El Dani es de esos que tienen una simpatía arrolladora. Empático, entrador, alegre, con la sabiduría del que pateó la calle, como se dice en la jerga urbana. Lleva 24 años trabajando en distintas sucursales del supermercado La Gallega y en el mes de mayo pegó un salto que lo popularizó: es el nuevo influencer de las redes del supermercado rosarino. La gerencia de la empresa lo eligió para que sea la nueva cara de la marca y la apuesta fue un golazo. Los clientes lo buscan para hacerse fotos con él, para conocerlo y todos le dicen “el sucursalero” porque va de local en local llevando su gracia.
La estrategia de La Gallega se enmarca dentro de una tendencia global de las empresas a buscar entre las propias filas el talento para las redes. En lugar de hacer campañas mostrando la experiencia de un influencer, algo ya muy visto, aquí la idea fue que la surja desde el corazón de la marca. El valor agregado de los empleados es que generan un contenido que transmite confianza, con personas reales detrás de cada acción. Y, para eso, El Dani es ideal.
Daniel Darío Soria, así se llama en los papeles, fue elegido entre 800 empleados para este rol. “Un día viene el encargado y me dice que al día siguiente tenía que ir a hablar con el gerente de Recursos Humanos. Me asusté, le pregunté para qué, pero me dijo que no sabía”, cuenta Daniel en mientras se ríe y confiesa que le preguntó a su jefe: “¿Las cámaras andan?”, porque creyó que lo iban a cuestionar por algún hecho, pero, por el contrario, lo que vendría sería muy bueno para él.
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La panadería de La Gallega es un clásico en los videos de El Dani.
Foto: Marcelo Bustamante / La Capital
Acerca de cómo surgió la campaña de marketing
El gerente de Recursos Humanos es Fernando Colombo y cuenta el detalle de esta campaña de marketing: “La Gallega está cerca del cliente, está en el centro, en el macrocentro, en el barrio y nos pusimos a pensar qué era lo que nos estaba faltando mostrar y comunicar. Y ahí surgió la idea de llevar a las redes alguien que nazca desde adentro, que sea propio. Y él primero que se me cruzó por la cabeza fue Daniel”. A la hora de explicar por qué pensó en él, define: “Es una persona muy honesta, transparente, como empleado es fantástico. Por eso en cada video lo que más queremos es que sea él, que se muestre tal cual es. Sin darle letra, sin decirle tenés que decir esto o aquello”. A su lado, El Dani lo escucha mientras se emociona y dice con humildad: “Sabés lo lindo que es que hablen así de uno”.
De esta forma, empezaron a subir en mayo las historias y reels que van creando, donde El Dani va contando las promociones y descuentos de cada semana, sugiere productos con entusiasmo, habla con la gente y con sus compañeros de trabajo a los cuales incluye en cada pieza. Esta semana hicieron una cápsula con una veintena de artistas de un circo que recorren una sucursal con gran destreza y donde no falta el humor, y también lanzaron una campaña con sorteos por el día del niño.
La historia detrás de El Dani
La vida de Daniel tuvo sus momentos duros, pero él decide cada día que, pase lo que pase, no se le irá la alegría. A los 14 años empezó a trabajar porque quería ayudar a sus padres, su primer destino fue una distribuidora de vinos donde era repartidor. De aquellos años recuerda que ya en esa época conoció a La Gallega porque entraba a uno de sus depósitos a llevar mercadería. Luego trabajó en el Pami, primero como peón haciendo de todo un poco y luego fue ayudante de cocina. Ahí empezó su vínculo con la gastronomía que llega hasta hoy, porque él siempre estuvo en las rotiserías de La Gallega.
Pero un hecho le torció el rumbo. A los 26 años un camión cruzó en rojo y chocó la moto en la que viajaba. Tres meses estuvo en cama, de ese tiempo recuerda la enorme voluntad de su familia, y vuelve a emocionarse cuando habla de su hermano menor, Adrián, que lo asistió todos esos meses y de su hermano mayor que supo estar presente cuando más lo necesitó. De eso pudo reponerse, pero poco tiempo después la casa de su familia se prendió fuego “entera”, enfatiza. Y tuvieron que volver a arrancar.
“Nada te tiene que tirar abajo”, dice al tiempo que revela que hubo una época donde la tristeza lo colmó. Y ahí la sanadora fue su mamá, La Pocha. “Yo quería trabajar pero no conseguía nada, estaba con depresión por no tener trabajo, me sentía afuera del sistema, fue un tiempo que bajé mucho de peso. Vino mi mamá y me dijo que le dé una fotocopia de mi currículum porque ella charlaba mucho con las chicas de la sucursal de Córdoba al 7.700”, detalla. Así, fue La Pocha la que llevó su CV a La Gallega.
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Con su gran simpatía, el nuevo influencer se saca fotos con los clientes que lo buscan en las sucursales.
Foto: Marcelo Bustamante / La Capital
“Entré gracias a mi mamá. Para mí ella vale oro. Y después de nueve meses sin trabajo me llaman del súper. No es porque estoy acá, te lo juro, pero para mí fue tocar el cielo con las manos”, define. Y claro, recuerda que era el año 2000 y ya se venía venir la crisis del 2001 por lo cual era mejor que lo encontrara con trabajo. También agrega que un gran sostén en aquel momento, y también hoy, fue su pareja, con el que está desde hace 29 años.
Desde un primer momento a Daniel le fue muy bien en la empresa. Ocupó distintas posiciones en la cocina de casi todas las sucursales, pero donde más trabajó y donde se lo encuentra hoy es en la esquina de Mitre y Pellegrini. Respecto de la empresa fundada por el recordado Sabino Álvarez, Daniel reflexiona: “Sabino estaba siempre y te soy honesto, La Gallega es una empresa de familia, son gente que se saben los nombres de los empleados. Si un empresario sabe tu nombre no sos un número, sos una persona”.
De influencer a coach
Antes de ser la nueva cara del súper, El Dani, sin saberlo, estaba entrenando. Es que en su facebook personal él ya subía fotos graciosas en el trabajo, eso sí, aclara que él jamás se ríe de otra persona, sino que le gusta hacer reír. “Me tiraba en una mesa de productos en oferta y escribía cosas como: no sé si trabajar o esperar a que alguno me compre”, recuerda mientras se ríe y agrega “la gente me ponía cosas como qué loco, que ídolo, ellos saben que no tengo filtro, yo soy así”.
Pero, por otro lado, El Dani también tiene otro rol en la empresa, porque como parte de su expertise es saber atender bien a la gente, lo que hace es aconsejar a los más nuevos a la hora de atender a los clientes. “Yo les digo que sean simpáticos, que no hablen entre ellos, sino que charlen con la gente, que les pregunten cosas, que les avisen que ya los van a atender. A mí vienen los clientes y me cuentan de todo, yo miro a la gente, le pregunto cómo están”, dice.
Los recursos humanos son claves para este rubro, tanto que Fernando dice que un cliente puede dejar de elegir un retail por precio o por servicio. Pero el precio es una variable que se va modificando, en cambio una persona que no tuvo un buen servicio es posible que no vuelva más. Es por eso que siempre están profesionalizando los recursos: “Hay que estar capacitado para trabajar con el cliente y Dani conoce muy bien de eso”. Al cierre de la entrevista, Fernando proyecta que hay Dani para rato en las redes de la empresa, así que ya nació una estrella.