Con una inflación que pasó a medirse semanalmente, si bien la suba de los precios se moderó y se estableció en mesetas altas, rituales como el asado del domingo son para muchos un lujo. Incluso cuando el aumento del precio de la carne se frenó después de tener un incremento interanual de julio a julio que llegó al 70 por ciento y en algunas carnicerías los precios bajaron un 5 por ciento, poner a la parrilla la carne para una familia de cuatro integrantes cuesta entre 7 mil y 8 mil pesos, afirmaron los comerciantes. Y si a eso se suman las bebidas y las ensaladas, ese almuerzo o cena costará por encima de los 10 mil pesos y no es para cualquiera.
Para el referente de la Sociedad de Carniceros de Rosario, Cristian García, "la baja de la hacienda en pie" llegó en las últimas semanas a las carnicerías y, dependiendo de los comercios, en algunos casos hubo precios que disminuyeron hasta un 5 por ciento.
"Cada uno sabe cómo maneja su negocio, pero ahora estamos a fin de mes, que es un momento de caída del consumo, así que con esto estamos a la expectativa de qué pasa en los primeros días de octubre", comentó el titular de la carnicería ubicada en la esquina de 3 de Febrero y Juan Manuel de Rosas, que además apuesta en octubre a los resultados de la devolución del IVA para la compra del alimentos que implementó el gobierno nacional.
Según evalúo, las medidas pueden ayudar al incremento del consumo y, más aún, cuando la carne venía siendo a lo largo del año uno de los alimentos que más aumentos había sufrido. Ya en la previa de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), había tenido una suba del 20 por ciento y, con lo que vino después, esa proporción alcanzó el 50 por ciento. Tanto es así que en promedio, la curva de los últimos 12 meses, de julio a julio, ya había superado el 70 por ciento de incremento.
Cuánto sale un asado
El tradicional asado de los domingos, con todo lo que tiene que tener sobre la parrilla para una familia de cuatro integrantes, cuesta hoy por encima de los 10 mil pesos. Y sólo de carne, según indicó García, el costo del almuerzo o la cena ronda entre los siete mil y los ocho mil pesos.
"Estamos hablando de una tira de costilla, un trozo de vacío, algo de pechito de cerdo, chorizo y morcilla", dijo el carnicero. Sólo el kilo de tira de asado cuesta 3.500 pesos y más caro todavía está el vacío, que ronda los 4 mil.
El cerdo, más accesible, es una buena opción. Y aunque tiene desperdicio por las costillas, el pechito, a 1.600 pesos el kilo, está siempre entre los elegidos. Los chorizos, a tres mil el kilo y la morcilla, para los que gusten, bastante más barata (1.700 promedio) no pueden faltar.
Si bien el referente del sector carnicero indicó que las achuras no son un aditamento tan costoso, como pueden ser los chinchulines o los riñones, que rondan los mil pesos el kilo, quienes quieran molleja ya tendrán que pagar otro precio. "Eso es lo más caro", explicó el comerciante. Y ciertamente es así: el kilo de molleja puede superar los 3 mil pesos.
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Ni hablar si alguno de los integrantes de la familia tiene predilección por la salchicha parrillera, ya que eso es todo un lujo. El precio está por encima de los 4 mil pesos el kilo y puede alcanzar los 5 mil. "El argumento de esos precios siderales es que es muy caro el costo de la tripa con la cual se elabora, pero la verdad es que es muy cara", dijo García. Para no decir prohibitivo con los magros ingresos actuales.
Guarnición y bebidas
Aunque lo central sea el asado, siempre algo de ensalada debe haber. La rúcula viene siendo lo más accesible (190/200 pesos el kilo) y la lechuga cuesta entre 290 y 400 pesos el kilo. Los tomates tienen precios variados que van entre los 600 y hasta los 1.500 pesos, dependiendo de la verdulerías, la zona y la calidad de la mercadería.
A eso hay que sumarle la bebida que, como explicó Juan Milito, referente del Centro Unión Almaceneros, no pueden salir de la inercia en alza que vienen teniendo los precios ya desde la previa de la devaluación. Y ni hablar de las cervezas, que anticiparon para octubre, en la previa de la temporada de verano, un incremento de los precios de entre el 12 y el 15 por ciento.
Así, a lo que se ponga a la parrilla hay que sumarle por lo menos una gaseosa de litro y medio, que si es de primera marca puede costar desde 800 pesos hasta mil. O bien las aguas saborizadas, que son otra alternativa algo más económica y que están entre los 550 y los 600 pesos.
Los adultos que quieran tomar bebidas alcohólicas, si eligen la cerveza (en botella y de litro) tendrán que pagar por lo menos 850 (una de las más baratas en el mercado por estos días es la Andes). Sin embargo, si prefieren marcas de primera línea, como Heineken, Corona o Stella Artois, el costo de la bebida ya supera por lo menos los 1.200 pesos por botella.
Los que prefieran el vino las opciones (sin ser las más baratas) arrancan entre los 1.500 y los dos mil pesos (bodega Santa Julia). Los de paladares con estándares más elevados deberán empezar a pensar en los 3 mil pesos por botella, por lo menos (Trumpeter).
Todo esto para sentarse a la mesa una vez al día y sin postre. Aunque los carniceros aseguran que los argentinos "compran para el domingo al mediodía, pero comen al mediodía y a la noche porque siempre tienen miedo de que falte".