Desde esta semana Rosario perdió dos de sus tres conexiones ferroviarias de larga distancia. La suspensión de los trenes que unían Buenos Aires con Córdoba y Tucumán, confirmada por el gremio La Fraternidad, deja a la ciudad con un único servicio activo: "el rosarino", que conecta la estación Rosario Norte con Retiro.
La medida obedece a problemas de infraestructura tras un descarrilamiento ocurrido en Santiago del Estero, en tramos bajo concesión privada de Nuevo Central Argentino (NCA).
“Queremos creer que esto es algo provisorio, tiene que ver con un descarrilamiento bastante serio que hubo hace muy pocos días en la provincia de Santiago del Estero”, explicó Mariano Antenore, referente de la asociación Amigos del Riel, en diálogo con la mañana de radio La Red.
Buenos Aires, el único destino que queda
Antenore advirtió que, con esta decisión, Rosario queda con un solo tren de larga distancia y en condiciones precarias. “El Rosarino funciona de manera muy errática e irregular, también porque hay problemas en las locomotoras. Hay muy pocas locomotoras en la línea Mitre y los problemas son notables”, señaló.
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Hasta ahora, los servicios a Córdoba y Tucumán eran una alternativa muy valorada por los pasajeros locales para viajar a bajo costo, aunque con demoras y frecuencias limitadas. Su suspensión agrava la situación de conectividad ferroviaria de Rosario, que en otras épocas supo ser un nodo ferroviario estratégico del país.
Vías en estado crítico
Según Antenore, el problema de fondo es la falta de inversión en la infraestructura ferroviaria desde la década del ’90. “Las concesiones desobligaban a las empresas a hacer inversiones más allá de sus propias necesidades de cargas. Esto redundó en una reducción importante de inversiones y dejó a las vías en un estado lamentable, tanto la línea que va desde Rosario a Tucumán como la de Rosario a Córdoba”, explicó.
El referente de Amigos del Riel recordó que esta realidad no es exclusiva de la región. En el sur bonaerense, el tren a Bahía Blanca dejó de circular por un descarrilamiento en un tramo concesionado y los servicios a Mendoza también fueron cancelados por el mal estado de las vías.
Lo cierto es que la ciudad queda ahora con una sola conexión ferroviaria directa a Buenos Aires, en un servicio con serias limitaciones. “Nos duele muchísimo tener que contar cada vez más seguido este tipo de noticias. El abandono es notorio y los pasajeros son los principales perjudicados”, resumió Antenore.
Alarma en el gremio
El gremio La Fraternidad, que representa a los maquinistas, expresaron su preocupación. Sospechan que esta medida podría anticipar un cierre definitivo de los ramales, en una operación similar a la que se registró en los años 90.
En un comunicado, La Fraternidad recordó que la semana pasada se habían llevado a cabo acciones de protesta en el área metropolitana, con trenes circulando a 30 km/h como medida de precaución ante el estado de las vías y la seguridad de los pasajeros.
Advirtieron que la continuidad de la política ferroviaria actual apunta al desmantelamiento del sistema, la venta de propiedades del Estado y la reducción progresiva de servicios, mientras que los trabajadores sostienen que los ferrocarriles podrían recuperarse con una explotación racional de la infraestructura y los bienes actualmente fuera de uso.
Según La Fraternidad, ya se discontinuaron servicios hacia Mendoza, San Luis y La Pampa, así como los trayectos Buenos Aires-Rosario, Buenos Aires-Pinamar, Bahía Blanca y otros recorridos turísticos.
El gremio alertó que próximamente podrían suspenderse los recorridos Retiro-Tucumán y Neuquén-Chipoletti, entre otros, y denunció que detrás de estas decisiones estaría la influencia de organismos financieros internacionales en detrimento del transporte nacional.