Tras la publicación de La Capital sobre los robos hormiga que se suceden en el esqueleto del edificio de Circunvalación y San Martín, el diputado provincial Miguel Rabbia presentó el proyecto para que la provincia explique qué proyecto tiene el Ministerio de Salud para el centro asistencial que ya lleva 13 años en construcción.
La obra para dotar a la ciudad de Rosario de un nuevo hospital se iniciaron a mediados de 2011, durante la gestión del ex gobernador Hermes Binner. Sin embargo, tras sucesivas administraciones apenas se concretó el 20 por ciento de los trabajos necesarios para que el centro asistencial pueda estar en funcionamiento.
En las últimas semanas, vecinos del lugar denunciaron que la estructura de hormigón era permanente víctima de robos, que ya había perdido prácticamente la totalidad de los cerramientos de su planta baja y de sectores de sus pisos superiores.
En la Cámara de Diputados
La postal del abandono tuvo repercusiones en la cámara de Diputados de la provincia. Rabbia (Juntos / bloque Construyendo Futuro) ingresó un pedido de informes para saber qué resguardo tiene la construcción y cuáles son las condiciones de seguridad del espacio.
Además, la iniciativa indaga sobre qué proyecto tiene el Ministerio de Salud de la provincia para el hospital que se construye en Rosario. "Ya habíamos presentado una iniciativa similar, ahora volvemos a insistir sobre el mismo tema", explicó el diputado provincial, integrante de la comisión de salud de la cámara Baja santafesina.
Como senador, Rabbia había participado del equipo convocado durante la gestión del ex gobernador Omar Perotti para volver a discutir el proyecto del centro asistencial de la zona sur. De esa comisión participó también quien por entonces era presidenta de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados de la provincia, Silvia Ciancio, actualmente ministra de Salud provincial.
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Un hospital del futuro
Rabbia recordó que en su momento se analizaron la demanda en salud de la población del sur provincial y la capacidad del sistema sanitario de darle respuesta. "Nos encontramos que era sumamente necesario fortalecer el cuatro nivel de atención, aquel relacionado con la rehabilitación de pacientes, por eso propusimos darle este perfil al nuevo hospital", recordó.
Así, se acordó que el edificio que se promocionaba como el hospital "más grande y moderno del país", con una estructura total de 39.000 metros cuadrados, tendría dos tipos de uso: en la mitad de esa superficie funcionaría un hospital general de alta complejidad, mientras que en la segunda se abriría un centro para la rehabilitación de patologías neurológicas.
Rabbia fue un defensor de esa idea. "En su momento lo consideramos como un Fleni público rosarino", apuntó haciendo referencia al hospital porteño con una sede en el barrio de Belgrano y un complejo en Escobar, especializada en neurología, neurocirugía y rehabilitación.
"Rosario es un polo sanitario nacional indiscutido, donde la salud pública, la privada y las universidades nacionales tienen un desarrollo importantísimo", advirtió y consideró que sumar un efector especializado en rehabilitación "no s pondrá como cabecera de desarrollo y prestigio en la capacidad para resolver problemas de salud complejos".
Pero hay algo más, "la rehabilitación es una gran falencia que tenemos, al punto que un paciente que padece un ACV y se atiende en la salud pública tiene dificultades para acceder rápidamente a tratamientos y puede quedar con secuelas permanentes porque no lograron hacer su rehabilitación en tiempo y forma".
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Historia de una idea
Rabbia recordó que durante la gestión del ex gobernador Jorque Obeid comenzó a gestarse la idea de levantar un hospital en el predio del Batallón 121 para mudar allí los servicios del Hospital Provincial, de Alem y Mendoza. "En su momento el gobierno de la ciudad definió destinar ese predio para la construcción de un complejo de viviendas", dijo.
Así, se destinó al hospital el predio actual, de San Martín y Circunvalación, donde se proyectaba un complejo de atención y enseñanza de las disciplinas relacionadas al cuidado de la salud. El problema, apuntó el diputado, "es que dislocaron la idea original y llevaron el hospital a un lugar que no tiene servicios básicos, como agua, gas y cloacas, ni potencia eléctrica suficiente".
Según advirtió "dislocaron el hospital de su idea original". Las obras para la construcción del hospital comenzaron en junio de 2011. El gobierno de Antonio Bonfatti avanzó con las primeras etapas y el de Miguel Lifschitz llegó a inaugurar el cerramiento de la estructura y la plaza que enmarca la construcción.
Al asumir Omar Perotti, las nuevas autoridades plantearon que no estaban dadas las condiciones previas para continuar con la obra, principalmente la infraestructura de servicios (agua, cloacas y luz). En marzo del año pasado se licitaron las obras básicas de infraestructura cloacal para el hospital. Los trabajos permitirian extender el servicio además a los barrios Tío Rolo, Puente Gallegos, 17 de Agosto, Las Flores Este, Irigoyen, Las Flores Sur, San Martín Sudeste y Sudoeste. Por entonces se anunció que las tareas demandarían un año. Sin embargo aún no se completaron.