Hay algo que nunca se puso en cuestión sobre la Guerra de Malvinas: el accionar de los pilotos argentinos y sus grandes hazañas. Si algo infundía terror en los soldados ingleses eran ellos y sus aviones. El caso del santafesino Owen Crippa no es la excepción. El 21 de mayo de 1982 se infiltró en la flota enemiga y disparó contra la fragata Argonaut generando grandes daños, logrando escapar ileso. El avión fue vendido a un coleccionista estadounidense pero ahora está en un hangar en Atlanta esperando emprender el viaje de regreso a la Argentina, particularmente a Sunchales, residencia del veterano de Malvinas, gracias a una importante campaña de repatriación impulsada por el propio Owen.