Con el comienzo de clases, vuelven a trabajar también los transportistas escolares, una actividad muy golpeada por la pandemia producto de la suspensión de la presencialidad en las escuelas durante todo 2020. El sector desarrolló junto a las autoridades sanitarias del municipio un protocolo de acción ante la reactivación de la prestación del servicio, que determina algunas restricciones y cuidados a bordo de las unidades que trasladan niños a los establecimientos educativos.
La implementación de protocolos de seguridad y normas de higiene busca minimizar los riesgos de contagio ante la enfermedad.
La cabina del conductor deberá contar con una aislación física transparente para separarse de los pasajeros, pudiendo ser de nylon. Antes de iniciar el recorrido y luego de finalizar, cada
chofer deberá desinfectar el vehículo con lavandina o alcohol para minimizar el riesgo de transmisión por contacto, en especial en pasa manos, ventanillas, picaportes y asientos, y ventilar frecuentemente la unidad, para permitir el recambio de aire.
El cupo máximo de pasajeros a transportar será de 70 por ciento de la capacidad autorizada en situación normal. Se aplicará alcohol en gel o al 70 por ciento en las manos de los pasajeros antes de ingresar a la unidad. El ingreso se hará por puerta lateral, ingresando el primer pasajero hacia el final de las filas y llenándose de atrás para adelante. Los asientos podrán tener marcas que indiquen espacios disponibles para sentarse. Será obligatorio el uso de tapa bocas para el chofer y los pasajeros, que deberán permanecer con barbijo o máscara acrílica durante todo el recorrido. Las personas que informen síntomas no podrán ascender al transporte.
Durante el traslado se respetarán distancias entre los pasajeros según normativas vigentes. En el caso de ser miembros de una misma burbuja (familiares) pueden ubicarse en asientos continuos y mantener distancia de otros pasajeros. Se deberá circular con las ventanillas abiertas y los niños deberán permanecer en el asiento durante todo el recorrido.
El descenso será ordenado por filas, respetando las distancias sociales requeridas. A la inversa del ascenso, los primeros pasajeros en descender serán los de la primera fila, luego los del medio y finalmente los del atrás. El descenso se hará de manera individual siempre que la situación lo permita.
Se detallará un listado de pasajeros y no se tomarán viajes en la vía pública. Cada chofer y pasajero manifestará en condición de declaración jurada, su estado de salud. Si algún chico presenta síntomas de fiebre y tos deberá ser aislado en lo posible del resto de los pasajeros y mantener una distancia de seguridad. El chofer deberá comunicarse con el número 107 o 0800 555 6549, a los efectos de recibir las instrucciones de cómo proceder.
El protocolo es dinámico y podrá modificarse de ser necesario, de acuerdo a las disposiciones que establezcan las autoriades sanitarias y la Municipalidad de Rosario.