Con críticas por las evidentes deficiencias que muestra el servicio en días y horarios de convocatorias masivas, varios concejales de la oposición solicitaron al Ejecutivo que sume colectivos al sistema del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) e insistieron con que se ponga fin al esquema de emergencia decretado en noviembre de 2020 en medio de la crisis sanitaria por la pandemia del Covid-19, lo que fusionó líneas y cambió recorridos.
La semana pasada también realizó idéntica solicitud un grupo de vecinales que elevó una lista de reclamos ante las deficiencias de cada línea. "Se vienen nueve noches de las Colectividades y no podemos dejar tirada a la gente en la calle", graficaron desde el Palacio Vasallo.
La discusión por el servicio público de transporte de pasajeros en Rosario sumó otro capítulo, esta vez en el Concejo Municipal. Esta semana, en la habitual reunión la comisión de Servicios Públicos, varios ediles reclamaron sumar unidades y poner fin a la emergencia del sector.
El decreto 10.099/2020 que firmó el intendente Pablo Javkin dispuso 24 meses como plazo de la emergencia. Sin embargo, en el artículo 2 se establece que ese período “quedará concluido si los pasajeros totales mensuales del sistema alcanzaban el 90 por ciento, tomando como parámetro las estadísticas del mes de octubre 2019".
Ese salvataje del Ejecutivo obedecía a la coyuntura en términos de una caída de los pasajeros trasladados ante la necesarias medidas de aislamientos implementadas para evitar los contagios del Covid-19. En ese camino, estableció un rediseño del sistema público de transporte de pasajeros.
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Eso incluyó la redefinición y unificación de líneas, frecuencias, cambio de paradas y recorridos, ramales, y demás cuestiones operativas “que adapten el sistema de transporte a las nuevas necesidades originadas por la emergencia sanitaria”.
En más de una ocasión La Capital dio cuenta de las dificultades que representa para muchos vecinos esa fusión de líneas, cambio de recorridos y distanciamiento de paradas. Las quejas por las malas frecuencias y las esperas interminables se hilvanaron con la recurrente inseguridad.
Eternas esperas y colapso
En el Concejo, que tiene representantes en la comisión de seguimiento de la emergencia de TUP, del que también participan el Ente de la Movilidad, las empresas y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), retomaron la demanda vecinal y se plegaron a ese pedido. El detonante esta vez fue el hartazgo de los usuarios por las interminables esperas luego de dos eventos masivos: el Festival Bandera en el parque Independencia y la Noche de las Peatonales en el microcentro.
El concejal Carlos Cardozo (Unión PRO-Juntos por el Cambio) denunció el colapso del sistema del transporte público de pasajeros en ocasión de esas dos concentraciones. Si bien reconoció que se trató de buenas experiencias por su masividad y convocatoria, “pusieron en evidencia las deficiencias del TUP. La gente esperó dos horas para volver a su casa”, puntualizó.
Y recordó: "Tenemos cerca el encuentro de Colectividades, con una concurrencia masiva. Tenemos que hacer todo lo que esté a nuestro alcance. Son nueve noches seguidas y no podemos dejar a la gente tirada en la calle." En ese sentido, recalcó que se trabaja sobre puntos en lo inmediato: "Pedir a la empresa estatal Movi que se haga cargo, contrate choferes y refuerce la flota, y establecer negociaciones para sugerirle a la empresa privada Rosario Bus que refuerce el servicio".
Según las charlas y consensos que se vienen tejiendo entre los distintos bloques y el Ejecutivo, la idea es no extender la emergencia del transporte en 2023. "Es clave ver qué pasa con los subsidios nacionales, porque sabemos que hay un pedido en Diputados para que se incrementen. Estamos a la expectativa también de ese dato", indicó Cardozo.
Y otro elemento que resultaría clave es la implementación de la tarjeta Sube. "El Ejecutivo dice que es inminente la firma del convenio, pero venimos con esto desde abril. En eso se ponen muchas expectativas porque se podría incrementar el número de pasajeros de manera notoria. Con esos dos elementos sobre la mesa y la posibilidad de volcar recursos de la recaudación de fotomultas, sería una inyección de fondos", explicó el concejal.
En ese sentido, la concejala Silvana Teisa (Todos Hacemos Rosario) consideró que “si se pusieran los coches en la calle llegaríamos a la cantidad de boletos prepandemia”, uno de los requisitos que se establece para poner fin a la emergencia.
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A ello se sumó Verónica Irizar (bloque Socialista, presidenta de la comisión), que junto a su compañera de bancada, Mónica Ferrero, señalaron además “la complejidad de las paritarias del sector, la falta de subsidios, de recursos, la afectación comercial y educativa”, algo que se agudiza cuando se producen medidas de fuerza como la que estaba prevista para esta semana.
Salir de la emergencia
Igualmente, Irizar consideró oportuno “salir de la emergencia porque la vida volvió a la normalidad”. En el mismo sentido, la edila Susana Rueda (Rosario Progresista) se refirió a la falta de actualización de subsidios, los altos niveles inflacionarios y las complejidades con la tarjeta SUBE.
En cuanto al presupuesto nacional 2023, Irizar no dejó pasar la oportunidad para remarcar que la actual distribución de subsidios perjudica al interior del país, con una suba prevista que no supera el 60 por ciento de los subsidios ejecutados actuales en un escenario de inflación mayor.
Justamente ese fue uno de los puntos que abordó el secretario de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, al describir la escala de subsidios (2.000 millones de pesos, de los cuales Santa Fe recibe 260 millones) que desembolsó el gobierno nacional para destrabar el paro de 72 horas que había programado la UTA.
SUBE, en 2023
En ese marco, Giuliano anticipó que “es inminente la firma del convenio con las autoridades locales para implementar la tarjeta SUBE en reemplazo de la Movi, aunque no dio una fecha concreta.
“Ya incorporamos la SUBE en 56 localidades y ahora buscamos que se sumen Rosario y Córdoba. Hay expectativa, porque estamos avanzando en concretar antes de fin de año la firma del convenio. Eso no significa una inmediata implementación, ya que después tenemos una etapa de adecuación técnica y logística”, estimó el funcionario.
Por lo pronto, también se avanza con la puesta a punto de las validadoras (máquinas canceladoras que se deben instalar en los micros), cuya trámite de licitación para su compra ya fue completado y formalizado por el Ministerio de Transporte de la Nación.
Según reveló el secretario de Transporte, el acuerdo con la Municipalidad también contempla una redefinición de la red de puntos de carga de la SUBE, y ofrecer también una aplicación para celulares, como ocurre en Paraná. “La idea es que todos los rosarinos y rosarinas tengan el sistema en marcha a partir del ciclo lectivo 2023. El acuerdo con la Municipalidad es fundamental para poder concretarlo”.