Rosario y la región tuvieron un amanecer frío y nublado este, el último sábado de mayo que se insinúa como un día gris, inclemente, que invita a quedarse adentro, cerca de la estufa y con los pies abrigados con unas gruesas pantuflas. Si no queda más remedio que salir, habrá que juntar coraje y tener a mano una buena campera.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la temperatura mínima será de 9 grados, a primera hora de la mañana, y la máxima, de 16 grados, pasado el mediodía. El viento soplará del sudeste a 3 km/hora, la humedad promediará el 85% y la presión, los 1012.8 hPa. La visibilidad será buena, de 12 kilómetros.
Si bien no será una jornada rigurosa, como las que se esperan para la semana próxima, cuando una masa de aire frío llegue desde el sur y se haga sentir, el cielo cubierto, hará que sea el día sea despacible, ingrato, uno de esos sábados que, largamente esperados, desalienten los paseos al aire libre.
Mañana, domingo, el primer tramo del día será aún más frío, con una mínima de 5 grados, aunque con una sensación térmica aún menor debido al viento del sudeste. No obstante, con el correr de las horas y la salida del sol, el clima mejorará y ahí sí, al menos según la previsión oficial, se podrá disfrutar a cielo abierto.
A partir del lunes, con el comienzo de la semana laboral, habrá un brusco descenso de la temperatura que marcará en el sur santafesino el rigor de la previa del invierno. Las mañanas serán heladas y las tardes, pese a la tímida calidez de los rayos solares, apenas levantará un poco la temperatura.