"Las bandas nunca mataban chicos, pero ahora lo hacen". Con ese título, el diario británico The Guardian encaró un detallado informe sobre la situación del narcotráfico en Argentina donde habló, particularmente, de la ciudad de Rosario, en donde se hace hincapié en los asesinatos con víctimas al azar, entre los que destacan el de Máximo Jerez y Jimmy Altamirano, para luego abordar la semana en la que murieron violentamente cuatro trabajadores.
El texto -firmado por la corresponsal del diario en América latina, Harriet Barber- comienza con la historia de Máximo Jérez, el nene de 11 años asesinado el 5 de marzo de este año en Los Pumitas, Empalme Graneros. En el artículo se plantea que el menor no estaba en ninguna lista negra, que simplemente volvía a su casa de un cumpleaños, que paró a comprar un jugo en un kiosco sin saber que quedaría en medio de un conflicto narco. Una tía de Máximo, Antonia Jérez, da detalles de la sangrienta y dolorosa escena de muerte de su sobrino.
"La muerte de Máximo en marzo de 2023 golpeó Argentina y envió un mensaje en la ciudad que más lucha contra el narcotráfico: mientras los capos compiten por el control –impulsados en parte por la creciente demanda de Europa– cualquiera podría convertirse en su próxima víctima", sostiene el diario.
"Rosario, una ciudad portuaria del interior del país, ha estado atrapada por la violencia de las bandas narcos durante décadas. Su ubicación es de importancia estratégica, ya que se encuentra a lo largo del principal canal de transporte agrícola del país. Los envíos desde Perú y Bolivia, países productores de cocaína, descienden por la vía fluvial Paraguay-Paraná, cambiando de barco en Rosario y otros puertos, antes de continuar hacia Europa y África. Y ahora, los expertos advierten que el negocio está aumentando", continúa el texto.
Quien remarca que "las bandas narco nunca mataban a niños, ahora sí lo hacen" es la tía de Máximo. Ella cuenta que, en Empalme Graneros, "los niños no juegan afuera, tienen miedo" y "las bandas narco desalojan a la gente de sus casas, para utilizarlas para almacenar drogas y armas”.
Alta tasa de homicidios
The Guardian remarca que la tasa anual de homicidios en Rosario es cinco veces mayor que el promedio nacional, 22 por cada 100.000 habitantes. "Si bien la violencia ha sido generalizada durante años, los expertos dicen que la última táctica de las bandas narco es volverse contra transeúntes inocentes, como Lorenzo “Jimi” Altamirano, quien fue víctima de un secuestro y asesinato al estilo mafioso el año pasado".
La publicación evoca cuando el músico, de 28 años, salió de un ensayo en el centro de la ciudad en febrero de 2023, momento en que fue abordado por desconocidos. Quien cuenta el resto de la historia es la mamá de Jimmy, Liliana Altamiraron. "Lo dejaron (al cadáver) frente al estadio de fútbol, un área cubierta por CCTV. Querían enviar un mensaje visible”, analiza. “Le dispararon tres veces, en la mano, en el estómago y en la cabeza”, precisa.
Luego, el texto aborda lo ocurrido en Rosario la primera semana de marzo de este año. "Cuatro asesinatos más sacudieron la ciudad, cuando las bandas narco atacaron a trabajadores inocentes en represalia por una acción de represión contra presos", destacan. En este marco, recuerdan que en el cuarto caso, el asesinato a quemarropa del playero Bruno Bussanich, de 25 años, dejaron una nota que decía que no se quería negociar nada y que iban a seguir matando gente inocente.
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Bruno Bussaniche fue asesinado en la estación de servicio donde estaba trabajando
Foto: Virginia Benedetto/ La Capital
“Hace veinte años, los equipos de fútbol captaban a los chicos para volverlos profesionales. Ahora, son las bandas las que los reclutan", plantea Gabriela Meglio, de Amsafe Rosario, entrevistada por el medio británico. Las palabras del fiscal Luis Schiappa Pietra complementan ese planteo: remarca que los chicos juzgados son "cada vez más jóvenes". Amplía: "Ahora tienen 14, 15 años, en su mayoría chicos pobres que quieren una identidad, ser parte de algo". En la misma línea, un docente de una escuela de zona oeste rememora "cómo cambió todo hace diez años" y lamenta que dos de sus estudiantes fueran asesinados el año pasado.
Pobreza en Argentina
The Guardian repasa estadísticas de UNODC, según las cuales Argentina se ubica en el lugar número 14 de uso de cocaína a nivel global. Expertos advierten que lo que se consume en el país es de baja calidad. Entonces, el diario recuerda cuando en 2022 hubo una partida de cocaína tóxica que mató a 20 personas y mandó a 74 al hospital. "Lo que sale del país es buena calidad, lo que queda es lo que va al mercado doméstico", señala la fiscal federal Mónica Cuñarro. Y, lógicamente, la publicación apunta contra el "paco", y explica que es pasta base muy adictiva que con base de cocaína suma otros químicos y hasta puede incluir pegamento, vidrio o veneno. La tercera droga más consumida en el país.
"El reciente aumento se debe a la pobreza. Argentina ha estado envuelta en una crisis económica durante décadas y actualmente tiene una tasa de inflación anual del 289%. Casi el 60% de los 46 millones de habitantes del país viven en la pobreza, la mayor cifra en 20 años, según un estudio de la Universidad Católica de Argentina", plantea la nota. Eduardo Tomás Cánepa, investigador del Conicet, es citado en esta parte del texto. "El aumento de los niveles de pobreza en Argentina ha provocado un aumento del consumo de sustancias ilegales, especialmente paco y cocaína”, afirma Cánepa, añadiendo que el consumo había aumentado notablemente en las clases medias recientemente empobrecidas".
Luego el texto se mete con el arribo al poder de Javier Milei y las políticas de derecha que impulsa. Plantea las advertencias de las organizaciones de derechos humanos sobre varias situaciones. Alude, también a la corrupción policial. dentro de la cárcel que cuando estaba libre”, afirma.
Hacia el final, la nota recupera declaraciones de Schiappa Pietra. “Todos los jefes de las bandas narco de Rosario están presos, pero hace cuatro o cinco años empezaron a operar desde dentro de las cárceles. Uno de ellos ha cometido más delitos dentro de la cárcel que cuando estaba libre”, afirma. “Cada año vemos miles de casos de narcotráfico en los tribunales, pero para solucionarlo tenemos que atacar el lavado de dinero: la justicia debe seguir al dinero”, finaliza.