A los 57 años, y a solo dos días de haber presentado su libro “Perro negro” ( UNR Editora) , falleció el periodista especializado en Política de La Capital Mauricio Maronna . El texto inauguró a sala llena el Café Literario y Cultural de la Universidad Nacional de Rosariro (UNR), en Maipú 1065. Allí junto a los presentadores - el rector de la UNR Franco Bartolacci, y los escritores Fabián Casas y Nicolás Manzi - Maronna, con más de 30 años de profesión, reconoció estar "nervioso".
Bartolacci, al iniciar el encuentro, dijo que el libro de Mauricio era "un lujo" y él un "gran amigo". Agregó que "siempre tuvo a todos en vilo esperando para ver qué iba a decir en sus columnas" políticas y obviamente en este libro: un cruce de textos breves sobre el oficio, anécdotas, postales del pasado y también comentarios sobre fútbol, música y literatura.
Maronna primero agradeció esas palabras, tanto como la presencia de políticos, jueces y amigos que lo acompañaron en el acto del martes pasado.
"Tiene razón Franco - confesó– le hice entrevistas a Menem en la Casa Rosada, a Alfonsín, a todos. A Duhalde, a Macri y sin embargo nunca tuve problemas para dormir el día anterior y anoche no pude dormir".
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Foto: Marcelo Bustamante / La Capital
Dijo el periodista que este libro fue para él "barajar y dar de nuevo" , tanto como "poder escribir" , algo que siempre quiso hacer y no se animaba hasta que se cruzó en su camino el libro "Memorias de la Edad del Pavo" , de Casas, autor que se sentó a su lado en la presentación.
Infancia, sopa y pulóver naranja
Maronna anticipaba que el texto no es melancólico pero habla de su infancia en Teodelina (a 200 kilómetros al sur de Rosario) y rompe con mitos como el que dice que la adolescencia es feliz.
" Yo en la adolescencia no fui feliz, perdí a mis padres muy pronto y siempre había una tragedia inminente . Ahí (en el libro) está eso y ahí está mi pasión con el fútbol, una manera, casi la única de linkear la historia con la de mi papá cuando íbamos a la cancha, está la música, ese gran vínculo que uno tiene ", dijo el conocido hincha fanático de Newell's. En definitiva retrató así al libro, como a " una sopa" en que se van agregando cuestiones como la política de manera desacartonada, los amigos, los colegas, las historias generacionales y transversales, además de rupturas con el periodismo.
" Es mucho mejor la política que algunos periodistas", dijo Maronna el martes y parafraseó a Casas al asegurar que "encontrar un periodista solidario en una Redacción brilla como un pulóver naranja".
Tras las palabras de Maronna habló Casas, quien estuvo en Rosario por "amistad con Maronna" y como primera salida en pandemia.
El autor y ex editor del suplemento deportivo Olé advirtió ser alguien prejuicioso que sostiene que " el 80 por ciento de los que tienen Twitter son malas personas . Mauricio es un twittero activo, y me sorprendió ver a tanta gente acá, creí que me caía solo bien a mí, veo que no ".
Dijo, además, que le había impactado del libro de Maronna entendiendo que las personas "ya no quieren tener experiencia, vida privada y ser común".
Para Casas tener experiencia es "estar presente" como él estuvo allí, en la presentación del libro de su amigo. Y dijo del libro que permite entrar en los textos con recuerdos potentes como el de una madre colgando ropa, un gol de Mario Zanabria o los perros negros.
Perros negros y monos de humo
Casas contó, casi como adelantándose a las horas, que los perros negros son como el concepto budista del mono de humo: ideas que acosan a algunas personas que quieren entender el día, desde que se levantan hasta que se acuestan.
" Los mejores días son los que no se entienen" , aseguró antes de arrojar por el aire la frase "también es bueno aceptar que uno se puede rendir".
Presentación del libro Perro Negro de Mauricio Maronna e inauguración de la Librería Universitaria
Cuando le llegó el turno al editor, Manzi, tanto él como Marona y Casas se metieron en una charla ecléctica casi como las de café. Circularon palabras sobre la hija de Maronna, Maite, y autores como Levrero, Yanuzzi, Borges; la lectura, el robo de escrituras ajenas, la originalidad, la poesía.
El periodista y autor, ya relajado, hundido en la silla, con las piernas estiradas y visiblemente menos nervioso, se animó a decir que tenía un libro sobre política listo pero se decidió por dar el paso con Perro negro porque pensó: "¿A quién le importa ahora Reutemann, Obeid, Bonfatti? " . La pregunta se oyó y les sacó una sonrisa a los presentes.
Volvió a este libro, el que presentó en sociedad, del que rescató especialmente el diseño y dijo: "Es poesía". Luego hubo más pero nada fue tan curioso al final de esas noche como este adelanto: "Estoy escribiendo un libro del diario (La Capital) que publicaré cuando me vaya" . Habrá que esperar que se publique, como hubiera sido su deseo.