Finalista olímpico en Londres 2012 y medallista panamericano, el anillista rosarino Federico Molinari es un referente en lo suyo y su fama lo llevó a mostrar su destreza en distintos programas de televisión, como en “Combate” y “Bailando por un sueño”. En la pantalla supo encandilar por sus destrezas, pero esta vez el ex atleta quedó en el centro de la escena por una noticia que convulsionó al mundo de la gimnasia artística y al deporte argentino en general. Fue denunciado junto a su mujer Paula Cancio por grooming, en relación a la trata de personas y pornografía infantil, en el Departamento Judicial de San Isidro, según consta en la denuncia de la fiscalía. La acusación formal data del 13 de marzo y tras la misma el laureado atleta y su esposa fueron suspendidos de la Federación Bonaerense de Gimnasia.
Molinari, nacido en Rosario pero criado en la ciudad santafesina de San Jorge, fue denunciado por acoso a una menor de edad que era alumna en una de sus escuelas. La acusación data del 13 de marzo y tras la misma el ex atleta y su esposa fueron suspendidos por la Federación Bonaerense de Gimnasia. La investigación está radicada en la Fiscalía especializada en delitos conexos a la trata de personas y Pornografía Infantil del Departamento Judicial de San Isidro.
Según el medio Infobae, quien radicó la denuncia fue la madre de la joven gimnasta de 17 años. La mujer especificó que el grooming por Federico Molinari habría comenzado en 2020 a través de las redes sociales. La progenitora de la menor detalla que son de Mendoza y viajaron a Buenos Aires para que la adolescente se desarrollara en la actividad y comenzó a trabajar en el gimnasio de Molinari en Martínez, bajo la tutela de la pareja del deportista olímpico.
En la denuncia contra el deportista, la madre de la supuesta víctima asegura que los primeros mensajes vía Instagram (desde la cuenta del propio Federico Molinari o desde el Instituto donde le daba clases) habrían sido de tono más inocente para luego pasar a la fase de acoso que detalló en su testimonio, ya sea haciendo comentarios sobre los posteos de la joven, hablándole sobre sus salidas durante el fin de semana o con dos episodios más explícitos.
Los mensajes de índole sexual fueron enviados desde febrero de 2021, siete meses después de que la joven comenzara a asistir al establecimiento, cuando tenía apenas 15 años. En su momento, la madre de la gimnasta pidió que le asignen un nuevo profesor, a lo que su hija fue derivada a Cancio, quien comenzó a maltratarla y la marginó de múltiples entrenamientos. Además, la denunciante también acusó a Molinari de agarrarle la cintura y guiñarle el ojo en una ocasión.
En uno de los mensajes, Molinari le habría escrito: “Cómo agitaste al público, te llevaste todas las miradas, incluso la mía”. Y en otro se habría hecho presente en una clase en la que habría chocado el puño de cada una de las alumnas menos el de M., a la que habría tomado de la cintura y saludado con un beso en la mejilla.
Como medida preliminar, la Federación Bonaerense de Gimnasia resolvió suspender al ex gimnasta y a Cancio, después de que la denuncia llegara a sus oficinas el 17 de abril, mientras se defina la situación judicial de ambos. En tanto, la comisión de disciplina de la federación pidió la destitución de Molinari del cargo jerárquico que mantenía en el ente.
Más casos
Aunque se trata de un caso que involucra a una de las figuras más reconocidas y de alto perfil de la disciplina, esta no es la primera vez que se da un escándalo de estas características que, sin lugar a dudas, afecta a la práctica de la gimnasia en la Argentina.
En abril de 2018, un gimnasta de 40 años denunció que, cuando era menor, el entrenador Alejandro Sagreras abusó de él y de varios de sus compañeros. El propio Molinari se había pronunciado sobre aquella situación en su momento, con palabras muy fuertes: “Vivo esto con mucha tristeza. Golpea mucho al deporte. Lo importante es que el Comité Olímpico Argentino tomó partido y llevó esto a una fiscalía”, comentó el anillista. Desde entonces, Sagreras abandonó el país y el caso quedó sin resolver.
Dos años más tarde, en medio de la casi absoluta falta de actividad en el mundo del deporte por la cuarentena por coronavirus, la gimnasta Ayelén Tarabini, ex número 1 del ranking mundial en viga y piso, anunció su retiro de la actividad con una carta en la que denunció abusos y maltratos de parte de la Confederación Argentina de Gimnasia y en particular de parte de su entrenador en el equipo argentino, el brasileño Roger Medina.
“Dijo que todos somos iguales, no le importa la que tiene 13 o 27 años. Todos los días haciendo la misma preparación física, mismos ejercicios, sin importar nada. Pretendía que haga 30 dobles mortales sin entrar bien en calor por día. Mi entrenadora (Lucía Lamanda) estaba preocupada porque me decía que si no hacía todo lo que él decía me sacaban de la selección”, detalló.
“Me costó mucho, recibí malos tratos, malas caras”, publicó Tarabini en las redes sociales en el momento que decidió abandonar la gimnasia artística.