Gabriel Heinze, fiel a su postura, manifestó que la derrota frente a Estudiantes no significa ningún quiebre en su ciclo al frente del equipo, a una semana del clásico. “Lo que me va a acercar o a alejar es el cariño de la gente”, planteó el entrenador de Newell's, acerca del única motivo que puede definir su futuro.
“Si es solamente por el resultado, perderé y me iré, me echarán. Y si ganaré, me quedaré. Cada vez que yo decidí venir a esta institución, fueron decisiones que las tomé con el corazón”, señaló.
“Esto puede pasar el fin de semana (por la posibilidad de no continuar). Pero hay algo más importante. Lo que me va a acercar o a alejar es el cariño de la gente, que es lo que más me pesa. Y yo el cariño lo puse en juego desde el primer día que vine, como futbolista y ahora como entrenador. No hablo de respeto, porque la gente me respeta y yo a ellos también. El cariño lo ponés siempre en juego”, añadió.
“Aparte de lo sentimental, es un privilegio ser el entrenador de Newell's. Te pone en una escala mayor. Voy a estar hasta el último día si es que puedo ayudar a esta institución”, continúo el entrenador rojinegro.
Con respecto al partido frente a Estudiantes, declaró que “el primer tiempo fue parejo, disputado”. Y que a partir de la roja a Guillermo May, “con uno menos te posicionás distinto. Tenés que tratar de cerrar espacios y estar bien posicionado y atacar cuando la recuperás”.
Heinze consideró que Newell’s respondió a su idea de juego desde el inicio de la Copa de la Liga. “Veo que el equipo respeta mis decisiones, que en estos primeros partidos el equipo siempre fue competitivo. Y fue más que el rival. Lo que también te digo es que cuando los resultados son negativos se empiezan a buscar cosas”, manifestó, quien aclaró que “el único responsable” de este presente “es Gabriel Heinze, porque los chicos dan la vida por esta institución”.
Consultado sobre los silbidos que recibió Guillermo Ortiz, manifestó: “Hizo un gran partido. En cuanto a la reacción de la gente, el jugador se debe preparar para eso. A nadie le gusta, pero el futbolista tiene que ser fuerte, porque son cosas que pueden pasar. Lo que le aconsejo es lo que yo hice, creer en mis condiciones, y que jamás me venga a decir alguien algo de lo que yo soy”.