El grupo Vecinales Unidas, que aglutina a más de 30 entidades barriales de todos los distritos de la ciudad, relevó los déficit más importantes del transporte urbano de pasajeros en el último mes. Los resultados fueron contundentes: los vecinos reclaman mayor frecuencia de colectivos en todas las zonas. Hay paradas donde los rosarinos esperan entre 40 minutos y una hora la llegada del siguiente ómnibus.
La recuperación de los recorridos que tenían las líneas de transporte urbano antes de la pandemia es otra fuerte demanda que manifestaron desde distintas zonas de la ciudad, así como la necesidad de contar con puntos de recarga para la tarjeta.
Junto con esto, solicitaron que se avise con anticipación, a través de la página web del Ente de la Movilidad o a través de carteles colocados en las paradas, cuando cambian los recorridos de las distintas líneas por diversos motivos, de tal manera que los vecinos sepan dónde pueden tomar el colectivo.
Asimismo, no faltaron quienes solicitaron, una vez más, que los colectivos circulen en horario nocturno en los barrios, ya que muchos no ingresan a varios sitios después de las 21 o de las 23.
“Reforzamos el pedido de control técnico de las unidades ya que muchas de ellas no deberían estar circulando por su mal estado”, puntualiza el informe que se elaboró a partir del relevamiento realizado en estas últimas semanas.
Allí también indican que la aplicación “Cuándo llega” sigue funcionando mal, porque por ejemplo anuncia la llegada de coches que nunca arriban a las paradas.
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Con estos resultados los integrantes del grupo Vecinales Unidas esperan que el Ente de la Movilidad los reciba y plantee soluciones. Cabe aclarar que tenían cita para una reunión el lunes pasado, pero se suspendió “por cuestiones de agenda”.
Melisa Herrera, integrante del grupo Vecinales Unidas, explicó que desde los centros barriales de distintos puntos de la ciudad relevaron cuáles son los reclamos más importantes en materia de transporte urbano e interurbano.
“La falta de unidades y servicios de líneas urbanas e interurbanas sigue siendo una situación sin resolverse”, destacó la referente, quien contó que hay líneas como la 133 negra que tiene una frecuencia por hora, el 106 negro tiene demoras de más de media hora y las unidades que funcionan como “enlaces” circulan cada media hora. “Hay que tener en cuenta la inseguridad que implica estar en la parada”, apuntó la vecinalista.
Además, Herrera subrayó que “se necesitan puntos de recarga, porque hay gente que no está bancarizada y no puede cargar la tarjeta por internet, que además demora 48 horas”. Agregó que hay vecinales que ofrecen quioscos donde podrían colocarse máquinas con este fin.
Por otra parte, los vecinos pidieron cuestiones de fácil resolución, como que se anuncie con anticipación el cambio de recorrido.