Las apuestas de los técnicos suelen evaluarse por la respuesta que los jugadores dan dentro de la cancha. El primer gol de Central tuvo la intervención de tres futbolistas por los que el Kily se la jugó en la semana: Marco Ruben, Nicolás Ferreyra (se metió entre los once por una baja a último momento) y Damián Martínez. Y el segundo, el de la sentencia, fue obra de Martín Rabuñal, otro de los que hizo su aparición en el equipo, aunque fue ingresando desde el banco. Por todo eso, además del triunfo, claro está, el técnico se fue tranquilo anoche del Gigante, satisfecho por los tres puntos que lo harán trabajar con mayor calma después de una semana difícil, pero sabiendo que aquellos jugadores que recibieron su bendición para este partido le tendieron una mano.