Rodrigo Ortigala, personaje ambivalente de la Justicia provincial en la que se lo ha presentado como víctima tanto como culpable, quedó en prisión preventiva este lunes. La Fiscalía le imputó extorsiones a dos dueños de agencias de autos y al propietario de un galpón a quienes les exigió pagos de miles de dólares.
La historia que se conoce de Rodrigo Ortigala lo ubica primero como hombre cercano Esteban Alvarado. Siguiendo una línea cronológica, luego aparece como testigo colaborador en contra del jefe narco que terminó condenado a prisión perpetua. Al tiempo comenzó a ser vinculado a Los Monos, conocida banda rival de Alvarado, y así volvió a quedar en la mira de la Justicia.
Además es hermano de Mariana Ortigala, con una trayectoria en ese sentido similar: primero cercana a Alvarado, luego testigo en su contra y finalmente presa por delitos relacionados a Los Monos. Precisamente por extorsiones, acusación que le valió una prisión preventiva al igual que su hermano Rodrigo que este lunes fue imputado por aprietes a agencieros en un ya no tan cercano 2021.
Aprietes a agencias
El fiscal Federico Rébola le imputó a Ortigala una tentativa de extorsión a un agenciero que tenía su local en Rondeau al 4100, en la zona norte de Rosario. En el marco de esos aprietes hubo una balacera contra el comercio: fue la noche del 8 de agosto de 2021 en un ataque que culminó con una tragedia como saldo colateral. Tras escuchar los más de diez disparos, Marta Agüero, una mujer que esperaba el colectivo a poca distancia, se descompuso y murió al cabo de unos minutos.
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En ese marco trascendió que los dueños del local hacía al menos 2 meses recibían amenazas extorsivas. Uno de los encargados del local declaró entonces que le exigían un pago de 25 mil dólares por protección. El fiscal Rébola también imputó a un cuñado de Ortigala, identificado como Alejandro B., dado que parte de los mensajes extorsivos fueron enviados desde una línea a su nombre.
Ortigala quedó comprometido ante la Justicia al detectarse que envió mensaje desde cuatro líneas distintas usadas desde un mismo teléfono con un chip que estaba a su nombre. Los impactos de las antes, además, coincidían de manera permanente en un domicilio de Ortigala en Funes.
Más extorsiones
Otro comerciante que sufrió aprietes de parte de Ortigala, siempre de acuerdo a la acusación, fue el encargado de un local de Servando Bayo al 1200. Ese hecho ocurrió en junio de 2021 y continuó al día siguiente, cuando un hombre que no fue identificado se presentó ante la víctima para pedirle una suma de dinero.
Dos meses después el comerciante volvió a recibir mensajes de WhatsApp desde la misma línea en la que se habían comunicado anteriormente. "Te la voy a hacer muy corta, me mandan a pedir 30 mil dólares, no te va a pasar nada si pagás", le dijeron.
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Con una maniobra similar, también en junio de 2021, intentó extorsionar al propietario de una cochera del barrio Echesortu. En esa ocasión un hombre se presentó en el lugar y pidió dinero. Días después, en otra cochera propiedad de la víctima, aparecieron pintadas intimidantes.
En ese marco el fiscal Federico Rébola le imputó a Ortigala tres tentativas de extorsión, una de ellas con arma de fuego, por lo que el juez Rodrigo Santana confirmó que quedará en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley. A su cuñado le atribuyó dos hechos con la misma calificación de tentativa de extorsión y el juez confirmó prisión domiciliaria por el mismo plazo.