Banfield y así le puso fin a la novela.
El atacante tenía el pase en su poder y las pretensiones económicas "eran elevadas para sortear el análisis del juez Fabián Bellizia y lograr la aprobación de su contratación".
"El volante firmó el contrato este lunes al mediodía (por ayer) por 18 meses. El último año jugó en Atlético Nacional, pero su pase pertenecía al Sport Recife de Brasil, quien lo cedió a préstamo", indicó la entidad del Taladro ayer en sus redes sociales sobre el refuerzo que sumó Hernán Crespo para la temporada.
En cuanto a los jugadores que ahora deberán analizar e intentar sumar al plantel de Bidoglio uno que suena es el atacante Kevin Ramírez (24 años), quien tiene vínculo con la entidad uruguaya hasta fin de año. Por supuesto que lo que pretende la lepra es lograr un préstamo, que es lo único que podría superar el control judicial.
Newell's está a sólo doce días del debut en la Superliga, que será nada menos que ante el Boca de Gustavo Alfaro y todas sus "estrellas". Y aún Bidoglio sigue esperando el resto de los refuerzos (o al menos un cinco mixto) que le solicitó a la dirigencia y, además, al director deportivo Sebastián Peratta. Claro que ya tiene a Maximiliano Rodríguez y al uruguayo Angelo Gabrielli, pero pidió un atacante para cubrir el hueco que dejó vacante la partida de Fértoli.
La venta del Rayo tal vez permita hacer más sencilla la búsqueda y resolver el principal obstáculo: lo económico.