"Sueño con pintar y luego pinto mis sueños". Una voz masculina lee fragmentos de las cartas que Vincent Van Gogh envió a su hermano Theo, mientras en las paredes florecen girasoles, vuelan pájaros y pasean autorretratos del artista holandés. Algunos parados y otros sentados en el piso, los visitantes admiran las imágenes, siempre cambiantes, y se dejan acompañar por el relato. Fuera de allí, hay quienes pasean con cascos de realidad virtual por el cuadro “La Noche Estrellada”, otros esperan su turno para tomarse fotos en decorados inspirados en las obras del artista y alguien pierde el equilibrio en una habitación llena de espejos.
“Van Gogh Immersive Art Experience”, la esperada propuesta multimedia inmersiva que inaugura este jueves en el Centro de Expresiones Contemporáneas, tuvo este miércoles un anticipo para la prensa. La venta de entradas para “sumergirse” en la vida y la obra del artista marcha a tan buen ritmo que el debut llega con anuncio bajo el brazo: la propuesta se estirará hasta el 10 de julio.
Aunque algunos se confundan, no se trata de la misma exhibición que puede visitarse desde febrero en La Rural de Buenos Aires. “Van Gogh Immersive Art Experience”, que hoy desembarca en Rosario de la mano de una productora privada en colaboración con la Municipalidad, es una de las cuatro grandes muestras dedicadas al pintor holandés que están girando por el mundo. Con “Imagine Van Gogh”, su “prima porteña”, comparte espíritu, pero a la vez se diferencia al ofrecer una propuesta descentralizada.
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"Van Gogh Inmersive Art Experience" ofrece a los rosarinos la posibilidad de "meterse" en cuadros de Van Gogh.
Lejos de la formalidad de un museo, esta exhibición es multimedia e instagrameable. Nadie se irá sin su selfie o su video para redes. De hecho, los visitantes son otro atractivo de la muestra. Inevitable cruzarse con gente que saca fotos a personas que sacan fotos a personas que filman un cuadro. Y así, en loop. Imágenes que, sin duda, cubrirán las redes sociales de los rosarinos por las próximas semanas.
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En el espacio central de “Van Gogh Inmersive Art Experience” se pueden disfrutar diferentes obras del artista. Cubren las cuatro paredes y también el piso. Hay cuadros fijos y otros que cobran vida, pero también dibujos, videos, palabras, animaciones que son resaltadas por música y luces. Una voz en off acompaña además al visitante y le permite articular cierta historia. En la muestra porteña el espacio central es mucho más amplio (lo que permite mayor inmersión), pero no hay narrativa, solo música.
Tampoco quien viaje podrá disfrutar de la experiencia de realidad virtual, que seduce tanto o más que el salón principal. Una serie de cascos alineados invitan a recorrer el famoso cuadro “La Noche Estrellada”, caminar sus calles, mirar el cielo, disfrutar del extraño momento en que el arte se transforma en algo vivo y el público pasa a formar parte del paisaje.
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Un nene experimenta la propuesta de realidad virtual en la muestra "Van Gogh Inmersive Art Experience".
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La yapa es una habitación inmersiva de espejos con la figura del artista y dos sets especialmente armados para fotos: una mesa con sillas sobre un fondo “vangoghense” y una habitación réplica de uno de los cuadros del holandés (para el irresistible juego de “entrar en los cuadros”). Además, en el hall de ingreso se ofrece información sobre el artista, sus períodos, sus temas recurrentes y algunas de sus más emblemáticas frases. Y en el bar del CEC hay mesas dispuestas para que los más chicos puedan dibujar.
Las funciones de “Van Gogh Inmersive Art Experience” se realizan de martes a viernes, de 10 a 18, y sábados, domingos y feriados, de 10 a 19. Los tickets están a la venta a través del sistema Tuentrada.com. Los precios van desde los 1.500 a los 3.000 pesos. Las funciones, que se ofrecerán hasta el 10 de julio, están pautadas cada quince minutos y el recorrido estimado dura una hora, aunque el visitante no tiene obligación de quedarse todo ese tiempo o incluso puede quedarse más.