Días antes de la final de la Copa América, el diario deportivo portugués O Jogo aseguraba que Angel Di María le había dado el sí a Benfica para continuar un año más. Lo refrendó luego un periodista europeo especializado en pases internacionales. Pero al toque, antes del partido de Argentina-Colombia del domingo pasado, la esposa del glorioso jugador de la selección nacional, Jorgelina Cardoso, aclaró en un programa dedicado al espectáculo que su marido aún no había decidido nada. Sin embargo, en las últimas horas las señales negativas sobre su regreso a Central se acrecentaron hasta límites que parecen definidos. Por un lado, su fallida presencia en el Gigante que incluyó el homenaje privado a Giovani por pedido del jugador. Y por el otro, las palabras este sábado del presidente del club de Portugal, Rui Costa, muy contundentes por cierto: “Sigue en el Benfica”. ¿Todo listo? Se diría que sí.
La única aparición pública de Di María en estos días para referirse a Central fue a través de su cuenta de Instagram para contestarle a un sitio partidario y con mucho enojo. “Qué manera de hacer campaña en contra mía. Por qué no se la agarran con los que no quieren que vuelva. Gracias”. La información sobre su ausencia en el Gigante el viernes disparó la reacción del jugador, que recibió amenazas ante su posible vuelta, no solo las ya conocidas sino otras que habrían sido más directas. “Hay cosas que la gente no sabe”, había dicho Jorgelina Cardoso en aquella entrevista previa a la final.
Di María se habría referido entonces a los que “no quieren que vuelva”, en alusión a quienes los amenazaron. Esa sería la única razón, atendible por supuesto, pero que debiera ser claramente explicitada, por la cual no termina decidiendo un retorno que veía muy posible, que anhelaba y que había dejado trascender en varias ocasiones.
El club en tanto había hecho todas las gestiones a su alcance en ese aspecto sensible y, pese a esas informaciones que llegaban desde Portugal, esperaba una respuesta positiva de Di María.
El regreso de Ángel a Rosario después de ganar la Copa América alimentó la expectativa, pero cuando contestó en su cuenta y no fue al Gigante el viernes para recibir el agasajo, las cartas empezaron a mostrarse.
Lo Celso sí estuvo en el Gigante
Mucho más cuando Lo Celso, que sí estuvo en Arroyito y en otras instalaciones del club (algo habitual en él en cada regreso a la ciudad, por otra parte ), pidió que el homenaje se lo hicieran en la intimidad y no en el césped frente a la multitud. Imposible no asociar a que fue un cuidado del propio Giovani para no exponer a su compañero de la selección campeona.
De hecho, como todo el mundo interpretó eso, fue el mismo club el que en la mañana de este sábado informó que, efectivamente, el homenaje a Lo Celso fue de esa manera por pedido de él. Ergo, Central quería otra cosa.
Pero claro, Di María aún no oficializó nada y Central ya desde hace días quedó en la postura de que hizo todo lo que tenía que hacer, con las autoridades provinciales y nacionales de seguridad, e inclusive de AFA, y las cuestiones de un eventual contrato con el mismo jugador, y solo le cabía esperar.
Y si faltaba un golpe de gracia a la ilusión ya marchitada del retorno, se lo dio el presidente de Benfica durante la tarde argentina de este sábado. “Ya está anunciado, Di María seguirá en el Benfica. Y como pasó hace un año, cuando estaba en el Mundial y luego volvió para firmar un contrato, lo mismo pasará ahora. Di María es jugador del Benfica y eso está fuera de discusión”, dijo en Suiza.
Lo que se supone molestó, y molesta a los hinchas o al club mismo, a menos que exista la mínima rendija de que la decisión de Di María no esté totalmente decidida, es que no haya una postura clara del propio futbolista a esta altura. Y lo que pasó es que al final otros, como Lo Celso o el presidente de Benfica, hablaron o dieron todas las señales por él.