¿Cómo está Newell's financiera y jurídicamente? ¿Cómo transcurre el fideicomiso? ¿El juzgado interviniente rechazó contrataciones? ¿El órgano fiduciario controla el pasivo del club? ¿Es viable la entidad en este contexto? ¿Newell's corre riesgo de ser intervenido? Antes de responder los interrogantes hay que formular una introducción al respecto.
El fútbol argentino transitó durante muchos años por el camino de la informalidad, con normas propias regidas por sus tribunales maleables y con una economía tan irregular que la transparencia pagaba renta a la ingenuidad. Todo en el marco de una organización con códigos de confidencialidad, donde los conflictos de intereses debían dirimirse puertas adentro y jamás recurrir a la Justicia ordinaria porque eso implicaba perder la intimidad del negocio. Pero las ambiciones potenciaron los ilícitos, detonaron el sistema, los clubes comenzaron a sucumbir y para evitar su desaparición forzaron a los poderes constitucionales a legislar la ruta de la supervivencia. Allí el Estado empezó a comprender que por la magnitud del negocio que representaba este deporte alguna vez debía ejercer un control en materia tributaria e impositiva. Y así, con claroscuros, la informalidad inicial dejó de ser tal y, si bien el negro no es blanco, al menos constituye un avance ver que el fútbol se juega en los matices de los grises.
En este contexto varios clubes terminaron judicializados por las inescrupulosas gestiones que los hicieron inviable. Alguna vez lo sufrió Central. Hoy lo está atravesando Newell's. Y estas situaciones imponen dotar a los contenidos periodísticos de precisiones jurídicas y contables. Más aún cuando las medidas judiciales fueron adoptadas para evitar llegar a la estación de la quiebra. Algo que era inevitable para el club del Parque si no se implementaba el fideicomiso financiero en 2013, ya que la monstruosa deuda que se generó tras el concurso preventivo en el que estaba hubiese sido imposible de afrontar si al capital se le hubieran sumado los intereses.
Con relación a ello, Newell's culminará con este llamado popularmente paraguas financiero cuando abone en 2021 la octava y última cuota del plan de pagos a los acreedores de entonces, cronograma que viene cumpliendo en tiempo y forma, según informan desde la Justicia.
Cada compromiso anual se hace efectivo en dos pagos semestrales, entre abril y octubre. En 2017 ya abonaron los primeros diez millones de pesos y el juzgado de Fabián Bellizia ya dispone de los otros diez para completar esta cuarta cuota.
Es necesario recordar que si bien se está haciendo efectivo en un ciento por ciento el capital de los acreedores verificados, esas acreencias rondan entre el 60 y 65 por ciento de las presentadas, mientras que el resto está recurrido, apelado y en otras instancias.
Este fideicomiso tiene la particularidad de que a la administración total de Newell's la mantuvo siempre la comisión directiva de turno, como la potestad de cada decisión política, deportiva o social adoptada o por adoptar.
Maxi, Nacho y Moiraghi
En cuanto a lo económico, hay sí un control por parte de un órgano fiduciario que tiene la responsabilidad de garantizarles a los acreedores verificados el pago de sus acreencias, tarea que junto al juzgado interviniente lleva implícita la responsabilidad de asegurar el normal funcionamiento del club, razón por la cual el control financiero conlleva la necesaria autorización de las decisiones sobre los activos, tanto en inversiones o transferencias.
Es aquí cuando aparecen las divergencias y los interrogantes. Es que por tratarse de fútbol, el debate es ineludible. Y los "porqués" irrumpen con prejuicios. La demagogia política distorsiona las decisiones deportivas y provoca un ruido, ya que muchas determinaciones son justificadas en supuestas imposiciones judiciales.
Por ejemplo, cuentan que "es falso que haya habido una orden expresa del juzgado para impedir la incorporación definitiva de Néstor Moiraghi", aunque desde Tribunales había trascendido lo contrario, según constató tiempo atrás este diario. Sí es cierto que hubo una fuerte recomendación judicial a la actual gestión del club para que resuelva las situaciones de Ignacio Scocco y Maximiliano Rodríguez.
En el caso de Nacho la abultada deuda con Sunderland derivaría en una inminente intervención de la Fifa. Y con respecto a la Fiera su renovación contractual estaba fuera de los rangos presupuestarios sugeridos por los órganos de control financiero.
Claro que las necesidades económicas nada tienen que ver con las formas políticas utilizadas para concluir los vínculos, formas que minaron las relaciones entre los jugadores y la comisión directiva.
Sabido es que la salida de los dos máximos referentes representó una considerable reducción presupuestaria para Newell's, como así una oxigenación que le facilitó poner en cero la deuda con la AFA.
Pero también es verdad que las idas de Scocco y Rodríguez constituyeron una decisión con un alto costo sentimental para los socios rojinegros.
Método forzoso
Cuando allegados a los sectores de control le confiaron a este diario que no hubo ninguna participación judicial en la decisión de la continuidad o no de Moiraghi, sorprendieron al contar que "eso no sucedió porque todavía no ha sido remitida al juzgado para su aprobación ninguna de las contrataciones que se están concretando en el actual mercado".
En pos de obtener alguna precisión al respecto sobre este paradójico método, ya que una desautorización posterior del juez puede deshacer una operación ya formalizada, se supo que hay una consulta y monitoreo de las gestiones por parte del órgano fiduciario, pero estrictamente desde el aspecto económico y financiero, ya que la valoración de las necesidades deportivas están a cargo de los dirigentes del club.
Es cierto que el sentido común indica que para cerrar cada contratación el club debería tener la aprobación del juez, pero los tiempos de las negociaciones futbolísticas son vertiginosos y sería un escollo difícil de sortear tener que aguardar el consentimiento judicial, por eso el orden es inverso. "Hasta ahora ninguna contratación fue desautorizada", dijo otra fuente judicial. Pero sí ratificó que el juez Bellizia denunció penalmente a los responsables de la gestión anterior por irregularidades en la incorporación del peruano Luis Advíncula, porque hubo un compromiso asumido no informado. "Se puede entender que una tasación económica se hace relativa con el rendimiento futbolístico, pero lo que el magistrado no tolerará es el incumplimiento de las normas establecidas en la ley", aseveró el vocero.
Es que en cierto terreno asoman las relatividades de las decisiones deportivas, porque las rentabilidades o costos económicos que genera un futbolista están estrictamente vinculados a su rendimiento deportivo y allí las matemáticas se hacen tan relativas como imprevisibles.
Una deuda aún imprecisa
Por eso sería estéril establecer una discusión sobre los costos o beneficios de cada una de las contrataciones o transferencias de jugadores, pero lo que sí puede afirmarse es que si Newell's no hacía ahora la reducción presupuestaria ejecutada hubiese ingresado con el transcurrir de los meses otra vez en una zona de turbulencia económica.
No obstante, aún resta conocer cuál es la deuda que se generó en Newell's después del fideicomiso, un dato no menor en este contexto de obligaciones que deben cumplirse para asegurar el normal funcionamiento del club y si bien hay cálculos para todos los gustos, el número se conocerá con el próximo balance. "Está muy lejos de lo que algunos quieren hacer creer", avisó uno de los fiscalizadores, quien se negó a dar una cifra aproximada de la deuda.
Mientras las miradas políticas más críticas por la hipotética falta de fiscalización del órgano fiduciario estiman en 270 millones de pesos, los pronósticos optimistas sostienen que la cifra rondará los 120 millones.
El derrotero de Ovación por los diferentes ámbitos para aproximarse a la real situación que vive Newell's en materia jurídico-económica permitió saber que el juzgado de Bellizia está con un activa y ajustada supervisión, lejos de la despreocupación pero también distante de una postura alarmante. "Por supuesto que al juzgado lo ocupa la deuda y es por ello que siempre pretende que el pasivo se encuadre dentro de lo razonablemente operativo", enfatizó un allegado al juez.
Es que en el marco de la divergencia política rojinegra, las diferentes hipótesis aluden inexorablemente al rol de la Justicia, adjudicándole acciones y omisiones, muchas de las cuales son inexistentes, pero que sin embargo son utilizadas de abono a los distintos argumentos.
Por eso es fundamental para el futuro de Ñuls que se alcance una previsibilidad institucional, ya que una crisis de gobernabilidad e inestabilidad no sólo afectará el salvataje económico en curso sino que también puede derivar en una intervención indeseada.