Los habitantes del barrio Liceo Norte de la capital provincial sufrieron desde el sábado el ataque de un enjambre de abejas. Las víctimas fueron tanto personas como animales domésticos y tras los insistentes reclamos a través de los medios de prensa locales y llamadas al departamento de Zoonosis, el municipio decidió actuar eliminando al enjambre por la urgencia del momento.
La situación que desesperó a los vecinos comenzó hace cuatro días en la intersección de las calles Almonacid y Larguía, en el norte de la ciudad de Santa Fe, donde apareció el enjambre de abejas que se alojaba en el interior de una vivienda. La preocupación inicial se tornó en emergencia cuando varias personas que circulaban por la zona fueron picadas por los insectos.
Abejas contra las mascotas
El estado de alerta fue creciendo en el barrio y sus habitantes empezaron a reclamar a las autoridades para que intervinieran, especialmente luego de la muerte de dos perros pitbull, pertenecientes a gente del vecindario.
La situación obligó a varios vecinos a interrumpir sus actividades diarias, incluso hubo comerciantes como fue el caso del dueño de una verdulería, que no pudo trabajar por el nivel de agresividad que tenían las abejas que sobrevolaban su local atraídas por el aroma de las frutas.
Hubo quienes intentaron realizar tareas domésticas o tomar sol en patios y jardines pero tuvieron que desistir porque fueron atacados por las abejas. Otros recibieron picaduras en cara, cuello, brazos, piernas y otras áreas sensibles, lo que hizo que al menos una vecina, debiera ser atendida en el hospital Iturraspe.
Un vecino se equipó con un traje de apicultor para aventurarse a entrar en la vivienda donde se presumía estaba la colmena. De acuerdo a lo que relató luego, las abejas estaban en el interior de una chimenea de difíl acceso y sólo encontró picaduras en lugar de una solución al problema.
Pedido de ayuda
"Llamamos a todo el mundo. Y como es un domicilio particular, nadie puede ingresar. Hasta que no se muera una persona, nadie va a hacer nada", contaba un vecino el domingo, muy consternado mientras era entrevistado por un medio local.
Finalmente, este lunes por la tarde, personal de área de Zoonosis de la Municipalidad de Santa Fe se presentó en el lugar para dar respuesta al reclamo. La situación demandó que fuera demolida parte de la construcción donde se alojaba el panal y que los ocupantes de la casa debieran abandonar el lugar. También recomendaron mantener las aberturas cerradas y meter las mascotas en el interior de las viviendas.
Solución de urgencia
Desde el área de Zoonosis del municipio confirmaron que dada la urgencia y el reclamo realizado, los trabajadores ingresaron a la casa y fumigaron el panal para eliminar a las abejas.
El jefe del departamento de control de plagas de la Muncipalidad, Gonzalo Missio explicó que previamente a la intervención le explicaron a los vecinos cómo sería el procedimiento y los recaudos que se debían tomar.
"Tuvimos que esperar que baje el sol porque fumigar con luz iba a generar un problema peor", explicó.
Los operarios emplearon humo para eliminar a las abejas, debido a la complejidad para acceder al lugar donde estaba localizado el panal y porque dada la muerte de animales, y la cantidad de personas picadas, "no había tiempo para realizar un rescate (del panal). Tuvimos que actuar por ese motivo", aclaró el funcionario.
El operativo demandó alrededor de una hora y contó con la colaboración del personal de la Brigada de Emergencia Municipal (Cobem), que asistió a los trabajadores y a los vecinos. Este martes a la tarde se inspeccionará el domicilio para evaluar el resultado de la fumigación.
Preservar a las abejas
Las abejas contribuyen a la biodiversidad de los ecosistemas naturales y tienen una relación directa con la mayoría de los alimentos que consumimos. Se estima que tres de cada cuatro alimentos están relacionados en forma directa con el accionar de los polinizadores y fundamentalmente, con el de las abejas.
La polinización que realizan las abejas favorece la producción de más cantidad y mejor calidad de frutas y hortalizas, entre muchas otras especies vegetales.
Desde hace unos años, tanto desde organizaciones ligadas al cuidado del ambiente, como también desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) a nivel oficial, se difunde sobre de la importancia de cuidar a las abejas. “Las llamamos nuestras pequeñas heroínas por su vital rol en los ecosistemas y en la producción de alimentos”, sostuvo Mauricio Rabinovich, responsable del Programa Nacional de Sanidad Apícola del organismo sanitario.
Entre los meses de septiembre y octubre aumenta la visualización de abejas a nuestro alrededor, debido a la suba de las temperaturas y una mayor oferta en cantidad y variedad de alimentos.
“Tanto en la ciudad como en el campo, tenemos plantas con flores, que producen y ofrecen su néctar como alimento. Las abejas utilizan ese aporte de nutrientes y energía para crecer y desarrollar su colonia. Es por eso que en primavera, las colmenas comienzan a tener más movimiento: al aumentar la oferta de alimento disponible en el ambiente, se incrementa su actividad y su población”, explicó Rabinovich.
Qué hacer ante la aparición de enjambres
La multiplicación y división natural de las colonias de abejas provoca lo que se denomina "enjambrazón". Esto sucede cuando parte de la población de una colmena se instala en un nuevo lugar que puede ser en viviendas, árboles o vía pública.
“El enjambre es el resultado de la división natural de la colonia de abejas merced a la bonanza de oferta de alimentos. Se pueden llegar a instalar en lugares donde estén protegidas como el techo de una casa o un taparrollo y eso causa sorpresa y eventualmente molestias o inconvenientes en la vida cotidiana de las personas”, explicó Rabinovich.
Para cuidar a las abejas, el Senasa brinda una serie de recomendaciones que podrán implementar los ciudadanos y las ciudadanas para permitir que un enjambre pueda trasladarse fuera de sus hogares hacia una colmena.
Las personas que observen o tomen contacto con enjambres naturales, pueden comunicarse con personas ligadas a la apicultura para que acudan al lugar y los rescaten. En algunas provincias cuentan con un registro donde se encuentran inscriptos los rescatistas de enjambres que tienen organizados en sus áreas urbanas y suburbanas;
Otra opción es comunicarse con algún cuerpo de bomberos o de defensa civil quienes pueden canalizar el reclamo ante el profesional o la repartición estatal competente para intervenir. También se puede contactar a las administraciones apícolas provinciales.
Desde el Senasa, y dependiendo de dónde vive el vecino o vecina, se les puede brindar orientación; para lo cual se sugiere escribir un correo electrónico a [email protected]
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