Los creadores de Frank's tuvieron una meta precisa: que la comida sin gluten lograra tener un gran sabor. La búsqueda en un primer momento era para dar una respuesta con valor agregado a quienes llevan una dieta para celíacos, pero luego la apuesta fue mayor porque el segundo propósito fue llegar al gran público gracias a la calidad de sus productos. Es decir, que cualquier persona elija consumir un producto sin gluten derivado de trigo, avena, cebada ni centeno (sin TACC). Son más digeribles, livianos y saludables para cualquier persona, celíaca o no. En ese camino está la empresa de alimentos que fundaron los hermanos Franco y Camila D'ambrosio junto a la rosarina Daiana Jacob. Tres jóvenes emprendedores que llevan adelante el crecimiento de una marca con clara proyección.
Para quienes no han probado nunca uno de los productos, la recomendación es hacerlo. Porque así es como Frank's logra fidelizar a sus clientes. Paso a paso, esta industria alimenticia que funciona en el corazón de barrio Belgrano ha logrado sumar volumen y crecer. Hoy están en una planta nueva de 1.000 metros cuadrados donde tienen capacidad de fabricar 100 kilos de tapas de galletitas por hora y 4.000 alfajores también en ese tiempo, pero ojo que la búsqueda es lograr seguir aumentando producción hasta lograr hacer 10 mil alfajores por hora en 2024. Así lo detalla en esta entrevista con Negocios el empresario Italo D'ambrosio, padre de Franco y Camila, que es conocido en la ciudad por ser un histórico del rubro de panaderías. Pero en Frank's su rol es estar a cargo de la parte comercial. “Con orgullo hoy podemos decir que la marca se vende desde Jujuy hasta Ushuaia con una red de distribuidores aceitada en todo el país”, detalla.
La oferta de productos de la marca va desde alfajores, bocaditos, galletitas, bizcochitos de queso o con semillas, barras de arroz hasta panes de molde de diversos estilos y pan de hamburguesa. Pero el primer producto que hicieron, que fue el nacimiento de la marca, fueron unos ñoquis. Ítalo recuerda una historia difícil pero que tuvo un gran final porque dio origen al nacimiento de la empresa. “Mi hijo Franco, que es chef, se estaba por ir a trabajar de su profesión a Marbella. Pero tuvo un accidente importante con el auto que le impidió viajar. Llegaron los meses de rehabilitación, seis en total, y en ese momento Franco comenzó a investigar cómo hacer alimentos sin gluten porque teníamos una amiga celíaca que decía que no le gustaba mucho el sabor de la comida que compraba”. Franco no perdió el tiempo, e investigó todos esos meses cómo lograr hacer alimentos de calidad con esa especificidad. Invitó a su amiga a probar su pasta y fue un éxito. Así nació la idea de montar Frank's, donde muy poco tiempo después se sumaría Daiana y Camila.
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Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Tras ese inicio comenzaron a hacer un curso de tres meses sobre cocina sin TACC. Allí aprendieron los principales secretos de las fórmulas a lo que ellos le sumaban nuevas ideas y procesos, pensemos que Ítalo trabaja e investiga en la industria de la alimentación desde los 15 años. Él mismo llamaba a los proveedores de sus panaderías y les pedía que le consigan fibras de más textura o que tengan más resistencia a la humedad, en general el gluten se reemplaza por fibras vegetales. Para que se comprenda la complejidad del asunto, Ítalo explica que es difícil reemplazar al gluten porque “es la malla de fibra de proteína que mantiene los gases de fermentación dentro del pan, y como no lo tenés hay que ver cómo reemplazarlo”. No es algo matemático, sino que cada producto tiene su receta para lograr la calidad buscada.
Un mercado que no para de crecer
En la planta de Frank's trabajan hoy más de 20 empleados en un turno y medio pero tienen proyectado invertir en nueva maquinaria para agrandar la producción y llegar a tener activos dos turnos completos. La razón es que Ítalo asegura que el crecimiento del consumo de alimentos libre de gluten está asegurado, no sólo porque hay más gente que se hace el test, sino porque muchos consumidores no celíacos eligen comer más liviano y es ahí donde el mercado se expande.
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Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Pero además de lo que tiene que ver con nuestro país, ya están en camino de hacer su primera exportación. Comenzarán a comercializar sus productos en Paraguay, donde están trabajando con supermercados mayoristas, luego en algo más de 60 días buscan hacer su desembarco en Chile y posteriormente en Uruguay. Y otro de los mercados que los tienta es el sur de Brasil, que tiene un consumo enorme. Buscan países limítrofes porque su producto estrella, el alfajor, tiene fecha de vencimiento cercana, por lo cual para que sea rentable el flete debe ser corto. Pero ya están en plena investigación y desarrollo para lograr que la fecha de vencimiento se extienda, puesto que tienen chances de llegar a mercados mucho más potentes.
En Argentina el crecimiento de la firma fue de la mano de sumar nuevas bocas de expendio a través de distribuidores. En Rosario comenzaron vendiendo en dietéticas, hoy están en casi todas las de la ciudad y también están presentes en grandes panaderías como Nuria o Anabel. Pero este año llegan al gran público en la oferta de los kioscos, estrategia que también replican en Buenos Aires que es uno de sus principales mercados de volumen de ventas. Otra plaza fuerte para Frank's es la provincia de Neuquén porque allí trabajan con tres distribuidoras y buena demanda.
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Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
Un packaging y un diseño de calidad
El equipo joven que dirige Frank's está en todos los detalles. Mientras Negocios recorre la planta, Franco y Camila miran de cerca cómo se están envasando los alfajores. Hablan entre ellos, piensan en mejoras. Pero lo cierto es que el diseño y el packaging de la marca se destaca en calidad. De ese proceso, recuerdan a quien dio origen al logo, el diseñador Franco Cavallone. Buscaron el azul y dorado como insignia, pero también que hubiera un isologotipo que funcionara con la primera inicial, que es justamente lo que estampan en cada galletita. Así, suman diseño y valor a cada unidad.