La divulgación en las redes sociales de imágenes de peleas pactadas y protagonizadas por chicas adolescentes que estudian en establecimientos secundarios de Casilda se convirtió en una extraña moda que sacude y supera la capacidad de asombro. El fenómeno revela un comportamiento que intenta naturalizar la violencia como medio para dirimir controversias y conflictos. Y si bien los motivos parecen ser variados, todo indica que la principal razón es la disputa amorosa por algún chico.
Los videos filmados a través de celulares en el lugar de la cita acordada son subidos a Facebook o enviados por WhastApp para visibilizar el suceso registrado a plena luz del día en la vía pública.
Aunque al menos hasta el momento no se reportaron denuncias en el Juzgado de Menores de Casilda, la situación alertó a autoridades locales para intentar ponerle fin a esta práctica protagonizada por grupos de chicas. Las peleas generalmente son pactadas a través de los mismos medios tecnológicos, en espacios públicos convertidos en escenarios de lucha callejera ante la mirada de otros adolescentes que, lejos de intervenir para que sus compañeras dejen de golpearse, arengan y alientan como si estuvieran en presencia de un espectáculo, sin medir consecuencias.
Al menos eso es lo que reflejan los videos que circulan por las redes sociales. El tema alarma y sensibiliza a la opinión pública casildense, que muestra por distintos medios su preocupación y asombro.
Anteayer, poco después del mediodía pudo haberse producido otra pelea pactada frente el edificio del Cine Libertador si no fuera por la intervención policial, que logró impedirlo a instancias de tareas disuasivas.
Ordenanza. "Solíamos ver episodios de este tipo en grandes ciudades, pero no esperábamos que ocurriera en Casilda y menos aún en lugares públicos tan visibles sin que nadie haga nada para impedirlo. Pore eso es necesario actuar con firmeza a fin de evitar que esta modalidad avance y tengamos que padecer alguna desgracia", dijo la concejala y profesora de nivel medio, Antonia Pierucci.
"Estoy preocupada como docente, vecina y funcionaria pública", aseguró, y defendió la necesidad de "hacer cumplir una ordenanza municipal que prevé responsabilizar y sancionar a padres de menores que cometen desmanes en la vía pública".
Trabajo conjunto. En tal sentido, el intendente Juan José Sarasola indicó ayer a La Capital que ya acordó un encuentro con la jueza de Menores, Cristina Pecoraro, para definir la instrumentación, en estos casos, de la referida normativa, que además es de su autoría. Si bien los episodios de violencia protagonizados por alumnas adolescentes que concurren a colegios secundarios de la ciudad no se produjeron dentro de los establecimientos escolares, el mandatario local aseguró que también tiene previsto reunirse con directivos de escuelas para colaborar en acciones tendientes a fortalecer lazos de convivencia y prevenir inconductas, como las ocurridas, que hasta ponen en riesgo la vida de menores.
Fuentes judiciales indicaron que hace un tiempo también se produjeron en otras localidades de la zona situaciones parecidas a las de Casilda, las que fueron revertidas a instancias de una serie de medidas de control. "La línea de acción es trabajar en conjunto con la jueza de menores y colaborar con las escuelas en políticas de convivencia", insistió Sarasola, y reconoció que "si bien es responsabilidad de los padres cuidar y velar por su hijos, desde el Estado local asumimos el compromiso de involucrarnos y actuar en consecuencia, más aún ante la existencia de hechos tan preocupantes".
Similar postura planteó Pierucci, quien además de la responsabilidad legislativa dijo que contribuirá desde su función docente para el desarrollo de actividades destinadas a afianzar las relaciones sociales y desalentar la violencia.
Aunque ya estaba programada, hoy se realizará en una de las instituciones de nivel medio local una charla sobre bullying (acoso escolar) con la posibilidad de que las próximas semanas se extienda la experiencia a otras escuelas secundarias.
"Se convocan y encuentran en un lugar y los compañeros, en vez de separar, arengan para filmar y luego subir las imágenes a las redes sociales", lamentó Pierucci, y contó que "incluso se sienten más importantes cuando (la filmación difundida) suma mayor cantidad (de aprobaciones a través de la opción) Me Gusta".