A pocos días del final del mes de agosto, los empresarios nucleados en la Cámara de Eventos y Afines de Santa Fe observan una sensible reactivación en el movimiento de reservas o al menos consultas de parte de quienes están organizando eventos como casamientos, cumpleaños de quince o despedidas de año en salones de fiestas. Pero después de los embates de la inflación, ¿cuánto cuesta programar una reunión que incluya servicios mínimos de catering, barra de tragos, mesas dulces y también el alquiler de un salón?
Iván Hawryluk, titular de la cámara a los empresarios que brindan esos servicios que suele combinar varios puntos de acuerdo a la celebración que se quiera realizar, se atreve a dar algunas precisiones de cómo está ese mercado cuando falta poco para comenzar a transitar lo que se denomina como la temporada alta de eventos.
“Por suerte, la gente se sigue casando y los cumpleaños de 15 se siguen haciendo. Es algo que no se va a cortar nunca. Estamos trabajando con normalidad, con muchas consultas. En diciembre del año pasado, cuando no se terminaba de acomodar la economía, era difícil pasar un presupuesto por las escalas de la inflación, y ahora hay un panorama más previsible”, señaló Iván Hawryluk.
En declaraciones al programa “El primero de la mañana” de LT8, el empresario señaló que en el rubro de organización de eventos “se está trabajando más a largo plazo como se hacía normalmente. Ahora hay una cierta previsibilidad, y eso ayuda a que los presupuestos tengan más razonabilidad al momento de poder pasar los costos. Después dependerá de cada empresa de cómo trabaje y pueda congelar con un porcentaje o la totalidad del monto. Eso va a variar de acuerdo a cada empresa”.
El valor promedio de una tarjeta
Al ser consultado sobre el valor de una tarjeta para un casamiento, cumpleaños de 15 u otro encuentro social, el representante del sector señaló que “es difícil pasar un valor de tarjeta como único, porque depende de los espacios, de la capacidad que tenga cada salón, de lo que el cliente desee comer y de la forma que desee consumir (formal, coctel, lunch, a la estaca). Hay muchas variables que inciden en el valor del menú y en la cámara tenemos gran variedad de colegas que trabajan con salones más chicos, más grandes”.
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El salón y el catering son los rubros más caros cuando se trata de organizar una fiesta de casamiento.
“En promedio - estimó Hawryluk - una tarjeta está entre 40 y 70 mil pesos, a la que luego se pueden agregar productos como barra de tragos y mesa dulce. Algunos colegas ofrecen un único producto que después prorratean o brindan financiación, u ofrecen un producto básico y después van a agregando cosas en función de lo que quiera el cliente. Con relación a las bebidas alcohólicas en mesa, algunas empresas ofrecen la posibilidad de que el cliente aporte algunas bebidas, porque quizás las puedan conseguir a buen precio o con la posibilidad de que lo que no se consuma se lo lleven de vuelta. Depende de cómo cada empresa comercialice”.
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El servicio extra de la barra de tragos es algo que es muy requerido en los últimos años, y en ese sentido Hawryluk aclaró: “Casi todos los salones tienen sus barras de tragos, sino las tienen tercerizadas. Hay empresas que se dedican exclusivamente a brindar servicios de barras. Entonces se le puede ofrecer al cliente que contrate la barra del catering o que elija otro servicio por su cuenta”.
En cuanto a los costos de alquiler de salones, “un valor promedio en temporada alta, es decir entre septiembre y abril, oscila entre los 700 mil y el millón y medio de pesos, dependiendo de la cantidad de horas. Incluso hay más caros. La cantidad de horas depende si se contrata para algún evento especial que requiera el armado de alguna producción especial. Se pueden hacer más horas o incluso más días por producción de algún evento especial”.
Hawryluk remarcó que a esta altura del año ya hay un buen movimiento en cuanto a búsqueda de información y posibles reservas para graduaciones y despedidas. “Antes la gente especulaba con la situación del dólar, y ahora se anima a preguntar por el año que viene. Para graduaciones y despedidas de años ya se empieza a activar. El rubro se está moviendo. Hasta diciembre del año pasado, todos venían ajustando sus precios entre un 7 y 8 por ciento mensual. A partir de marzo de este año, muchas de las empresas empezaron a buscar entre 4 y un 5 por ciento, y diría que bajará más. Antes se ajustaba más por la inflación. Hoy está más estandarizado, normalizado y eso hace que bajen los costos de financiación”.