La historia de Agustín Travaglini no es la típica de un boxeador. Con solo 21 años, el joven rosarino se consagró campeón provincial de boxeo en la categoría de hasta 64 kilogramos el pasado viernes 12 de septiembre, durante una velada inolvidable en el Club Estudiantes de Rafaela; pero su camino al ring comenzó de la forma más inesperada: frente a la pantalla de una computadora. El deportista apodado “Canelito” reveló cómo la disciplina, la pasión y la fortaleza mental lo llevaron a un título que nadie, ni siquiera él mismo, imaginaba.
De estudioso a boxeador
“El deporte me salvó, iba derecho a vivir encerrado en la computadora”, confiesa Travaglini. Su vida dio un giro radical a los 14 años, cuando vio la película Creed, un spin-off de la famosa saga de Rocky. Inspirado por la historia, decidió probar el boxeo como un pasatiempo. Lo que empezó como una curiosidad se transformó en una obsesión.
Rápidamente, el entrenamiento de una vez por semana se convirtió en un ritual diario, y luego en dos sesiones por día. La pasión por el boxeo fue tan grande que Travaglini dejó sus estudios de nutrición para dedicarse de lleno al deporte. A pesar de no tener antecedentes familiares en el boxeo “mi viejo, cero deporte”, –dijo–, su talento natural y su dedicación le valieron el apodo de “Canelito” por su parecido con el famoso pugilista mexicano Canelo Álvarez.
Más que una pelea
El reciente triunfo de Agustín por el título provincial no fue fácil. Su rival, Damián González, de Santo Tomé, era un boxeador experimentado con más de 60 peleas. “Fue una pelea difícil, el rival muy técnico, se notaba que no era la primera vez que peleaba. Se paraba con las dos guardias”, explicó Agustín. Sin embargo, logró imponerse por puntos, demostrando la calidad técnica que le valió el respeto de sus maestros.
La victoria no fue solo una muestra de habilidad física, sino también de una inquebrantable fortaleza mental. Para Agustín, la cabeza es la clave del boxeo. “Es la cabeza, es fundamental. Para el boxeo es fundamental estar concentrado y preparado mentalmente”, afirmó. “Tenés que estar dispuesto a eso (recibir golpes). Y sobre todo no tanto para pelear, sino para tener la constancia y la disciplina que se requiere”.
A pesar de su récord invicto, el joven campeón enfrentó momentos difíciles. En una ocasión, una potente “bomba de izquierda” lo tumbó. “Ni te enterás, no te das cuenta”, recordó. Sin embargo, logró levantarse, recuperarse y terminar la pelea en un empate. Su resiliencia es una prueba más de que el boxeo es un deporte de carácter.
Agresión y violencia
Travaglini es consciente de que el boxeo es un deporte controversial, a menudo tildado de violento. Para él, es crucial aclarar la diferencia entre violencia y agresión. “Para mí el boxeo no es un deporte violento para nada, es un deporte agresivo”, asegura. “La violencia es injustificada y es porque sí. La agresión es un recurso en el boxeo, deporte en el que sí hay que ser agresivo, porque lamentablemente hay que lastimar o se busca castigar al rival lo máximo posible”.
Esta distinción subraya un principio fundamental del boxeo amateur: el respeto. A diferencia del boxeo profesional, donde los competidores se deshidratan para el pesaje y luego recuperan hasta 10 kg, el boxeo amateur busca un peso “cómodo y natural” que se pueda mantener con facilidad. “El boxeo no es andar por la vida pegándole a la gente. Es más, cero golpes”, reflexionó Agustín.
La familia como pilar
Detrás de cada golpe, de cada entrenamiento extenuante, está el apoyo de su familia. Agustín cuenta que sus padres se “curaron de espanto”, aunque su madre lo sigue con nerviosismo. “Mi vieja la pasa mal. Por ahí me tocan peleas difíciles que me dan alguna mano fuerte y me bajo del ring y está mi vieja esperándome llorando”, comparte. El amor y la preocupación de sus padres son el motor que lo impulsa a seguir adelante.
Desafíos y sueños
Con el título provincial en la bolsa, Agustín se prepara para un nuevo capítulo. Su próximo objetivo es el torneo interprovincial, que enfrentará a los campeones de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. El ganador de este torneo obtendrá el pase directo para el campeonato nacional, que se celebrará a finales de octubre.
Para seguir la carrera de este joven talento que está redefiniendo el boxeo en la región, se puede consultar su cuenta de Instagram como @agustin.trb. Su historia nos enseña que la verdadera fortaleza no está en la fuerza de los puños, sino en la convicción y la perseverancia de una mente apasionada.
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