El comienzo del debate en la comisión de Servicios Públicos del Concejo Municipal sobre Uber mostró que no hay consenso para aprobar una posible regularización de la aplicación de transporte en Rosario. La concejala del PRO Renata Ghliotti, autora de la iniciativa que le abre la puerta a la legalización del funcionamiento de la plataforma en la ciudad, expuso ayer sus argumentos en el inicio de la discusión pero la resistencia de las distintas fuerzas políticas le cerraría el camino a la aprobación, y el texto ni siquiera lograría tener los votos para el despacho.
En la comisión hay, además de la edila macrista, cuatro integrantes del Frente Progresista: el presidente Fabrizio Fiatti (Creo), Lisandro Zeno (Partido Demócrata Progresista) y las socialistas Lorena Carbajal y Mónica Ferrero. Todos seguirían por ahora la posición del municipio, que es no dejar entrar a la multinacional a Rosario. Completan la nómina Pedro Salinas de Ciudad Futura, que tampoco lo acompañaría, y Eduardo Toniolli, férreo opositor al desembarco de las apps (la otra es la rusa Maxim). No parece haber mucho lugar para un pulgar arriba.
El presidente de la comisión puso ayer el proyecto en temario, y los otros concejales integrantes quedaron en estudiarlo. Pero con este cuadro parece difícil que prospere. En este contexto, Ghilotti admitió que “si el Ejecutivo no abre el juego, es difícil” que el tema avance. Y luego de las declaraciones públicas de Fiatti, quien dijo “el transporte por vehículos privados no tiene consenso”, la abogada cree que el oficialismo “está decidido a combatir, más que a regular”. En su consideración, esa posición “es un error, porque van a una batalla judicial que nos va a hacer perder dinero a los rosarinos, ya que vamos a tener que pagar todos”.
En ese sentido, mencionó que “ya hay fallos en Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Córdoba que están diciendo que la actividad de Uber es actividad lícita, amparada por el Código Civil, que se considera transporte privado de personas y no servicio público y que está en cabeza del municipio la decisión de dejar jugar sin regulación, o regulando. Si no regulás, no marcás reglas, que fue lo pasó en Buenos Aires. Resistieron, persiguieron, y hoy las aplicaciones funcionan igual”, advirtió la vicepresidenta del Ente de la Movilidad del municipio.
“Esta es una oportunidad que Rosario no puede perder. Hay que dar esta discusión en el marco de la movilidad integral. Se trata de regular aplicaciones que unen a oferta y demanda de transporte privado. Tenemos que poner en eje central a los usuarios de los diversos sistemas de movilidad, y en ese marco los taxis y remises también están contemplados en mi proyecto para que puedan utilizar estas plataformas”, señaló la concejala de Juntos por el Cambio.
Tasa
En tanto, recordó que la iniciativa propone un cobro de una tasa especial por prestación del servicio del transporte privado de personas mediante aplicaciones en un porcentaje de la facturación que quedaría a la reglamentación del Ejecutivo, y que irá a robustecer el Fondo Compensador del sistema de transporte público y al sostenimiento del sistema de taxis. “Lo importante es que estamos privando de mayores ingresos al municipio, que pueden destinarse a los sistemas de transporte público, como hace Mendoza”, indicó.
Al respecto, Ghilotti sostuvo que "el crecimiento de usuarios que descargan las distintas aplicaciones es exponencial e inevitable", y que al comparar los habitantes de Rosario con Mendoza, donde las aplicaciones fueron reguladas, "Uber informa tener un total de 300 mil usuarios y unos 1.500 choferes. Lo cual podría significar un probable de 215 mil usuarios dinámicos y 1.100 nuevos puestos de trabajo en nuestra ciudad".
En cuanto a la recaudación, explicó: "Con ese número de usuarios existen conductores en Mendoza que llegan a cobrar hasta 70 mil pesos, y Rosario podría obtener ingresos por unos 16 millones de pesos anuales con una tasa municipal estimada en torno del 5 por ciento. Tomando como referencia una facturación acorde a esos números, los promedios de viajes en dicha localidad y teniendo en cuenta que las aplicaciones se rigen por oferta y demanda y estos son números dinámicos y estimativos", aclaró.
Negativa
Desde la oposición al proyecto, Toniolli aprovechó para reiterar que “Uber es una estafa, promete trabajo y buen servicio, y una vez que destruye la competencia desde su posición dominante, muestra su verdadera cara: precariedad, evasión fiscal, y nadie que se haga cargo si surge algún problema. Es cuestión de ver lo que pasa en Mendoza o en Montevideo, donde los dejaron entrar y la experiencia fue nefasta”, lanzó.
"Algunos se creen que va a venir Iván de Pineda a buscarte en un BMW, y en realidad la única novedad que traería Uber es que organizaría atrás suyo a todo el transporte ilegal que ya existe en Rosario, pero con más capacidad de daño a los servicios públicos", ironizó.
Para el dirigente justicialista, “no es un problema ideológico, ya que (Horacio) Rodríguez Larreta y el intendente de Mar del Plata son del PRO, y sin embargo como tienen que gestionar dos ciudades grandes, y saben los problemas que traería, combaten a Uber. El problema del PRO rosarino es que está tan lejos de cualquier responsabilidad de gestión, que se prenden en cualquier aventura con tal de llamar la atención para que la gente se acuerde de que existen”, chicaneó el concejal del Movimiento Evita.