La nueva comisión directiva del club 6 de Febrero sacó los remos para recuperar la institución que en algún momento fue un espacio de encuentro y contención para los vecinos de la zona sur de Rosario. Durante 25 años, el inmueble de Italia y Casablanca fue utilizado por un pequeño grupo de personas para obtener beneficios económicos, desde alquilar el espacio para cumpleaños hasta vender la cancha de bochas o los ventiladores de techo. Hoy, las nuevas autoridades manifestaron la necesidad de ponerlo en marcha otra vez “para los pibes del barrio que en este momento juegan en la calle”.
Hace tres años los vecinos del barrio transformaron el temor en lucha, cuando se enteraron de que quienes tenían las llaves del club en su poder estaban intentando convertirlo en una cochera. “Son personas a las que en el barrio les teníamos miedo porque se habían apoderado de las institución. No vivían en el club, solo lo hacían funcionar como un comercio”, comentó el actual presidente del 6 de Febrero, Fabián Diris.
De esa situación y muchas otras del mismo calibre surgió la necesidad de decir “basta” y fue ahí cuando los vecinos se organizaron para comenzar el proceso de normalización de la institución. Se conformó una comisión directiva con 200 socios nuevos y recién en estos días finalizó el trámite de normalización donde recibieron los libros sellados y rubricados necesarios para funcionar con personería Jurídica.
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El club 6 de febrero en la actualidad.
Según la Ley 27.098, los clubes de barrio “son asociaciones civiles y su objetivo no es tener ganancias económicas”. Entre los propósitos se encuentran “el desarrollo de actividades deportivas no profesionales, así como, poner sus instalaciones a disposición para la educación no formal, el fomento cultural de todos sus asociados y la comunidad a la que pertenecen”. Algo que en el club 6 de Febrero hacía 25 años que no estaba sucediendo, pero la historia cambia, y esta vez a favor del barrio.
En este marco, el presidente de la institución reflexionó: “Tenemos un montón de proyectos, nuestra intención es ponerlo en marcha otra vez para los pibes del barrio. Queremos que el club vuelva a ser lo que era, un club de deportes amateur con actividades para todas las edades. Eso presentamos en la inspección general y nos dieron el visto bueno”.
Hace unos años, dentro de la institución se filmaron escenas de la película Milagro de Otoño, dirigida por el rosarino Néstor Zapata, fundador y director de la primera Escuela de Cine de Rosario y fundador del espacio cultural Arteón, protagonizada por el reconocido actor Luis Machín. En ese momento, la producción del largometraje pintó el patio para la filmación. Ese fue un hito en cuanto a mantenimiento del lugar en más de dos décadas.
Con todo lo que pasó en el club, pensar en cómo funcionaba en otra época resulta difícil, pero Diris, con una mezcla de emociones, lo pudo recordar, mientras que con sus dedos lo dibujaba en el aire. “Soy socio desde muy chico y antes el club era un espacio de reunión en el barrio. Además de las actividades deportivas era un lugar de contención, los más grandes nos cuidaban. Acá por la inseguridad los chicos no pueden jugar en la vereda, queremos que los pibes estén adentro del espacio”, reveló.
Desde la Municipalidad también aportan su granito de arena, ya que prometieron un trabajo articulado. A unas pocas cuadras del club está ubicado el polideportivo "9 de Julio” y lo que se pensó fue trasladar algunas de las actividades que se realizan en ese espacio hacia el 6 de Febrero. También se contactaron con una cátedra de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que se focaliza en trabajos vinculados a lo social y donde desarrollarán un plan a largo plazo.
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Dibujo realizado por el diseñador gráfico del club que muestra uno de los objetivos, transformar la fachada.
En relación a los gastos a los que se enfrentan, Diris expuso: “Hoy gastamos 100 mil pesos en cerraduras y cerrajero y agotamos medio presupuesto de un mes. Está destruido, vendieron todo y no dejaron nada. Hicieron lo que se te pueda ocurrir”.
Las ganas están, pero con la situación económica actual es cada vez más complicado financiar la cantidad de obras y de recursos necesarios para que el club empiece a funcionar como corresponde. Actualmente, la institución está desmantelada, si bien la nueva comisión directiva explicó que lo fundamental son las obras de construcción, también necesitan cinco matafuegos, una escalera para llegar a los techos, pintura y elementos deportivos, entre otros. Aquellos que quieran ayudar a recuperar el club mediante donaciones pueden comunicarse al 341-609-5552.