Sólo 23 años tenía Alejandro Larosa cuando imaginó que tenía chances de crear una empresa innovadora. Eran fines de los años 90, todavía no se hablaba de los emprendedores ni de las startups, pero él tenía la convicción -en ese momento junto a un socio- de que tenían algo bueno entre manos. No se equivocó, fundó Fyo, luego Agrofy, más tarde Amauta y años después llegó a Brasil con la firma Biond. Todas son hoy grandes empresas que brindan soluciones de vanguardia en la cadena del mundo del agro.
En esta entrevista con suplemento Negocios de La Capital recuerda parte de ese largo camino en las vísperas de un evento que lo tiene como presidente: Experiencia Endeavor Rosario. Un espacio donde los emprendedores, como lo fue él en sus inicios, son las estrellas.
Si vamos a los primeros tiempos de su experiencia, podríamos decir que la suerte lo acompañó, porque al año de crear Fyo ya tenía entre sus inversores a dos popes del mercado: Eduardo Elsztein y Miguel Rosental. Conseguir ese apoyo fue central, porque Alejandro asegura que para poder escalar en un proyecto hay que tener la idea, ser emprendedor y lograr el capital. Este último punto es el más complejo, advierte, porque no es grande el mercado de capitales para fondearse en Argentina. Pero otro de los puntos que considera clave para crecer es el de tener historias potentes alrededor: “Esta es una de las dimensiones en la cual Endeavor tiene más impacto. Es decir, en lo que influye ser inspirado por otros emprendedores. Cuando vos escuchás esos casos en los encuentros, eso te genera algo. Vos ahí conoces a alguien que ha hecho algo muy difícil y pensas: ¿por qué si ellos pudieron yo no?”, describe Alejandro.
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El jueves, en el Salón Metropolitano del Alto Rosario, se realizará el evento local de la organización donde esperan a unos 3.000 emprendedores.
Foto gentileza Endeavor
En su caso, siente que su inspiración vino de la mano de sus dos primeros inversores. “Para mí Eduardo Elzstein es uno de los emprendedores más extraordinarios de Argentina. Y Miky Rosental fue un tremendo emprendedor como lo es hoy su hijo. De Miky me contagiaba su optimismo y su visión positiva de las cosas, era un líder extraordinario, tenía la capacidad de generar confianza, de empatizar con la gente y a todas las situaciones verle el lado positivo. Miki era una persona inquieta, curiosa que siempre encontraba fórmulas para ir invirtiendo en cualquier contexto”, recuerda. Es por eso que está convencido de la importancia de poder motivar a las generaciones que siguen, tal como le pasó a él. Darles ese entusiasmo por crecer, por emprender, por comprometerse con una idea y un proyecto. Esa noción hace que hoy siga siendo parte de Endeavor.
La fórmula para escalar posiciones
Endeavor nació en Argentina en el 98 de la mano de los norteamericanos Linda Rottenberg y Peter Kellner, que en aquel momento vivían en el país. Eran finales del gobierno menemista, había poca demanda de puestos de trabajo, y se preguntaban por qué la gente no emprendía. Y decidieron motivar este tipo de iniciativas imaginando la capacidad creativa de los emprendedores de mercados emergentes. Abrieron su primera oficina en Buenos Aires y año a año su crecimiento fue exponencial. Hoy están presentes en 60 países.
La entidad funciona así: eligen en cada ciudad emprendedores de alto potencial y los apoyan en las distintas fases de su crecimiento a través de una red de mentores. “Lo que hace Endeavor es un análisis de tu compañía, detecta áreas de mejoras y empieza a conectarte con mentores, consultores, otros emprendedores que ya hayan resuelto alguna situación similar. Hay mucho de networking, se trabaja en red”, detalla y recuerda: “Cuando Endeavor nos seleccionó en 2004 debíamos tener 40 o 50 colaboradores y hoy en Rosario somos más de 400. No es gracias solamente a Endeavor, pero creo que la organización fue un factor muy importante para ayudarnos en nuestro crecimiento en estos últimos 15 años”.
Este jueves, una gran oportunidad
Esta semana, puntualmente el jueves en el Salón Metropolitano del Alto Rosario, se realizará el evento local de la organización donde esperan a unos 3.000 emprendedores. Explica Alejandro que lo que se busca es “energizarlos y que a través de historias muy motivadoras tengan ganas de alimentar esas ganas de emprender. Hay además paneles bien enfocados en distintos rubros, como el mundo cripto, fintech, inteligencia artificial y marketing digital”, explica y adelanta que habrá una invitada sorpresa, del mundo del espectáculo que dará que hablar con su emprendimiento.
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Habrá paneles enfocados en distintos rubros, como el mundo cripto, fintech, inteligencia artificial y marketing digital.
Foto gentileza Endeavor
Respecto de las nuevas generaciones, que son mayoritariamente las que asistirán al evento, analiza que: “Los millennials invierten mucho en el mundo de la tecnología, y esto tiene mucha lógica porque son chicos de la generación digital que se han educado con una visión más global que las generaciones como la mía. Entonces siguen de cerca mucha de las historias de las startups de los últimos 20 o 30 años”.
Rosario en el esquema emprendedor
En la ciudad hay muchos emprendedores del mundo agtech y de biotecnología aplicada al agro, pero también se ven otros casos de distintos segmentos, incluso con una meta de escalar a nivel industrial. En líneas generales, Alejandro cree que “hay buenos emprendedores en Rosario y en Argentina, con una muy buena educación y con capacidad de adaptarse a contextos muy desafiantes. Los argentinos somos resilientes, el propio contexto del país nos hace tratar siempre de encontrarle la vuelta al contexto. Creo que lo único que todavía adolecemos como ecosistema es el acceso al capital. En Argentina al haber un mercado de capitales tan chico, al haber tan poco ahorro, tampoco se genera el capital de riesgo necesario para que los emprendimientos escalen. Generalmente los que pueden pegar el salto son los que logran levantar capital en el exterior”. En ese punto, también colabora el asesoramiento de Endeavor.
¿Es buen momento para emprender en Argentina?
Si pensamos que Endeavor nació en un contexto de crisis, podemos imaginar que el contexto actual tiene alguna similitud. Frente a esta pregunta, Alejandro contesta: “Creo que nunca hubo un mejor momento para emprender en el mundo y en Argentina. Cuando nosotros armamos Fyo los costos para montar una empresa en internet y de hostearla eran una inversión muy alta. Hoy la barrera de entrada es baja, los chicos trabajan en red, con un montón de plataformas que les permite trabajar en forma colaborativa, poder empezar casi sin empleados, sin capital, apoyándote en el marketing digital, en las redes sociales. Nunca la barrera para emprender fue tan baja en la historia de la humanidad”.