El título obtenido por Newell's en 2013 con Gerardo Martino como entrenador y la Copa Argentina que consiguió Central bajo la conducción de Edgardo Bauza en 2018 (el último campeonato de primera lo ganó en 1987) tienen formas de oasis ante la impiadosa intemperie futbolística que muestra Rosario. Ambos equipos fueron alternando campañas con diferentes ubicaciones pero idénticos finales. Mantener alguna chance de clasificar hasta último momento o quedarse eliminado con mucha anticipación fueron situaciones compartidas en las recientes ediciones. Con la misma conclusión frustrante: no fueron protagonistas. Entonces en este contexto de la nada, irrumpen diferentes sensaciones. Algunas emparentadas con la resignación. Otras con la bronca y la rebeldía. Y la más preocupante con el conformismo, relacionada a ese folclore rancio que se sostiene más en el fracaso ajeno que en el propio.