Sin que corriera la más mínima brisa, el aire espeso y caldeado sorprendió a los madrugadores que este viernes salieron a batallar la vida en Rosario y la región. Así el panorama sólo se podía esperar lo peor, sol pleno, altas temperaturas y riesgo de golpe de calor, precisamente el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
Según la previsión oficial, se espera una temperatura mínima de 21 grados, a primera hora de la mañana, y una máxima, de 38 grados, pasado el mediodía. Será una jornada pesada, con humedad alta, promediará el 90%, y la presión rondará 1007 hPa. Y lo que emporará todo: el viento estará en calma.
Una buena: la visibilidad será buena, alcanzará los 15 kilómetros, y los conductores que recorran las rutas del sur santafesino tendrán una preocupación menos. El cielo estará despejado y no habrá pronóstico de lluvias ni de alivio de las altas temperaturas en el horizonte. Habrá que aguantar, usar ropa liviana y hidratarse bien.
Para el fin de semana las condiciones climáticas serán similares, es decir, seguirá el tiempo tórrido y la temperatura máxima rozará los 40 grados. Buscar sosiego al aire libre, a la sombra de los árboles añosos que pueblan los parques y plazas de la ciudad, será indispensable, tanto como refrescarse en el río y si hay suerte en una pileta.