Contrarreloj y con las esperanzas al límite, operarios de Defensa Civil y otros organismos trabajan en estos momentos en la zona de Superí al 200, en barrio Alberdi, donde el domingo al atardecer se produjo el derrumbe de una vivienda y bajo cuyos escombros se encuentra sepultado Luis López, un maestro mayor de obra de 52 años, quien alcanzó a alertar a su padre y al inquilino, quienes pudieron escapar a tiempo del siniestro.
Este martes, una máquina retroexcavadora trabajaba en la remoción de un gigantesco árbol que obstruía aún más el trabajo de operarios y rescatistas. Además, se intentaba demoler parte de la estructura de la casa que quedó en pie tras el derrumbe del domingo. Uno de los mayores inconvenientes con el que se encuentran quienes participan del rescate es la imposibilidad de acceder por la zona de cocheras, en donde se encontraría Luis López.
Con el correr de los minutos las esperanzas de hallarlo con vida se acortan. Sin embargo, los rescatistas realizan esfuerzos extremos para intentar dar con él.
Luis padre, arquitecto, fue rescatado cerca de las 20 del domingo. El hombre, de 88 años, es un histórico del barrio y muy ligado a la historia del club Remeros, además de haber sido directivo. Facundo, de 30 años, un inquilino de esta casa de tres plantas, pudo ser rescatado en la madrugada de ayer. Ambos no presentaron heridas de gravedad. Desde entonces todo el esfuerzo se puso en dar con Luis Ariel, de 52 años, maestro mayor de obras y un hombre dedicado a los deportes al aire libre, entre el río y la montaña.
>> Leer más: Continúa la tarea de rescate en la casa derrumbada
"Estamos tratando de seguir, pero a la vez de no arriesgar tanto al personal en el lugar, porque hay zonas que se presentan muy inestables. Vamos a dejar una guardia que seguirá toda la noche con 15 hombres de Zapadores en dos grupos", explicaron desde la dotación apostada en la zona.
derrumbe calle superi.mp4
La vivienda que colapsó alcanzaba a verse tanto desde la plaza como desde el puente de la bajada Puccio y desde la avenida Eudoro Carrasco, a metros de la plaza Santos Dumont, en Superí al 200. Las postales de la jornada arrojaron imágenes de devastación. Losas que cedieron, escombros por doquier, en una topografía compleja de una casa colgada sobre la barranca. Lo único que quedó en pie fue el altillo.
A lo largo de las tareas de rescate se hicieron presentes entre 30 a 40 integrantes de Bomberos Voluntarios de Rosario, Villa Gobernador Gálvez y Serodino. También está la Brigada Canina de Búsqueda de Personas de la Federación Santafesina de Bomberos Voluntarios.