Con la llegada de septiembre, las consultas por alquileres temporarios en Funes y Roldán ya comenzaron a moverse con fuerza. Según el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir), muchas familias iniciaron la búsqueda en julio, antes de que se cerraran los valores definitivos, anticipándose al aumento de precios en la costa atlántica.
Los valores en estas ciudades cercanas a Rosario se mantienen similares a los del año pasado, aunque con subas puntuales de hasta el 20%. Una casa de dos dormitorios, equipada con piscina, wifi, jardinero y piletero, ronda desde los 1.000 dólares la quincena, aunque se trata de un promedio: hay opciones más económicas y otras más exclusivas, sobre todo en barrios privados, cuya escasa oferta eleva los precios por la alta demanda.
El perfil de quienes alquilan en Funes y Roldán
Belén Rivero, referente de Cocir (matrícula 731), señaló en diálogo con La Capital que la mayoría de los alquileres se pactan por quincena o mes. “Tratamos de evitar el alquiler por día o por fin de semana porque muchas veces se utilizan para fiestas, lo que genera problemas en el cuidado de los inmuebles y con los vecinos”, remarcó.
El perfil más frecuente de quienes alquilan son familias con hijos que buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza, muchas veces con padres que trabajan de forma remota, y también personas mayores que eligen un entorno sereno para descansar. En los últimos años, se sumó un nuevo fenómeno: personas que deciden pasar la temporada como una prueba antes de mudarse de manera definitiva a las afueras de Rosario.
“Lo que buscan principalmente es naturaleza, tranquilidad y seguridad. En Funes, por ejemplo, se puede caminar de noche con la tranquilidad de que no va a pasar nada, y hay espacios públicos pensados para disfrutar en familia”, destacan. A esta oferta se suman propuestas gastronómicas y recreativas en expansión.
Corredores de la región también detallaron que septiembre marca el inicio de la “temporada de consultas” para Navidad, Año Nuevo y enero. Además, se suman familias que llegan del exterior (Italia, España, entre otros) a visitar parientes y prefieren alojarse en Funes o Roldán antes que en Rosario
Por su parte, Natalia Corts (matrícula 1.308), titular de Corts Negocios inmobiliarios, detalló: “Siempre manejamos un mínimo de siete días de estadía para garantizar el buen cuidado de los inmuebles y la tranquilidad de la zona. Una casita sencilla con pileta y hasta cuatro personas arranca hoy en 60 a 65 mil pesos diarios. De ahí en adelante, los precios suben según comodidades y ubicación. El mercado de barrios privados es aparte”.
Las propiedades más demandadas
Las inmobiliarias coinciden en que las casas sin piscina son muy difíciles de alquilar durante el verano, ya que este servicio es considerado esencial. También remarcan que las propiedades en barrios privados son las más codiciadas, pero su disponibilidad es escasa, lo que dispara los precios.
Otro cambio que se consolidó desde el año pasado es que el alquiler temporario dejó de ser una opción exclusiva del verano para transformarse en un mercado que se mueve durante todo el año. La seguridad, la expansión de la ciudad y los servicios disponibles hicieron que incluso familias que antes buscaban opciones en Rosario, hoy prefieran instalarse en Funes o Roldán.
Otra variable que empuja los precios es la escasez de unidades en barrios privados y las limitaciones internas que muchas administraciones aplican al alquiler de temporada. Resultado: poca oferta y valores más altos. En ese segmento, hoy se habla de entre 2.500 y 3.000 dólares por mes, ya en tipologías de 4 o 5 dormitorios, con mayor metraje y servicios.
Alquilar en Funes y Roldán o viajar
Estos valores implican que veranear un mes completo en Funes o Roldán parte desde los 2.000 dólares —equivalente a unos $2.900.000 — en una casa con pileta, jardín, conexión wifi y servicios de mantenimiento incluidos.
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Para tener un punto de referencia, en Mar del Plata los alquileres de temporada muestran un rango mucho más amplio, pero también más costoso en varios casos. Una casa en Punta Mogotes o en el Bosque Peralta Ramos ronda entre $2.400.000 y $6.000.000 por mes, según su tamaño, ubicación y servicios. Por otro lado, un departamento céntrico para cuatro personas se ubica alrededor de $1.900.000 mensuales, mientras que las opciones premium en la zona de Güemes o cercanas a la costa elevan aún más el presupuesto.
Así, el contraste deja en claro que pasar el verano cerca de Rosario puede resultar una alternativa más accesible y con la ventaja extra de la cercanía, evitando los traslados largos a la costa atlántica, aunque con una oferta más acotada y en un mercado que cada año se consolida no solo como opción de temporada, sino también como espacio de prueba para quienes evalúan mudarse de manera definitiva a las afueras de la ciudad.
El verano en otras localidades
Si bien Funes y Roldán concentran la mayor parte de la demanda, también hay movimiento en localidades cercanas como Timbúes, Arroyo Seco, Oliveros, Andino e incluso Ybarlucea. En estos casos, los precios suelen ser más bajos, pero también las comodidades y la infraestructura son distintas.
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“Funes tiene un plus por la preferencia de la gente. La elección del mercado siempre termina impactando en el valor: a mayor demanda y menos oferta, los precios suben”, explicó Corts.
A diferencia de lo que ocurre en los otros puntos, en Funes y Roldán no solo se alquila la casa con jardín y pileta, sino que también se ofrece un ecosistema de servicios mucho más completo: supermercados, bares, propuestas gastronómicas y espacios recreativos que se suman a la experiencia de verano. Esa estructura explica por qué la balanza se inclina hacia estas dos ciudades, aun cuando localidades cercanas se encuentran a pocos kilómetros de Rosario.
Recomendación para evitar estafas
Desde Cocir insisten en la importancia de realizar las operaciones con corredores matriculados. “Todos los años se repiten casos de estafas en alquileres temporarios. La forma de evitarlas es contratar siempre a través de profesionales habilitados”, subrayan.