De película. Una nueva saga de suspenso con final feliz. Lo de Inter Miami es sorprendente. Sigue dando pasos gigantes de la fina suela de Lionel Messi. Parecía que este miércoles se quedaba en el camino. Cincinatti ganaba 2 a 1 y era superior. Pero Leo frotó la lámpara y asistió a Campana para decretar el sorprendente 2 a 2 a los 97 minutos. Hubo que ir al tiempo suplementario. Cada uno marcó y la serie quedó 3 a 3. Fue entonces que había que definir a un finalista de la US Open Cup por penales. Y ahí las garzas no fallaron como su rival. Ganaron 5 a 4 e inscribieron su nombre para ir por un nuevo título en breve.
Pintaba para porrazo. No obstante, Inter Miami prolongó su dulce presente. Venía de salir campeón de la Copa de Ligas. Este miércoles ratificó querer seguir haciendo historia. Cincinnati amagó con ponerle freno. No pudo. El equipo capitaneado por Messi terminó entero y ahora irá por la conquista del campeonato más añejo del fútbol de Estados Unidos, que se juega desde 1914 y congrega a equipos profesionales y amateurs.
Lo de Leo fue nuevamente clave. Es cierto es que fue la primera vez que no pudo facturar de manera directa. Pero metió las dos asistencias para el doblete del grandote Campana. Con el 10 en campo, nunca hay que subestimar a este renovado Inter. Menos en instancias cruciales.
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Esta vez no brindó un show de alta gama como lo venía haciendo. Pero le alcanzó con destellar en los momentos justos. Messi pudo llevar a las garzas a una nueva final. Fue bien rodeado en el partido. Estuvo bien controlado por sus rivales, que fueron un relojito a la hora de hacer un balance sobre la performance exhibida por uno y otro.
Inter se plantó en la cancha del líder de la conferencia Este de la Major League Soccer, donde justamente las garzas ocupan el último lugar, 33 puntos de diferencia hay entre un equipo y otro en el torneo nacional. Cincinnati tiene 51. Inter 18. Pero esta es otra historia. Era la semifinal de un torneo tipo Copa Argentina. Ambos tenían sus claros objetivos en pos de pasar a la final. Una vez que la pelota cobró la vida, la atención fue en franco aumento. Parecía que la visita tenía la fórmula para abrir el partido. No fue así.
El representativo de Ohio marcó la cancha a los 18 minutos mediante el sello argentino. El volante creativo Luciano Acosta capitalizó un rebote ante la impotente mirada de Messi y compañía. El jugador formado en la cantera de Boca, con posterior paso por Estudiantes, ratificó con un zurdazo su condición de goleador del equipo que capitanea.
Tras cartón, casi llegó el segundo. El gabonés Aaron Boupendza corrió a toda velocidad como una gacela y definió con clase por encima de Callender. Mientras salió a festejar vio cómo todo quedaba en la nada porque su grito sagrado fue invalidado por fuera de juego.
Inter, hasta ir al descanso, no mostró respuestas. No supo cómo sacarle la pelota al rival. El equipo del Tata Martino estuvo en otra sintonía. Le costó hacer pie. Sintió el poderío de los azules. No en vano es el conjunto más fuerte del este de los Estados Unidos.
Quedó demostrado a siete minutos del complemento cuando clavó el 2 a 0 vía el atacante mexicano-estadounidense Brandon Vázquez. La diferencia entre uno y otro se percibía a simple vista. El elenco rosa continuaba errático. Las líneas estaban desincronizadas. Así era imposible hacer pie.
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Aunque el rosarino más famoso de la modernidad fue determinante. Dos asistencias a Campana (67' y 97') y el heroico 2 a 2 que llevó la serie al alargue. A los tres minutos del primer tiempo del suplementario llegó el 3 a 2 para las garzas vía Josef Martínez. Antes de que se cumpliera el tiempo, el local casi lo empató, pero la pelota pegó en el travesaño. Sin embargo, Cincinnati no bajó los brazos. Y tuvo recompensa porque a los ocho minutos del segundo período suplementario estableció el 3 a 3 por obra de un bombazo del japonés Yuya Kubo. Luego llegó el final y el momento de definir la clasificación por penales.
Y ahí Inter Miami no falló. Metió los cinco: Messi, Farías, Ruiz, Martínez y Cremaschi. Mientras que el arquero Callender le tapó el remate a Hagglund, cerró la llave 5 a 4 y consiguió el pasaje a la final de la US Open Cup en una jornada prácticamente épica.