Los incidentes desatados al interior del estadio Madre de Ciudades provocaron reacciones exaltadas de hinchas auriazules, enardecidos y a la vez angustiados por la represión de la policía santiagueña, en una atmósfera agobiante de 40 grados de calor. El problema fue la tardanza en la apertura de las puertas del estadio. Lo que generó una impresionante aglomeración de simpatizantes que pugnaban por moverse. Esperaban hacía una hora y los portones del único acceso dispuesto seguían cerrados casi una hora y media después.
Pasadas las 18 horas abrieron las puertas de la cancha y la multitud canalla comenzó a poblar las tribunas de un estadio que estará repleto a las 21, hora en que el árbitro Nicolás Ramírez dará por iniciada la final entre auriazules y calamares.
En las afueras de la cancha hubo algunas corridas en el ingreso de los hinchas canallas, que denunciaron mala organización. Incluso el campeón del mundo, Angel Di María, repudió los desmanes en los accesos al estadio y el maltrato al público canalla.
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Algunos hinchas se quejaron porque llegaron temprano a hacer la fila para el ingreso, pero la desorganización los relegó. Hubo muchos hinchas descompuestos por estar apretados afuera de la cancha por las altas temperaturas y la mala organización.
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Los hinchas de Central, apretujados en la valla policial a bastante distancia del ingreso al estadio.
"Fue una locura incomprensible. Los policías le empezaron a pegar a la gente con las cachiporras desde los caballos", dijo ya adentro del estadio Gonzalo, un estudiante avanzado de Derecho de la UNR que llegó a mediodía a la capital santiagueña junto a su padre y su hermano. "Fue a eso de las 17.50. Se amontonó mucha gente, a las 18.15 no abrían las puertas y los policías seguían dando a mansalva. Tuvimos que romper un alambre por el costado y escapar para que no nos peguen a nosotros", contó.
"Por suerte zafamos los tres con mi papá y mi hermano y después rompimos una reja para poder entrar. En un segundo control nos pasó lo mismo. No estaban preparados para toda la gente que vino. Fue un desastre, vimos nenes llorando, gente lastimada. Impresentable la organización", le dijo a La Capital.
La organización dispuso que las puertas del estadio se abran a las 18 y como era de esperar a esa hora ya había miles de hinchas esperando por la avenida Diego Maradona, la que destinaron a los simpatizantes de Central.
Pero sin dudas el operativo falló porque a los pocos minutos de abrirse las puertas las quejas de los hinchas se multiplicaron.
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Fabián es un comerciante de repuestos de vehículos que pasó un pésimo momento en los incidentes del acceso. "En un momento había una valla con ocho policías a caballo. A diez metros un segundo retén con caballos. Nunca abrieron las puertas el estadio a las 18 que era cuando decían que iban a abrir. La gente que estaba desde las 17 se amontonó cada vez más, se acumuló contra las vallas y le empezó a tirar cosas a la policía que se vio totalmente superada", comentó.
Según contó a este diario, a las 18.30 no abrían todavía, lo que generaba una tremenda presión en el público canalla. "Le empezaron a dar rebencazos a la gente, se descontrolaron y entraron a pegar. Por suerte nosotros pudimos escapar por el alambrado. Pasamos por otro tejido. Vimos la cara de los policías asustados. Es muy importante cuando se organice un espectáculo de este tipo que se sepa lo que implica. Esta tarde quedó claro que no estaban preparados. Muchos de los policías querían dejar pasar a la gente, se notaba que no querían lío, pero pequeños grupos a caballo empezaron a pegar con cachiporras y rebenques y lastimaron a gente. En un tercer retén pasó exactamente lo mismo", refirió Fabián.
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Las marcas de la represión que se desató en la espalda de un hincha de Central. Desorganización que llevó a desbordes
Central agotó toda la capacidad asignada y así el equipo de Miguel Ángel Russo tendrá un respaldo extraordinario, en busca de una nueva corona, en este caso la Copa de Liga Profesional 2023.
La temperatura en Santiago del Estero ronda los 40 grados y la sensación térmica incluso es superior, lo que no impide que el carnaval canalla se desate en la previa de un sábado que puede ser histórico en Arroyito.
Ya ingresó la gran mayoría de los simpatizantes canallas al estadio Madre de Ciudades y la situación se normalizó.
Entre los hinchas están el Chelito Delgado, Paulo Ferrari, Germán Herrera y el Kily González, entre otros.
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Los primeros hinchas canallas en el Madre de Ciudades.