El final fue infartante. Central no la pasó nada bien en el epílogo del encuentro. Independiente, con poco y nada, casi terminó potenciando las limitaciones en cada una de las líneas. Aunque hubo una acción que fue determinante y casi hizo saltar la térmica en Arroyito. Fue cuando el Joaquín Mallo quedó tendido en el piso. Faltaban escasos minutos para que terminara la película deportiva, que conjugó por momentos acción, suspenso hasta la última escena, terror en las dos áreas y drama en materia colectiva. El carrito sanitario ingresó y se llevó al zaguero. Eso generó que tanto el técnico Miguel Russo como el médico Hernán Giuria le lanzaran un coro de reproches al chofer porque el equipo quedó con un hombre de menos y el Rojo tenía un tiro libre a favor. De esa jugada llegó la aparición de Martín Cauteruccio, quien marcó pero finalmente la intervención del VAR le posibilitó a canalla conservar el 1 a 0 por posición adelantada del atacante visitante.