La Policía de Santa Fe junto con pares de Entre Ríos detuvo en Paraná a dos hombres vinculados con el secuestro y asesinato del tesorero de la Cooperativa Láctea “22 de Marzo” de María Juana, Héctor Cornalis, ocurrido en abril.
La Policía de Santa Fe junto con pares de Entre Ríos detuvo en Paraná a dos hombres vinculados con el secuestro y asesinato del tesorero de la Cooperativa Láctea “22 de Marzo” de María Juana, Héctor Cornalis, ocurrido en abril.
La investigación, que desde el principio se orientó a seguir la pista por diversos caminos, detectó la participación de mano de obra contratada en otra provincia. Esto derivó en el allanamiento de dos viviendas, de los barrios Fuerza Aérea y La Floresta, en los que detuvo a dos paranaenses presuntamente vinculados con el secuestro y la muerte del tesorero, quien el viernes 16 de abril llegó a su trabajo y fue interceptado por al menos tres personas que estaban escondidas bajo la alcantarilla del ingreso a la fábrica ubicada en el kilómetro 112 de la ruta provincial 13, entre las localidades de María Juana y Estación Clucellas, pero en el distrito Eustolia (Castellanos).
Luego de un forcejeo golpearon ferozmente al empresario, lo maniataron y lo cargaron en los asientos traseros de su propio Ford Focus blanco para minutos después trasladarlo hacia su domicilio en María Juana donde se suponía que tenía el dinero que habitualmente transportaba en el interior del baúl.
Pero algo salió mal. No contaban con la presencia de un empleado que esa noche durmió en la vivienda que posee la planta fabril y pudo observar lo que ocurrió en el portal de ingreso a las instalaciones, acciones que también quedaron grabadas en una cámara de seguridad. Cuando viajaban hacia María Juana se cruzaron con un patrullero que se dirigía a la fábrica tras el alerta que dio el sereno.
En ese momento los delincuentes decidieron abortar sus planes. Detuvieron la marcha, giraron hacia el norte y comenzaron un raid de escape por la ruta 13, luego por la autovía 19 hacia el oeste y más tarde tomaron el acceso a Colonia Cello, para derivar por caminos rurales. Allí, una mala maniobra del conductor hizo que el vehículo termine en la zanja.
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Mientras tanto un fuerte operativo con la intervención de varias unidades policiales de las unidades regionales V (Castellanos) y XVIII (San Martín), de la Agencia Provincial de Seguridad Vial y de la Agencia de Investigación Criminal con apoyo de efectivos de Córdoba se desarrolló para dar con el paradero del empresario, quien finalmente fue hallado en el interior del vehículo luego de que un vecino que pasó por el lugar observó el cuerpo de Cornalis en el interior del automóvil.
Cuando los policías llegaron al lugar advirtieron que se trataba del empresario que había desaparecido tres horas antes y que había sido asesinado a golpes. En el interior del auto había profusas manchas de sangre y hallaron además una pistola Bersa calibre 22L que pertenecía al tesorero. Cuando los investigadores abrieron el baúl del vehículo hallaron bolsos con 8.674.750 pesos.
Los conocidos y allegados a la fábrica de quesos cuentan que Cornalis acostumbraba a realizar pagos con dinero en efectivo que transportaba en el auto. “Usaba el baúl a modo de caja fuerte. Era muy ordenado y responsable con los pagos y cada vez que tenía que pagar proveedores, a los empleados o a quienes le entregaban leche de los tambos sacaba plata de allí. Todos sabíamos que él se manejaba así”, contó uno de sus compañeros a La Capital.
Dos días después del asesinato una mujer se comunicó con la policía para advertir que tenía referencias que podían llevar a quien planificó el atraco. A la mañana del lunes siguiente una brigada rodeó la casa de un ex socio de la cooperativa quesera domiciliado en Estación Clucellas. Allí detuvieron a Roberto A., alias “Sombra”, de 38 años, quien compartía labores con la víctima y había sido despedido en malos términos porque sospechaban que sustraía quesos de la fábrica.
El avance de la investigación permitió determinar que los autores del hecho habían sido contratados. El fiscal que atiende el caso, Carlos Zoppegni, dijo entonces a este diario que se trataba de sujetos que residían en otra provincia y que se encontraba trabajando en los detalles para realizar las detenciones que, finalmente, se concretaron esta mañana.
Ahora los dos detenidos serán trasladados a Santa Fe donde quedarán a disposición del Ministerio Público Fiscal y se espera que en las próximas horas se realice la audiencia imputativa. Sobre el cuarto hombre, actualmente prófugo, se libró un pedido de captura de alcance nacional. “Esperamos que en las próximas horas arroje resultado”, se esperanzó el fiscal. Hasta el momento el único imputado formalmente es “Sombra” quien se le endilgó la autoría del delito de secuestro coactivo agravado”.
Zoppegni, explicó que “de la investigación se desprende que contrató a tres personas para que lleven adelante un plan del que, conforme a la teoría del dominio del hecho, resultó en la muerte de la víctima como consecuencia no querida por el imputado”.
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“Las tres personas debían secuestrar a Cornalis y robarle el dinero”, sostuvo y detalló que “no tenían armas de fuego en su poder. Por lo tanto, el imputado sabía que necesariamente debían golpearlo para poder maniatarlo y sustraerle el efectivo”. Sin embargo, hizo hincapié en que “la frustración del plan fue el motivo por el cual las personas contratadas decidieron consciente y voluntariamente darle muerte a Cornalis”.
No obstante, el fiscal advirtió que “en cuanto al resultado muerte no querida que se le atribuyó al imputado, es de carácter provisorio y podría modificarse en función de los resultados de las demás diligencias que todavía deben realizarse”.
En la audiencia el fiscal relató que “el hecho ilícito que se le atribuyó al imputado es haber diseñado y organizado un plan para privar de la libertad a Cornalis, robarle dinero de la cooperativa y luego repartir el botín”.
El fiscal precisó que “para llevar a cabo el secuestro y el robo, el imputado contrató a tres personas que debían maniatar a la víctima, trasladarla a su casa, atar de pies y manos al resto de su familia, sustraer el dinero, escapar en su auto hacia la autovía número 19 y cinco días después se reunirían en la ciudad de Santa Fe para repartir el dinero”.
Se determinó después que el imputado y organizador estuvo en el lugar del atraco pero no participó de la agresión. Se fue por un camino de tierra a su casa en su Fiat 147 en el que llevó a sus cómplices hasta la fábrica.
“El imputado y Cornalis se conocían. Habían trabajado juntos en esa misma empresa bajo la firma Lugui SRL y en 2016 –junto con otros 11 trabajadores– integraron la cooperativa que se hizo cargo de la empresa para no perder la fuente de empleo”, señaló el fiscal y detalló que “en 2020, el imputado fue despedido de la cooperativa porque fue sorprendido hurtando mercadería”. Esos robos fueron acreditados por filmaciones que Cornalis realizó. Al parecer, Sombra desconectaba las cámaras de seguridad durante unos minutos para robar los quesos. Pero el tesorero se encargó de hacer funcionar la cámara que apuntaba al ingreso del depósito con una batería. Luego de que el “socio infiel” desconectó la energía de la red eléctrica para detener la captura de video esa cámara continuó funcionando y registró el hurto de quesos.
Para Zoppegni, “a pesar de que tras el despido no le correspondía indemnización alguna, en agosto del año pasado el imputado cobró una suma que superó los 300.000 pesos. A partir de ese momento, y con rencor contra la cooperativa y en especial contra Cornalis, el imputado comenzó a poner en marcha su plan para apoderarse de todo el dinero de la cooperativa que la víctima tuviera en su poder”.
En la audiencia imputativa Zoppegni detalló cómo el acusado contactó a las tres personas que agredieron y dieron muerte a Cornalis. “Mediante información que le suministró un pariente, se concluyó que el imputado contrató a los tres hombres. En horas de la tarde del jueves 15 de abril, fue en un remís desde Estación Clucellas hacia la terminal de ómnibus de la ciudad de Santa Fe, donde subió a las tres personas y se trasladaron todos hasta Estación Clucellas”, confirmó el fiscal.
“Cuando llegaron, se bajaron en la casa del imputado, se quedaron en la vivienda hasta aproximadamente las 3.30 del viernes”, señaló el fiscal y agregó que “los trasladó por un camino de tierra en un Fiat Spazio blanco hasta la puerta de ingreso a la cooperativa donde cometieron el delito”, concluyó el fiscal.