Este sábado a la noche cuando Central se enfrente a Boca en la Bombonera desde las 21 bajo el arbitraje de Jorge Baliño, por la fecha número 13 de la Liga Profesional 2024, Matías Lequi comenzará su segundo desafío en la primera canalla.
El DT Canalla lleva varios partidos desde que Russo dejó el cargo, pero ahora que fue ratificado como entrenador tiene una prueba de fuego ante el Xeneize
Por Carlos Durhand
Matías Lequi comienza su periplo como DT oficial de Central contra Boca en la Bombonera.
Este sábado a la noche cuando Central se enfrente a Boca en la Bombonera desde las 21 bajo el arbitraje de Jorge Baliño, por la fecha número 13 de la Liga Profesional 2024, Matías Lequi comenzará su segundo desafío en la primera canalla.
Cuando llegan las oportunidades laborales, en la mayoría de los casos, nadie elige los momentos ni los contextos. Seguramente Matías Lequi vivió la mejor semana de su corta carrera como entrenador ya que el viernes el presidente Gonzalo Belloso, junto la vicepresidenta Carolina Cristinziano y el director deportivo Federico Lussenhoff no solo lo confirmaron como entrenador de la primera del club, sino que argumentaron sus decisiones. Belloso fue contundente “Matías no va a ser un técnico interino ni pasante”.
Lequi no la tuvo fácil y salió fortalecido para tener esta oportunidad. Tomó al equipo luego de la traumática salida de Miguel Russo y al equipo entrando en una curva descendente porque había ganado 4 partidos de los últimos 18.
En el torneo local metió tres triunfos que dejaron su huella. Uno ante Gimnasia por ser el primer partido y lograron como visitante con lo que le cuesta ganar a Central en esa condición. El segundo frente a Newell’s en el Gigante con todo el peso específico que significa en Rosario ganar el clásico; y el tercero contra Atlético Tucumán en el Gigante de Arroyito con gol del pibe Giménez. Solo perdió con Independiente en Avellaneda en lo que fue su actuación más floja.
Mientras que en la Sudamericana no pudo sortear la llave de octavos de final frente a Fortaleza donde fue competitivo en los 180 minutos, tanto en el empate en Rosario como en la derrota en Brasil donde el 1-3 quedó como un resultado largo por lo acontecido en el campo de juego.
Es una realidad que, tanto en las victorias como en las derrotas, como la mayoría de los partidos en el fútbol argentino, se definieron por detalles. Y como estos cayeron para el lado de Central potenciaron esta decisión dirigencial de darle la oportunidad a Lequi luego de la negativa de los nombres “que Central estaba obligado a llamar”, según el presidente Belloso.
Ahora es el momento de dar el salto de calidad para seguir sumando en función del único objetivo que tienen por delante los canallas, ya sin Copa Argentina ni Libertadores ni Sudamericana, que es el de clasificar a alguna copa internacional para el año 2025. “Central tiene todos los años la obligación de jugar un torneo de Conmebol” dijeron más de una vez, palabras más o palabras menos, desde el mundo auriazul.
No es un objetivo imposible pero tampoco fácil. Con 42 puntos por disputarse (14 partidos), Central está a 7 unidades de la Sudamericana y a 12 de la Libertadores.
Boca, y de visitante, no es rival ideal. Primero por lo que significa como institución, luego por una cuestión estadística ya que Central ganó solamente 2 partidos de los últimos 33 que fue visitante de los xeneizes y finalmente porque los locales vienen de quedar eliminados de la Copa Sudamericana por Cruzeiro y apuestan todas sus fichas al campeonato local. Los dueños de casa tienen un plantel superior. Pero en fútbol todo puede pasar.
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